El comienzo liguero se ha convertido casi en un Everest para el Tenerife. Todo son malas noticias y pésimas sensaciones en el amanecer de un nuevo campeonato que viene grapado a la alta exigencia. Se espera mucho del representativo, pero de momento sus dígitos son discretos. En cinco intentos, un solo triunfo.
Un inicio demasiado ramplón. El CD Tenerife ha firmado en las cinco primeras jornadas de competición su peor arranque desde el curso 2018/19, cuando con Joseba Etxeberria el bagaje era todavía peor; de hecho, precipitó su destitución a las primeras de cambio cuando aún era director deportivo Alfonso Serrano.
Antes, con Raúl Agné a los mandos, los números fueron idénticos a los de ahora: cuatro puntos de 15 en la campaña 2015/16 y tan solo un triunfo a estas alturas de la competición. Un año antes también presentaba el representativo idéntico bagaje, con Álvaro Cervera; y se da la circunstancia de que en ambos casos se apostó , tarde o temprano, por el cambio de entrenador.
En realidad, empezar mal casi se convirtió en una costumbre para el club chicharrero desde su regreso al fútbol profesional. La tendencia cambió el curso pasado, de la mano de Luis Miguel Ramis, cuando el equipo no tardó en posicionarse con los mejores de la clasificación. No en vano, tras cinco jornadas estaba aún invicto y con 11 relucientes puntos en la tabla que ya le valieron para codearse con los aspirantes al ascenso.
El balance tinerfeñista era entonces de tres triunfos y dos empates. Y empezaban a adivinarse cuáles serían las señas de identidad del proyecto de Ramis: solvencia a domicilio y solidez defensiva. Las diferencias con la ruinosa situación actual son sangrantes. Mientras el curso pasado se habían ganado ya dos partidos lejos del Heliodoro (en Fuenlabrada y Valladolid), ahora no ha habido todavía buenas noticias fuera de casa, donde el Tenerife acumula tantos tropiezos como partidos disputados. Dio igual que el rival fuese un candidato al ascenso directo como Eibar o Levante; que un adversario más asequible como el Ibiza. En todos los casos el resultado fue el mismo: derrota. Y en cuanto a las puertas a cero, el año anterior ya eran tres las que contabilizaba el equipo en este segmento inaugural del campeonato, mientras en esta ocasión la tendencia se invierte y ha encajado gol en cuatro de sus cinco comparecencias oficiales.
Entre los muchos antecedentes de inicios funestos en Segunda, sí hay algunos indicios para la esperanza. Sin ir más lejos, la campaña que desembocó en la primera y hasta la fecha penúltima participación del Tenerife en los playoff de ascenso –desde que se instauró el actual formato de competición–, el inicio fue errático, casi tanto como ahora: con cinco puntos y tan solo un triunfo de cinco intentos. Y aunque hubo que abogar por un cambio de técnico (salió Agné y llegó Martí), quedó demostrado que no siempre un mal inicio se traduce en una temporada perdida.
Urge mejorar
El calendario presenta a corto plazo varias opciones para reconducir la situación. La primera de ellas, ante un oponente todavía peor clasificado que el representativo: un Málaga que ha hecho una notable inversión en su plantilla –con fichajes de relumbrón como los de Rubén Castro o Fran Sol– y que contabiliza menos puntos hasta la fecha. Luego, habrá que visitar a otro equipo en apuros como la Ponferradina, que tampoco ha empezado bien; y recibir en el Rodríguez López al Sporting. Habrán transcurrido entonces ocho fechas del campeonato, una muestra más fiable para testar si el Tenerife puede transitar por los puestos de privilegio de la clasificación, como ocurrió hace un año; o si ha de conformarse con retos más modestos.
Por lo pronto, Ramis ha advertido de que habrá cambios y jugadores señalados por el flojo partido de Ibiza. Probablemente, uno de los más nefastos que haya firmado el Tenerife bajo la batuta del tarraconense, que dijo estar muy disgustado con los niveles de activación que vio sobre el verde. Señales que, sin duda, a muchos recordaron aquellos malos comienzos que casi se habían convertido en hábito. Hasta que llegó él.
Guede se tambalea en el Málaga
Tampoco están para muchas alegrías en el feudo del próximo rival blanquiazul, el Málaga, donde ya empiezan a cultivarse dudas sobre el futuro más inmediato de su entrenador, Pablo Guede. El técnico del club andaluz ya finalizó el curso pasado con muchas críticas a su trabajo; y los resultados del comienzo de curso no le acompañan, al menos de momento. Con un solo triunfo en cinco intentos, igual que el representativo, el Málaga comparecerá en el Rodríguez López obligado a mejorar su cuota de puntuación y acercarse a los dígitos que exige la amplia inversión realizada en fichajes. Algunos medios apuntan a que, en caso de un nuevo tropiezo, Guede peligraría muy seriamente.
