Si ya de por sí no era habitual poder acceder a los entrenos de un equipo profesional –en este caso de baloncesto–, la reciente pandemia del covid terminó de cerrar la puerta para aquellos forofos y curiosos a lo que les sabía a poco acudir a un partido de los suyos cada dos semanas. Ayer el Lenovo Tenerife le quitó, durante un par de horas, el candado a esta valla para que su afición pudiera disfrutar de una sesión preparatoria. Así, cerca de 200 seguidores se dieron cita en el Santiago Martín para presenciar el calentamiento y algunas de las líneas maestras técnico-tácticas por las que se regirá el juego de los de Txus Vidorreta en el ejercicio 22/23.
Para los más nostálgicos, la alegría de poder ver de nuevo como aurinegros a Nico Richotti –aunque el argentino solo hará la pretemporada con el club– y a Tim Abromaitis, que vuelve a su casa tres años después. Para los más actualizados, el privilegio de examinar in situ por primera vez a algunas de las nuevas caras: Elgin Cook, Iván Cruz y Moussa Diagne. Después de casi dos horas de trabajo la plantilla canarista se viró a la grada y expresó, con un aplauso –recíproco– este singular respaldo. Fue el preámbulo de un rato distendido en el que baloncestistas y técnicos charlaron con los seguidores, que marcharon satisfechos al poder inmortalizar el momento con autógrafos, fotografías y selfies.
«Este entreno con el público aquí ha sido muy bueno. Me gustó mucho ver a conocidos de hace años y poder interactuar un poco con ellos», señala Tim Abromaitis tras atender a la grada. «Creo que en todos sitios, con la pandemia, fue más difícil acercarnos a la gente, y hacer cosas así está muy bien, me gustó mucho; si podemos hacer más cosas así será positivo. Con la gente ahí dan más ganas de jugar», añadió el norteamericano, ayer uno de los jugadores más demandados por la afición.
Cuestionado por la evolución de lo que va de pretemporada, el ala pívot reconoció sentirse «muy cómodo» con sus compañeros. «Estamos trabajando con la ausencias de varios jugadores, pero las sensaciones son buenas y yo me siento bien físicamente. El nivel de los entrenos está siendo bastante alto y da la sensación de que estamos todos. Txus lo está manejando bien», explicó. Precisamente es Vidorreta –junto a buena parte del cuerpo técnico– el único superviviente del Canarias en el que militó Abromaitis. Es por eso que Tim considera que «este equipo se parece a aquel». «Por cómo jugamos, movemos el balón e interactuamos, siendo un grupo muy cercano, nos parecemos bastante», argumentó finalmente el estadounidense.
