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Pendientes de Sevilla y Almería

El Tenerife espera que los hispalenses firmen a un delantero para dejar venir a Iván Romero, e igualmente que los rojiblancos recluten a un extremo que permita salir a Curro Sánchez l También se busca lateral izquierdo

Curro Sánchez, durante un entrenamiento con el Almería. El Día

Ya advirtió este pasado miércoles el director deportivo del CD Tenerife que esta espera larga por los fichajes es indeseada, pero necesaria. Los jugadores preferidos por el representativo para apuntalar las demarcaciones más susceptibles de mejora (la posición de extremo derecho y la delantera) están vinculados a equipos de Primera División que los consideran prescindibles, pero que no los dejarán salir hasta fichar a un recambio de garantías.

El ejemplo que mejor ilustra tal situación es el de Iván Romero de Ávila, cuyos agentes llevan largo tiempo de diálogo y negociaciones con el Tenerife, que se adjudicó así una posición preferente (previa al acuerdo) para traérselo a préstamo. No obstante, el Sevilla lleva demorando el permiso para su llegada desde hace días. Y cuando todo apuntaba a que daría luz verde el lunes, tras quedarse el manchego fuera de la última convocatoria de Julen Lopetegui, el cuadro del Sánchez Pizjuán optó por volver a retrasar el desenlace de la operación.

En el club blanquiazul confían en que prevalezca el total entendimiento a tres bandas para que la cesión se materialice, pero ya asumen que será en la recta final del mercado cuando reciban una respuesta definitiva del Sevilla. Un nuevo indicio de que Romero acabará saliendo lo dio el propio presidente del club andaluz en su última comparecencia pública, cuando dejó entrever que habrá un efecto cascada: el fichaje de un ariete –negocian por Raúl de Tomás– y, a continuación, alguna salida. No dijo que fuese la del joven atacante de La Solana, pero fue muy evidente que, entre otros, se refería a él.

Más difíciles resultan las gestiones para poner la guinda al arduo trabajo de reforma de la plantilla blanquiazul que comanda Juan Carlos Cordero junto a su equipo de trabajo. Hace solo algunas fechas, el club desestimaba la opción de traerse a Jordi Mboula –incluso había pedido referencias del club y de la Isla– porque entendía que tenía posibilidades reales de optar a otro descarte de Primera de mayor nivel. Y ese es Curro Sánchez, cuyo nombre ya entró en escena en ventanas anteriores, sin ir más lejos el año pasado.

Entonces no hubo una oferta formal por parte del Tenerife, pero sí estuvo en el radar blanquiazul. El sevillano tiene buenos amigos en el proyecto insular –sin ir más lejos, guarda una muy estrecha relación con el recién fichado Buñuel– y su paisaje en la UD Almería ha experimentado un giro copernicano en apenas dos semanas. De tener minutos de relevancia en la jornada inaugural frente al Real Madrid a quedarse en blanco siete días después, se da por hecha su salida del proyecto rojiblanco si los dirigentes almerienses fichan a un jugador de su posición. Ahora bien, el Tenerife es un equipo más entre los muchos que pujan por su llegada, entre ellos el Málaga. Hay muchos factores que pesarán en la decisión final de Curro, que el año pasado jugó en la Ponferradina. Por lo pronto, Cordero sigue vigilante. Habrá vértigo hasta el último día.

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