Enric Gallego estará hoy en El Alcoraz. Y no es poco para haber sufrido un esguince de tobillo hace ocho días. En Almería apenas pudo jugar un cuarto de hora. Lo que no está claro es si ante el Huesca será titular, si Ramis le dará algunos minutos con el partido avanzado o si las molestias en el pie derecho le impedirán participar.
Cada escenario tiene lo suyo. Por ejemplo, se supone que un Tenerife sin Gallego no podrá jugar exactamente a lo mismo que en el inicio de la visita al Juegos del Mediterráneo (3-1). El catalán es un especialista en dar continuidad al fútbol directo. Sin el lesionado Apeh –teóricamente del mismo corte–, el entrenador tendría que atreverse con Ethyan para poner en práctica su plan con un verdadero 9, por mucho que el canterano no haya sido titular todavía.
El repaso de los antecedentes deja la pista de que la opción preferida por Ramis es otra, la del extremo Elady. Ya se vio en Almería. Ser la referencia en ataque puede que no sea lo suyo, pero hace lo que puede. Siempre con peligro.
Si Gallego no es titular y, como en otras ocasiones, el delantero es Elady, se produciría algún movimiento más la siguiente línea. En Almería, el entrenador se decantó por la presencia de Alexandre en una función más ofensiva, novedad que dejó en el banquillo de inicio a Shashoua. Dada la influencia del inglés en el juego del Tenerife, cuesta pensar que vaya enlazar otro encuentro siendo reserva. Pero todo puede pasar. Aunque Sam también se adapta a las bandas, la clave estaría en la decisión que se tome con Gallego y, por supuesto, en la elección de la pareja de mediocentros. ¿Aitor Sanz y Míchel Herrero con Alexandre por delante como hace dos viernes? ¿Solo dos y un mediapunta como en las seis primeras jornadas?
Este partido de entrenador llega en un momento de la Liga en el que el Tenerife ha pasado de sumar 11 de los 15 primeros puntos y completar esos cinco partidos sin perder y con un solo gol en contra, a encontrarse de repente con dos derrotas seguidas, ante Mirandés y Almería, con un balance de cinco tantos encajados. Independientemente de la situación clasificatoria, que no es nada mala –quinto–, al equipo blanquiazul sí le conviene recuperar la producción de puntos, aunque sea con un empate. Y es que octubre trae consigo una agenda apretada. A la vuelta de la esquina, Amorebieta, el derbi, Éibar, Leganés y Burgos.
Hoy toca sacar adelante una de las salidas más exigentes del curso, como la de Almería, o como la de Valladolid, saldada con un 0-2. Al igual que el equipo blanquivioleta, el Huesca es uno de los tres descendidos de la Liga pasada, con lo que eso representa. De entrada, la diferencia de presupuestos es considerable. Los aragoneses cuentan con un tope de gastos cercano a los 19 millones de euros y el Tenerife no llega a 10. Ese potencial ya le obliga a ser candidato al ascenso. Pero el Huesca, en manos del mexicano Nacho Ambriz, no está siendo muy regular. Situado a un solo punto del Tenerife, cortó una racha de tres derrotas y un empate ganando en Anoeta a la Real Sociedad B. Lo de hoy es una oportunidad para recuperar algo de terreno y coger posiciones.
