Uno de los mensajes en los que más insistió Luis Miguel Ramis en la víspera del partido ante el Ibiza puso de relieve la alta exigencia que se encontrarán sus futbolistas a la hora de intentar superar a un rival que es novato en Segunda División, pero que ha dado un salto en su rendimiento desde la llegada al banquillo de Paco Jémez.
«Ellos tienen buenas cualidades individuales y colectivas», repasó el técnico del Tenerife subrayando que el Ibiza le va a «exigir mucho» a la escuadra blanquiazul.
En su análisis, no pasó por alto la figura de Jémez, al que considera un «buen amigo» y con el que, por esa razón, espera no tener que «repartir» los puntos en juego.
Ante las dificultades del encuentro, aseguró que su equipo está«preparado» y tiene claro cuál debe ser «el camino» para ganar. «Espero que sea un buen partido y sigamos siendo fieles a lo que trabajamos», señaló el tarraconense.
Con el plan de avanzar «minuto a minuto», Ramis reflexionó sobre lo rápido que avanza el calendario. «Van pasando las jornadas y ya quedan 15; hace nada había 80 puntos en juego, ahora quedan 45 y dentro de nada serán 30; y aquí, el que no corre, vuela. Todos queremos una silla, pero hay que defenderla con uñas y dientes, que es lo que estamos haciendo», declaró seguro de que «los de arriba van a apretar, así que para seguir en esa zona, hay que fallar poco».
En un repaso a la situación de algunos de sus futbolistas, Ramis confirmó que Nahuel Leiva ya está disponible para competir.
Entretanto, confirmó que el «estado» de Samuel Shashoua «es bueno», pese a la pubalgia que padece. «En Alcorcón consideramos que no participara para que no sufriera ningún contratiempo en el proceso de prevención que está siguiendo, y el día de descanso le vino bien», aseguró el técnico acerca del mediapunta inglés, que pudo entrenar «bien» esta semana.«Ojalá vaya cogiendo un ritmo exigente de entrenamientos para que nos pueda dar 95 minutos de lo que sabemos que nos puede ofrecer. Necesitamos a Sam cuanto antes, porque nos hará falta», continuó el míster blanquiazul.
En cuanto a Mario y Andrés, advirtió de que no se puede «hacer magia» y meterles «en la cabeza lo que ha trabajado el grupo desde agosto». No obstante, se mostró «muy contento» con los fichajes realizados en la ventana de enero.
La duda sobre la presencia de Enric Gallego en la convocatoria se va a mantener hasta última hora. Ramis contó que durante la mañana de este sábado valorará si es conveniente que, como mínimo, el delantero esté en el banquillo. «Está bien desde hace varios días, pero no vamos a arriesgar», apuntó. Gallego fue baja la jornada pasada tras dar positivo en coronavirus.
Pablo Larrea cumplió hace poco tres meses de baja, y por lo que dijo Ramis ayer, tendrá que esperar un par de semanas más antes de volver a jugar. «No ha sufrido ninguna recaída», aclaró el entrenador. «Pero una rotura del grado que tuvo en el recto anterior, es importante. Ya ha cumplido ocho semanas y creo que antes de 15 días estará con el grupo», explicó.
