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El segundo debut de Javi Alonso

El centrocampista del Tenerife reconoce que, después de 16 meses sin competir, en El Toralín sintió lo mismo que el día de su estreno con el primer equipo

Javi Alonso, en El Toralín. LaLiga

Javi Alonso debió sentir el pasado sábado, en la visita del Tenerife a la Ponferradina, algo parecido a lo que notó el 17 de noviembre de 2018 en El Sadar, cuando entró en el campo para jugar sus primeros minutos con el Tenerife en Segunda División. Ya sabía lo que era dar ese paso tan deseado para un canterano, pero no imaginó que, unos años más tarde, iba a repetir algo similar en una situación diferente, ya con más rodaje –39 encuentros entre Liga y Copa–, más edad y la condición de futbolista profesional. El destino le puso en su camino un obstáculo alto a modo de grave lesión. En el inicio de la pretemporada de 2021, su prometedora carrera se cortó de golpe. El motivo, la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla derecha. Por delante, una operación y meses, muchos meses, alejado de la competición. Al fin, con una meniscopatía añadida una vez recuperado de la dolencia principal, el adejero se pudo reencontrar con el fútbol por dentro 16 meses después. El ratito que estuvo en el césped de El Toralín fue para él casi tan valioso como el que se la pasó volando en El Sadar en 2018. Lágrimas en el vestuario y la sensación de que la pesadilla había acabado. Javi ya es uno más a pleno rendimiento.

«A mi familia y la los compañeros les expliqué que sentí lo mismo que el día de mi debut, ese hormigueo, un cosquilleo en el estómago y, sobre todo, mucha ilusión», contó Javi en los medios de comunicación del club.

El portador del dorsal 8 de la plantilla, reconoció que el proceso de recuperación fue «muy complicado» y que durante ese tiempo pasó por «muchos altibajos», incluso por momentos en los que tuvo el temor de que «las cosas no iban a salir», pero el apoyo de su entorno y, principalmente, su propia convicción, le dieron las fuerzas suficientes para no rendirse. «Todo ese trabajo se vio reflejado en el partido del sábado», destacó.

Liberado de una carga tan pesada para un deportista joven como él, de 24 años, aseguró que no podía quedarse con la contribución de «una sola persona». Para no olvidarse de nadie, citó a «todos» los que estuvieron a su lado «en el día a día» a lo largo de tantos meses, «médicos, fisioterapeutas, readaptadores», repasó Alonso. «Son los que vivieron este proceso y salieron adelante conmigo», señaló.

La anécdota llegó en el interior del vestuario del estadio de la Ponferradina. Javi había accedido al terreno relevando a Iván Romero con la misión de colaborar para sostener el empate (2-2). Cumplió en ese cometido, pero, al terminar, no le invadió una felicidad plena solo por ello, sino por todo lo que había vivido desde julio de 2021. No pudo contener las lágrimas. «Al verme, el míster se asustó un poco porque me vio muy emocionado, pero en ese instante tuve la necesidad de soltarlo todo, porque había pasado mucho tiempo sin poder jugar», dijo el canterano.

«Entré en un partido que estaba complicado, con un jugador menos y ante un buen adversario, así que tenía que adaptarme lo antes posible y no complicarme», agregó para resumir los minutos que jugó en la séptima jornada, los de su segundo debut con el Tenerife.

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