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Jonay González | Policía Local de Santa Cruz de Tenerife / Atleta

Jonay González: «Hace tiempo que el atletismo lo tengo en un segundo plano»

Jonay González, el pasado jueves en dependencias de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Es un uno en la quiniela de la prueba de 8 kilómetros de la VIII Maratón de Santa Cruz que se corre hoy. Lo es no solo por el dominio, casi aplastante, que exhibe Jonay González en esta distancia sino por la motivación de correr por las calles en las que habitualmente desarrolla su actividad profesional como policía local: «Me voy a sentir cómodo en este circuito», apunta.

Mal negocio echarse a correr delante de usted.

Bueno, alguna vez he tenido que salir corriendo a por el malo durante un servicio [ríe].

¿Eso es ‘abusar’?

¿Abusar? No, no es abusar. Cuando se dispara la adrenalina ellos no me lo ponen nada fácil. Sobre todo, porque voy con el ceñidor, el arma, el táser... No es sencillo correr con todo eso encima.

Hablando de avasallar, en lo que va de año, prueba que corre, carrera que gana o casi gana.

No me puedo quejar. Terminé la temporada en agosto con el Mundial de Policías y Bomberos –ganó cinco medallas–, pero, quitando la Binter NigthRun de Las Palmas, gané todas las pruebas que corrí... No, la cosa no ha ido mal.

¿Y en el punto de mira tiene los 8 kilómetros de la VIII Maratón de Santa Cruz?

Esta es una prueba especial porque se corre en el municipio en el que trabajo. Los compañeros van a estar en los cruces y eso es una pequeña ventaja moral; me voy a sentir cómodo en este circuito.

¿Está para ganar?

Estoy para disputarla.

¿Disputarla, no estará jugando al gato y al ratón?

He retomado los entrenamientos después del parón que hice tras el verano y creo que llego en buena forma para estar delante.

¿Ya tiene la estrategia definida o eso lo decide en carrera?

Prefiero esperar a la carrera... Sé que uno de mis puntos fuertes es tener un buen final en los desenlaces apretados y espero llegar bien a esa franja. A veces ocurren cosas en medio que lo cambian todo, pero la estrategia es tener esas opciones de victoria. Por eso suelo dejar que otros lleven el ritmo y la iniciativa.

¿Y que no ocurra algo parecido a lo que le pasó a Do Nascimiento –tuvo que entrar en un baño portátil cuando lideraba la prueba y acabó retirado– hace siete días en la Maratón de Nueva York?

Esas cosas ocurren cuando realizas un esfuerzo de más dos horas. No se suelen ver en directo, pero es un instante de apuro que se puede dar en carrera y que condiciona un resultado... A mí no me ha tocado sufrir algo similar, pero no debe ser una situación agradable.

¿Tiene alguna espinita clavada, una prueba que aún no forme parte de su colección?

[Se lo piensa]. Las más importantes del calendario regional han caído todas.

¿Usted es de los que se retira o retiran?

Los años pasan factura, sobre todo, a la hora de recuperar. Además, los turnos de trabajo de un policía son muy singulares y en estos momentos el atletismo no es una prioridad, es decir, que mi situación no es la misma que hace diez años. Entonces estaba becado y todo giraba alrededor del deporte... Sigo entrenando casi todos los días y aún me mantengo en forma.

¿En sus planes está reciclarse en distancias mayores o, incluso, en la montaña?

No creo, lo dudo porque eso requiere mucho tiempo para entrenar y a mí no me sobra. Como mucho podría llegar a plantearme una media maratón, pero los riesgos de lesión son cada vez mayores y, repito, hace tiempo que el atletismo lo tengo en un segundo plano. No me voy a desconectar, pero ahora lo vivo de otra manera.

¿Cómo corredor entiende que haya ciudadanos que expresen sus quejas por los cortes de tráfico programados para la celebración de esta prueba?

Lo puedo llegar a entender, pero es solo una mañana. Si se compara con otros grandes eventos que se organizan en la ciudad la repercusión es mínima. Además, ¿qué mejor forma hay de disfrutar la mañana de un domingo que pasear por la ciudad, ver la carrera y tomar un café tranquilamente?

¿Se atreve a hacer una valoración como agente o mejor no?

Mejor no me meto en eso; paso palabra...

Pues pasamos palabra. ¿Tiene contabilizadas las victorias?

No... He sido un poco desastre en ese apartado. Me hubiera gustado tener esa referencia pero no las llevo al día. Sé que son muchas porque en casa tengo varias habitaciones llenas de trofeos.

A la vuelta de la esquina ya se divisa la San Silvestre Lagunera.

Esa la tengo marcada en el calendario [sonríe]. Si no es la más importante, sí que es de las pruebas más prestigiosas y bonitas que hay en el calendario regional... Yo la he ganado ocho veces y todas esas victorias han sido distintas: correr por el centro de La Laguna y sentir el ambiente que hay alrededor de la carrera la hace especial.

¿Alguna vez a sometido su trayectoria atlética a ese juicio sumarísimo que siempre empieza «y si hubiera...»?

Cuando estuve en la Península entrenando con el equipo de Abel Antón sí que llegué a pensar que las cosas podrían haber sido distintas. Estuve en la selección española y gané pruebas, pero sentía que faltaba un pasito.

¿El precio de la insularidad?

Eso es algo que pesa cuando ves que estás en distintas condiciones que otros atletas. Siempre queda la duda de si había algo más, pero estoy conforme con mi carrera. Ahora los objetivos son otros.

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