Antes de comparecer hoy ante los medios de comunicación, el presidente saliente ha tenido un par de apariciones para puntualizar los motivos de su adiós y anticipar algunas pinceladas de su discurso de despedida, preparado durante semanas por su equipo de asesores y que tendrá por principal propósito hacer un balance positivo de su largo mandato. De hecho, su gran objetivo es poner de relieve las evidentes diferencias entre el CD Tenerife que se encontró Miguel Concepción en febrero de 2006; y el que ahora deja en manos de Paulino Rivero.
En alguna de sus intervenciones en la prensa, Concepción ha anticipado cuál será el resultado que arrojen las cuentas anuales correspondientes al último ejercicio. Según sus propios cálculos, la deuda global –que se encontró disparada y por encima de los 54 millones en el momento de su incorporación al consejo– estará en diciembre en torno a los 4,5. Las últimas cifras oficiales la situaban sobre los ocho, así que es muy probable que el jerarca palmero ya haya contabilizado la venta de Shaq Moore al Nashville, última gran operación realizada en los despachos por el representativo.
Un mensaje que ha reproducido Concepción en todas sus comparecencias recientes y que repetirá hoy es que «la plantilla del Tenerife vale ahora más que su deuda», esto es, justo lo contrario a lo que ocurría hace ahora 17 años, cuando la dimisión de su antecesor en el cargo (Víctor Pérez Ascanio) y toda su directiva puso en jaque a la institución y puso en serio riesgo la supervivencia del club blanquiazul. Fue providencial entonces la mediación de Paulino Rivero, que apareció para poner de acuerdo a un grupo de empresarios entre los cuales estaba Concepción. Como ningún otro quería, asumió galones él, que ya entonces era el primer accionista.
«Me iré con la satisfacción del deber cumplido. Encontramos una institución desquebrajada, con más de 54 millones de deuda; y ahora estamos saneados», ha verbalizado el dirigente blanquiazul en su última entrevista, al programa El espejo canario. «Los éxitos son bienvenidos en el fútbol, pero si eso te lleva a hipotecar la entidad y llevarla a punto de desaparecer, entonces nos situamos en la parte amarga de estas cosas», fue otro de sus mensajes.
Puso énfasis el dirigente isleño en explicar por qué el Tenerife de los últimos tres lustros ha flaqueado justamente en lo esencial: la parcela deportiva, donde Concepción ha coleccionado más decepciones que alegrías. «Yo sé que la gente lo que quiere es que el club juegue en Primera, incluso UEFA o Liga de Campeones, pero si eso pone en riesgo la entidad económicamente, esas cosas tampoco se pueden hacer así», indicó.
«El Tenerife está saneado. Para que usted se haga una composición de lugar, la plantilla vale ahora más que la deuda. El club está entre los más saneados del fútbol profesional y con unos cimientos sólidos para construir proyectos a futuro», aduce antes de explicitar que dejará la institución en buenas manos. «Y con la deuda en unos cuatro millones y pico», resalta el presidente de Traysesa, cuya sede justamente se convirtió en el centro de operaciones elegido por los accionistas para fraguar el relevo, hace ahora cuatro semanas y en vísperas de un partido del equipo en el Heliodoro.
Sobre Paulino Rivero
Ni Concepción ni ningún otro de los principales accionistas blanquiazules ve ningún obstáculo para que Paulino Rivero pueda ser un buen mandatario para el representativo, tampoco por su pasado político. «Él está ya alejado de ahí. Está con sus asuntos privados y eso no le impediría para nada ejercer el gobierno del Tenerife. Nosotros, encantados. Yo creo que sería un excelente presidente. Hemos hablado y se lo hemos propuesto los accionistas de referencia. Es un hombre al que le gusta razonar las cosas. Con él en el consejo de administración, ganaríamos todos; el club ganaría también», sugiere Concepción, quien probablemente deje para hoy el anuncio de su apoyo, sin ambages, a una candidatura dirigida por el expresidente del Gobierno y de Coalición Canaria.
A la hora de hacer balance, el actual mandatario blanquiazul se queda «obviamente» con el cambio de categoría acaecido con José Luis Oltra en el banquillo y Santiago Llorente en la dirección deportiva. «El ascenso a Primera ha sido el mejor momento, eso es indudable. Eso se te queda grabado en la memoria para el resto de tu vida. Y el peor momento fue el descenso a Segunda B», subraya.
En todo caso, se queda con las «vivencias» mucho más que con los resultados deportivos. «La presidencia de tu club te deja un cúmulo de experiencias, muchas alegrías y alguna tristeza. Pero yo me siento orgulloso de haber dirigido al Tenerife y de los buenos momentos que hemos pasado». El resto del desglose de méritos lo deja para esta mañana. Será una jornada especial para Concepción, cuyo reinado toca a su fin. Soplan aires de cambio.
Cordero ofrece al club un posible acuerdo para su salida
El futuro de Juan Carlos Cordero es una incógnita. El profesional blanquiazul ha manifestado a los dirigentes entrantes y a los salientes su voluntad de alcanzar un acuerdo para la rescisión anticipada de su contrato, que expira en junio de 2025. Al parecer, se siente incómodo en esta reforma de la institución y tampoco pretende entorpecer la incorporación a sus cargos de los nuevos gestores, de ahí que haya mostrado su plena predisposición a negociar su salida.Cordero ha transmitido este deseo de abandonar su cargo siempre «por el bien del club», apuntan desde su entorno al actual máximo mandatario blanquiazul, Miguel Concepción, así como al resto de administradores y accionistas de referencia de la sociedad. Lo hizo también en un almuerzo reciente con la directiva al completo, en la sede de Traysesa; e igualmente ha verbalizado sus intenciones al candidato de consenso que se perfila como nuevo presidente, Paulino Rivero. No obstante, las inquietudes y planes de Cordero chocan frontalmente contra la posición manifestada (en público y en privado) por el que será primer accionista de la institución, José Miguel Garrido, quien ha subrayado que «los contratos van a cumplirse», en alusión a los de Juan Carlos Cordero y Luis Miguel Ramis. Así se lo ha ratificado a los dos; cuenta con ambos.
Apuntes sobre el dirigente saliente
Comparecencia
Arropado por todos
Desde la dirección del club han instado a que todos los componentes del consejo de administración blanquiazul estén presentes en la despedida. También se espera a los altos cargos que han acompañado a Concepción de principio a fin de su mandato: Juan Amador, Javier Armas y Nacho Abad.
Anhelo
Escribir un libro
En alguna de sus últimas entrevistas, el presidente ha expresado su intención de escribir un libro. Pero por el título que sugiere, da la impresión de que hablará poco del Tenerife y sí de sus sobresaltos empresariales. «Podría llamarse Cómo se derriba una compañía; o Acoso y derribo».
Decisión crucial
En secreto
Concepción y el resto de grandes accionistas quisieron mantener en secreto la decisión del traspaso de poderes, pero el 20 de septiembre trascendieron sus intenciones. Y todo se precipitó.
El último paso
La Ciudad Deportiva
«Yo al comienzo de mi quinto mandato anuncié que uno de los motivos que me impulsó fue no dejar a medias nuestro proyecto estrella», afirma.
