Mañana lunes arrancará, de forma oficial, la que será la décima campaña seguida del Lenovo Tenerife en ACB. Lo hará con una pretemporada más corta y limitada –en número de efectivos disponibles y amistosos– que las anteriores. Es por ello que los canaristas deberán aprovechar al máximo su exiguo periodo de preparación. Y una de las parcelas que cobra relevancia en este inicio es la física, donde su responsable, Xisco Sanz, repite la rutina de los últimos cursos. «Es época de recogida de datos, que nos permitirán programar el trabajo de forma individualizada», explica el preparador del club aurinegro.
Estos test, comenta Sanz, se basan principalmente «en números y vídeos». «Las cifras nos dan datos objetivos que no permiten ver la evolución que puede experimentar el jugador a lo largo de la temporada; y también poder disponer de unos valores previos, para que en caso de lesión tengamos claro a qué punto debe regresar el jugador», argumenta Xisco sobre un trabajo que cobra mayor relevancia, si cabe, con los recién llegados. En este sentido solo faltaría por aterrizar en la Isla Jaime Fernández.
En una explicación más detallada de las pruebas realizadas, Sanz habla de «rangos de movimiento de diferentes articulaciones, así como el salto, lo que facilita el ver posibles asimetrías entre miembros, y otros factores como la explosividad y su coordinación». Unos datos que, cruzados, permitirán al cuerpo técnico canarista definir «un programa de trabajo». «Toca analizar todo, y a partir de ahí crearemos una hoja de ruta lo más individualizada posible para cada jugador», comenta finalmente el coordinador técnico y preparador físico del Lenovo Tenerife.
