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Luis Miguel Ramis y Juan Carlos Carcedo se saludan antes de comenzar el partido. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ

«Por momentos sí vi al equipo bloqueado»

El entrenador del representativo cree que a los suyos les faltó ayer «contundencia defensiva»

El entrenador del CD Tenerife, Luis Miguel Ramis, lamentó anoche el resultado y también las consecuencias anímicas que puede tener en su plantilla esta segunda victoria consecutiva. Por vez primera desde que llegó a la Isla para ponerse al frente del representativo, oyó silbidos desde el graderío que eran para él. «En todos lados, no solo aquí, el fútbol es muy resultadista», sugirió. Pero no rehuyó ninguna responsabilidad. «Tenemos que reflexionar, corregir cosas y saber que esto va a ser difícil», apuntó el tarraconense, cuyo equipo encajó ayer su primera revés en casa.

«Soy el responsable absolutamente de todo. Igual que los aplausos son para todos, yo les he dicho [a los jugadores] que los pitos son todos para mí. Si los resultados no son los que espera la gente, tendré que buscar soluciones. Pero a nivel emocional, conmigo no van a poder este tipo de situaciones. Mientras esté aquí, no pararé hasta conseguir el objetivo y que la gente disfrute cuando viene al estadio», adujo.

«Me voy preocupado por la derrota y por lo que castiga un resultado así a los jugadores. Estos patidos te penalizan mucho porque lo buscas [el resultado] y no lo consigues. Son noches difíciles, pero que pertenecen al contexto del fútbol», fue otro de sus mensajes. Antes, respecto al desarrollo del encuentro, achacó el adverso resultado a la falta de contundencia defensiva y también a la incapacidad de los suyos para convertir en gol algunas de las numerosas aproximaciones al marco zaragocista en los compases iniciales. A su juicio, el Tenerife empezó bien, pero sin premio.

«Cometemos un error de contundencia que no debía producirse en una acción de escaso peligro. El fútbol tiene momentos: nosotros hemos tenido los nuestros y no los hemos aprovechado; ellos sí», resumió. A renglón seguido, se refirió al descalabro blanquiazul en los segundos 45 minutos. «Ahí el rival ha metido más hombres por detrás de balón y nos ha faltado precisión, circulación... Y aún así, no hemos aprovechado la opción de Dauda para meternos en el partido», lamentó.

«Si ese detalle hubiera caído de nuestro lado, o si nos hubieran pitado penalti, el partido habría dado un giro absolutamente radical. Pero el rival ha trabajado el partido bien y se lleva los tres puntos», añadió el entrenador, quien percibió señales que le inquietan con vistas al futuro. «En algunos minutos de la segunda parte sí he visto al equipo bloqueado, pero lo entiendo. Hicimos cambios para buscar desequilibrio y frescura, porque algunos jugadores estaban cansados, y no hemos encontrado soluciones. Era un partido para salir con personalidad en la segunda parte y la situación nos ha pesado», finalizó.

A lo largo de su comparecencia ante los medios, se le preguntó a Ramis también por la facilidad con la que el Tenerife está encajando goles. De hecho, solo suma tres porterías a cero. Respondió el entrenador que tendrá que repasar las jugadas de los goles encajados, pero tiene «una idea en la cabeza» que apunta a la extrema fragilidad con la que se está desenvoliendo el equipo desde que arrancó esta campaña.

Carcedo, feliz

Entretanto, el entrenador del Real Zaragoza se mostró feliz. Era un partido donde se jugaba el puesto y salió muy reforzado gracias a los goles de Vada. «Sabíamos que el Tenerife en casa iba a querer la posesión y por momentos nos hemos dejado dominar, pero sabiendo que tendríamos opciones. Hemos manejado bien la segunda mitad y hemos dejado la puerta a cero», relató.

Aitor: «La derrota nos va a hacer año»

Por segunda semana consecutiva, el mensaje más claro y elocuente fue el del primer capitán blanquiazul, Aitor Sanz, quien ya tras la derrota en Butarque había diagnosticado que al equipo le había faltado ambición. Ayer, apuntó a la escasa efectividad para materializar las opciones de gol que los suyos tuvieron a lo largo de la primera mitad. «Hemos tenido ocasiones para marcar y no lo hicimos; ahí nos estiramos un poco y ese es un escenario donde no estamos cómodos», relató el profesional madrileño, a quien se pudo ver muy afectado al término de la contienda. «Con el paso de los minutos, ellos han estado mejores», admitió.Resumió Sanz que la diferencia con el Zaragoza fue de puntería. «Hemos tenido la mala suerte de que no hemos metido nuestras oportunidades y ellos han tenido la suerte de marcar la primera. Es un palo duro porque venimos de una derrota en el 90 haciendo una mala primera mitad en Leganés, pero entonces el equipo sí se repuso en la Segunda. Esta derrota nos va a hacer daño», cerró el capitán.

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