El pasado 13 de marzo, después de remontar y ganar en El Molinón, el Tenerife amplió su diferencia con el séptimo clasificado –en ese entonces, un Oviedo al que le tiene ganado el golaverage– a once puntos. Es la mayor renta que ha tenido en la búsqueda del objetivo principal de, como mínimo, participar en las eliminatorias para subir a la máxima categoría. Una ventaja considerable, teniendo en cuenta que en las dos fechas anteriores, el equipo de Ramis no había sumado, ni en Anduva, ni en el Heliodoro Rodríguez López frente al Real Valladolid. En definitiva, se disponía a entrar en la recta final del calendario con un grueso colchón de 11 puntos. Tres semanas más tarde, ese saldo sigue siendo positivo, pero solo es de 5 unidades respecto a la Ponferradina.
Es el resultado de una inesperada racha negativa, iniciada con el citado tropiezo en el campo del Mirandés (2-1) y aumentada con el empate con el Zaragoza (1-1) del sábado pasado. En medio, los pinchazos frente al Valladolid (1-4), Almería (0-1) y Burgos (1-0), con el oasis en medio del 1-2 en Gijón. El balance de 4 puntos de 18 posibles ha tenido su efecto en el enfoque de los objetivos del Tenerife. A falta de 8 jornadas para el cierre del calendario regular, la vía del ascenso directo queda virtualmente descartada: la desventaja con el segundo, el Valladolid, es de 8 puntos, con el inconveniente añadido de la diferencia de goles particular decantada a favor del equipo de Pacheta. En consecuencia, la prioridad para el Tenerife pasa por asegurar su pase al playoff.
Esa baja producción del representativo contrasta con el momento emergente de dos renovados candidatos. El Real Oviedo, que ya es sexto, sumó diez puntos de los últimos doce; mientras que la UD Las Palmas –octava pero a un punto del Oviedo y de la Ponferradina– lleva tres victorias seguidas; la última, en El Toralín (1-2).
En esta etapa de terrenos conquistados y perdidos, y de rachas opuestas, el Tenerife cuenta con un margen que ha ido menguando, pero que sigue siendo valioso. Además, le tiene ganado el golaverage a sus dos perseguidores más cercanos, el Oviedo y la Ponferradina, a los que les saca 5 puntos. Por contra, no ocurre lo mismo en el caso de Las Palmas: más 6 y los dos derbis, de color amarillo.
Se trata de una renta que, pese a la tendencia de las últimas semanas, suele ser suficiente para llegar a la promoción. Eso sí, existe alguna referencia inquietante, y nada lejana. Es la del Sporting en la temporada pasada. Como ahora le pasa al Tenerife, la escuadra gijonesa era quinta y tenía cinco puntos más que el séptimo, el Girona. Ocho jornadas más tarde se produjo un intercambio de posiciones entre estos dos equipos y los asturianos se quedaron fuera, pese a perder solo tres encuentros en ese tramo definitivo del curso.
Para el Tenerife, la ruta de los ocho últimos partidos seguirá el domingo en Anoeta, continuará con una doble cita en casa –Fuenlabrada y Huesca–, pasará por el Anxo Carro y Montilivi, de manera consecutiva, volverá a casa con el Málaga como rival y terminará en Ipurúa y en el Rodríguez López, frente al Cartagena, allá por el último fin de semana de mayo.
Rubén: «Tenemos ocho finales»
En la plantilla del Tenerife analizan con cierta preocupación el momento en el que se encuentra el equipo, principalmente por los resultados. Uno de los blanquiazules con minutos en el empate con el Real Zaragoza, Rubén Díez, planteó la necesidad de «corregir» errores y seguir adelante en las «ocho finales» que le quedan al equipo. «Habrá que corregir cosas, como hacemos siempre, y seguir insistiendo en lo que hacemos bien», comentó en los canales oficiales del club. «No nos queda otra que seguir, porque tenemos ocho finales para poder estar ahí arriba», indicó pensando en el objetivo de la participación en la promoción de ascenso. En cuanto a los aspectos del juego que están fallando, Díaz opinó que el Tenerife domina «más o menos bien» y llega «con bastante claridad» a las proximidades del área rival, pero ahí no está teniendo acierto. «Tenemos que seguir trabajando», remarcó el zaragozano. «Sabíamos que todos los equipos tenemos malas rachas a lo largo de una temporada, y es una pena que nos llegue en este momento, pero nos quedan ocho partidos para cambiar esta situación y terminar la Liga lo mejor posible, porque no estamos ahí ahora por casualidad», manifestó.
