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La gasolina dura 34 minutos

El Clarinos, siempre a remolque, tira de sacrificio defensivo y logra adelantarse (52-51) antes de firmar un horripilante final de encuentro con 0/8 en tiros y cuatro pérdidas

La gasolina dura 34 minutosCB CLARINOS

Un pésimo día en el tiro (con 17/52 en lanzamientos de dos) rematado con horroroso 0/8 en el tramo final cuando había hecho lo más complicado (ponerse por delante cuando había llegado a estar 11 abajo tras el descanso) condujo ayer al Clarinos Ciudad de la Laguna a la derrota. Un tropiezo que se olió casi desde el salto inicial, toda vez que las de Claudio García jugaron al ritmo endiablado y por momentos alocado que propuso siempre su rival. Pese a un encomiable sacrificio defensivo para revertir una delicada situación (34-45) que también tuvo mucho que ver con su inferioridad bajo aros (52-51, 34’), las laguneras volvieron a pagar, ya en el epílogo, su escasa puntería. Pese a que entre Atkinson y Taylor sumaron 25 puntos, su pobre 8/27 en lanzamientos y siete pérdidas acabaron lastrando a las locales.

Sin acierto ya de entrada (con muchos errores bajo el aro) ni la intensidad defensiva necesaria, el Clarinos fue siempre a remolque (2-10). Algunos chispazos de Atkinson (8-12) y un par de canastas de una Bettencourt muy vertical (14-20) no bastaron para el cuadro lagunero, que no terminó de adecuarse al juego duro del Cadí (16-25). A estas deficiencias se unieron las dos faltas muy tempraneras (en menos de dos minutos) de Taylor. Tirando de una mayor intensidad atrás, aprovechándose de un par de 2+1 y tirando del liderazgo de Nogic, el club isleño volvió al choque (29-29), aunque sin la continuidad necesaria en los dos lados de la pista para terminar de voltear el marcador (32-38, 20’). El 9/27 en tiros de dos de las locales ante al 10/16 de las catalanas era más que sintomático.

Poco o nada mejoró a la vuelta de vestuarios ya que el Clarinos añadió a su ya de por sí pobre hoja de servicios un 1/7 en lanzamientos. Con el Cadí corriendo la desventaja morada alcanzó los 11 (34-45 en menos de cuatro minutos. Ahí, un tiempo muerto de García dio un vuelco al choque. El cuadro lagunero comprendió que la única tabla de salvación pasaba por apretar los dientes. Las isleñas subieron líneas, realizaron continuos 2x1 lejos de la zona, mientras que dentro de ella se multiplicaron para cerrar el rebote.

Con Atkinson y Taylor como puntas de lanzas (el cuadro local provocó 24 pérdidas), las moradas lograron al menos bajar la producción de su oponente, aunque el no dar con las revoluciones precisas en el otro lado de la pista le impidió recortar diferencias de manera más notable y rápida (47-51). Aún así, una canasta de Taylor y otra de Nogic obraron la remontada momentánea (52-51, a 6’25” del final). Desde el 2-0 no habían estado por delante las de Claudio García.

Invertido el signo del marcador, no se terminó de invertir, sin embargo, la situación. Y es que el Clarinos rescató su versión más errática, primero para no ratificar su supremacía en el electrónico y a continuación para irse totalmente del choque. Solo cuatro tiros libres lograron aportar hasta el final las isleñas, lastradas por cuatro pérdidas y un terrible 0/8 en tiros para encajar un 0-14 que no solo derivó en la derrota morada, sino también en perder el average particular tras el 59-67 de la primera vuelta.

García: “Salimos sin nivel defensivo”

Reconoció el técnico Claudio García al final del choque el mal partido de las suyas. “Salimos sin nivel ni actitud defensivos, y además no estuvimos con buenos porcentajes de tiro. Nos recuperamos defensivamente en el segundo y tercer cuartos, pero al final nos atascamos. No somos capaces de ver las cosas claras. Nos encerramos en nuestras ideas básicas y no le damos una segunda vuelta a las cosas ni usamos segundos recursos”, argumentó el preparador del club morado, visiblemente molesto con los árbitros. “El criterio de los colegiados no fue equitativo para los dos equipos; cuando intentamos apretar, cada vez que hubo un contacto fue falta, y cuando nosotros penetrábamos y nos daban hostias no se pitaba nada; así es imposible competir. Creo que ni al Clarinos ni a Claudio García se nos respeta.

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