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CD Tenerife

No era día para más

Al descanso el Tenerife recibió todas las críticas posibles, por su fea primera parte. Pero luego terminó ganando el partido, rompiendo una racha de ocho jornadas y reencontrando la estabilidad perdida.

No era un día para proponer otra cosa, porque en realidad Sesé Rivero no fue a Gijón a rescatar mecanismos creativos ni un funcionamiento que le diera protagonismo al equipo en el juego. Lo que le exigía la situación a Rivero y sus ayudantes era poner en pie a este equipo sobre la base de un factor que es un tesoro en el fútbol moderno: la confianza.

Esa confianza la dan los resultados y Sesé fue a buscar el resultado, que es lo más dícil cuando llegas a un equipo que está tan desarmado anímicamente como estaba este Tenerife. Nadie sale de una crisis luciéndose. No fue un estreno brillante; fue un estreno inteligente.

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