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Memorias gastronómicas
José Toledo Presentadora de televisión y modelo

«Me gusta mucho comerme el paisaje»

«Consumo plátanos casi a diario, mi tierra siempre presente», confiesa la presentadora de televisión y modelo

Jose Toledo, en el mercado. E. D.

¿Cómo se presentaría?

Pues... como hace dos años: mujer, por las dudas que pueda generar mi nombre, madre, presentadora de TV y modelo. Amante de la vida al aire libre y las cosas sencillas.

Enamorada de su tierra, las Islas Canarias.¿Dónde nació?

Nací y fui criada en Santa Lucía de Tirajana (zona sur de la isla de Gran Canaria). En una gran familia. Grande también por el número de hermanos que tengo: somos siete hermanos y yo la sexta, imagínate cuando nací, en 1963.

¿A qué se dedicaban sus padres?

Pues mi madre era ama de casa, normal para la época y además con tantos hijos, y mi padre era funcionario de Hacienda.

¿Algún sabor que recuerde de su infancia?

Los típicos para la época. Me quedaría con el pan, la mantequilla y el chocolate, aunque al colegio siempre llevaba un bocadillo y fruta.

¿Algún plato de sus abuelas o de su madre que no pueda olvidar?

Recuerdo a mi madre siempre cocinando. Su salsa de tomate casi no llegaba a la mesa porque su olor nos atraía a todos, que mojábamos pan directamente en el cazo.

Mi infancia está llena de platos de cuchara. Berros con su ñame, caldo de papas, el puchero, potaje de verduras con sus judías, ropa vieja, tortitas de coliflor, la vena cocinada, las papas rellenas, las arvejas o guisantes con chorizo. Mucha fruta a todas horas y frutos secos. Mi padre trabajaba en Hacienda. Era recaudador de impuestos, de nombre Bienvenido. Tiene su gracia. Era un hombre muy querido y respetado. Siempre ayudaba a la gente del campo que no podía desplazarse a la ciudad o no sabía hacer su declaración. Se lo agradecían con lo que sus huertos daban, así que nuestra casa siempre estuvo llena de verdura y fruta.

¿Le gusta cocinar? ¿Heredó alguna receta?

Me gusta cocinar, sí. Mi primer plato fueron unos huevos a la flamenca. Con unos 12 o 13 años. No he heredado ninguna receta. Todas pueden encontrarse en Internet, pero siempre hablo con mis hermanas sobre este o aquel plato que hacía mamá y qué le ponía.

¿Diga cinco productos que no pueden faltar en su día a día?

Consumo plátanos casi a diario, mi tierra siempre presente. Café, desde luego, pan, nueces, y panela para el café.

¿Cómo se define en su trabajo?, ¿y comiendo? ¿Tiene manías?

No tengo manías, ni trabajando ni comiendo. Ahora bien, si tengo hambre me pongo de mal humor. Y no puedo ni pensar si no como nada más despertarme.

¿Su plato preferido?

Las ensaladas de cualquier tipo. Con de todo... Frescas y crujientes.

¿Qué producto no le puede faltar? Confiese, ¿cuál es su capricho gastronómico?

Sin dudarlo, la fruta. Y un buen japonés de vez en cuando, me encantan sus sabores.

Empezó a viajar muy joven. ¿Le costaba comer en otros países? ¿Qué cocina la conquistó?

Empecé a viajar desde los 17 años y con ello a vivir en distintas ciudades. La gastronomía que más conozco es la nuestra, naturalmente, y me gusta muchísimo. Me conquistaron los croissants en Barcelona… y en Tokio flipaba con la comida que se exponía en los escaparates, toda multicolor y de plástico. Allí, en Tokio, descubrí las hamburguesas y la mantequilla de cacahuete, que me parecía lo más combinada con mermelada. Fue en Nueva York donde descubrí la comida japonesa que hoy conocemos y de la que soy fan absoluta. La comida marroquí y la italiana también me gustan mucho. Me pasaba que cuando estaba trabajando en los estudios nos daban esas cajitas de tipo picnic que no me entusiasmaban nada.

¿Le gusta más comer en casa o fuera?

Ambos. Pero no me gusta salir mucho, la verdad. Soy más de recibir invitados, me gusta mucho. Mi casa siempre ha estado llena de gente. Sobre todo de familia y amigos de mis hijos desde pequeños.

¿Qué pasó para que se convirtiera en modelo? Empezó a subirse a las pasarelas a los 17 años, ¿o fue antes?

Pasó que un fotógrafo amigo de mi hermana, Roberto Suárez, me hizo unas fotografías. Tenía 16 años. Esas fotos llegaron a una gran agencia en Barcelona y empecé a trabajar allí el verano siguiente. Se habían interesado por mí todo tipo de revistas y catálogos de moda. Al año siguiente, en el 83, me fui a Tokio, ya había terminado COU. Y en el 84, a Nueva York, donde alcancé mis mayores éxitos de la mano de los más prestigiosos fotógrafos y editoriales del momento.

¿Cuál es el trabajo que mejor la identifica?

Mi último trabajo para TVE internacional me llenó de satisfacción. Un programa de debate de actualidad, con entrevistas interesantes, con página de cocina y actuación musical incluida. Un bombón de programa.

¿Qué recuerdos conserva de Canarias? ¿Sigue viajando a las Islas?

Mi vida, aunque me independicé a los 17 años, está ligada a Canarias. Recuerdo la vida en mi barrio, el mar, los amigos del instituto con los que sigo manteniendo una buena relación. Ahí vive mi familia, menos dos hermanas que viven en Madrid. Voy todos los años por lo menos tres veces de vacaciones. Y siempre que me llaman para trabajar acudo encantada. He presentado el Carnaval, Moda Cálida, y el Festival Internacional de Cine; he grabado muchos de los programas de televisión que presente como Cartelera... y muchas entrevistas. Mi vínculo con las Islas es fuerte, de un modo u otro. Aunque me fui muy joven de Canarias, siempre vuelvo porque el mar es mi pasión.

¿Qué tipo de alimentación sigue? ¿Se cuida mucho?

Tengo la suerte de tener un buen metabolismo. No tengo secretos, lo mío es pura herencia genética porque si echas un vistazo a mis hermanas te darás cuenta de que tenemos una piel estupenda, mucho pelo y unos ojos grandes. No he hecho dieta nunca. Prefiero el pescado a la carne y me gusta mucho comerme el paisaje, como dice un amigo mío, aunque no sea un herbívoro (sonríe al decirlo). Hay algunos productos que digiero peor, pero no los elimino.

¿El plato favorito de sus hijos, el que siempre piden cuando vuelven a casa?

Tortilla de papas uno y canelones el otro. Son de buen comer… Como su madre.

Los cuatro imprescindibles

Fruta y verduras

«Mis amigos dicen que me como el paisaje, porque me gusta mucho el mundo vegetal y las frutas. Nunca pueden faltar en mi despensa». Su alto contenido en vitaminas, minerales y fibra las convierte en indispensables.

Aceite de oliva virgen extra

«Es el condimento y complemento ideal para cualquier verdura, no necesitas nada más». El aceite de oliva español es uno de los pilares fundamentales de la dieta mediterránea.

Huevos

«Una muy buena proteína que, junto a una buena papa, es el ingrediente esencial para un plato que hago mucho en casa: la tortilla de papas». Los huevos son baratos y versátiles en la cocina.

Especias picantes

«Una buena especia picante bien utilizada le puede dar un toque a tus comidas, o bien, a las verduras, que siempre las realza». Saludables por su poder antioxidante y antiinflamatorio, deben consumirse con moderación.

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