¿Qué hacen un gomero y un tinerfeño a 4.724 kilómetros de Canarias? La respuesta pueden encontrarla en el partido que hoy disputa su equipo de fútbol sala, el Lubawa de Polonia, y que puede hacerles campeones de la Copa de aquel país. «Sería un sueño volverme con el título a casa», responde el talentoso Ixemad González Cabrera (Santa Cruz, 1998), el único de los dos isleños que podrá ser partícipe del último partido del trofeo. El otro, Daniel Mesa Darias (La Gomera, 1997) y conocido por todos como Lucas, acaba de lesionarse y se pierde todo lo que queda de temporada. Pero está disfrutando «muchísimo», responde al teléfono, feliz de haberse embarcado en esta aventura que puede llevarles esta tarde a la gloria que siempre soñaron.
Ambos tienen un largo recorrido en el deporte que es también su pasión, y en el que empezaron a despuntar mucho antes de enrolarse en el KS Constract. Ixemad comenzó a jugar en juveniles, debutó en Segunda División en España, probó fortuna en Italia y ésta es su segunda etapa en Polonia, adonde llegó por vez primera hace algunos años para alistarse en otro club. «Fue porque mi representante conocía a su entrenador», relata el tinerfeño.
Lucas fue del Gomera FS al histórico Ribera Navarra con tan solo 16 años. Es ahora, en plena madurez deportiva, cuando el gran éxito de su carrera puede sustanciarse en cuestión de unas horas. El proyecto que ambos canarios comparten tiene su sede al norte de Polonia. «A lo que más me ha costado adaptarme es a no ver el sol; el frío es muy intenso y por supuesto se añora mucho estar en casa. Las costumbres de aquí son diferentes, pero nos hemos encontrado con un vestuario muy acogedor. De primeras suelen ser distantes, pero son todos buena gente», asegura Ixe.
En la caseta han coincidido con otros españoles, brasileños y por supuesto jugadores nativos de Polonia. «Lo mejor de la experiencia es que me voy a llevar amigos de aquí», cuenta el chicharrero. En su caso, subraya que la temporada ha ido sobre ruedas desde que llegó. «Aterricé en diciembre y estábamos un poco descolgados de la lucha por el título, pero supimos reponernos y hemos llegado a la final de la Copa, que es un todo un logro. Daremos todo lo posible por ganar y espero llevarme la medalla para Tenerife. Celebrarlo con la gente que más quiero sería el broche de oro a esta gran experiencia», afirma.
Desde La Gomera
Daniel Mesa es uno de los máximos exponentes de la cantera gomera en el fútbol sala europeo. Según cuenta, la isla colombina «siempre se ha caracterizado» por ser un buen semillero de jugadores de nivel para este deporte. «Hay varios futbolistas que ya militan en clubes nacionales e internacionales, y eso es el fruto del trabajo de muchos años. Constancia, sacrificio, perseverancia... y tomarse el fútbol sala como algo en serio, como una opción de futuro», dice que es la clave para que sean tantos los que están abriéndose paso en equipos de postín.
Cinco años en Primera, un año en Segunda y otro más en el extranjero (Italia) jalonan la trayectoria de Lucas, como le conocen todos, y explica que en Polonia le ha sorprendido bastante el nivel que se ha encontrado y también la seriedad con la que se manejan la mayoría de los clubes. En su caso, vive lejos del otro canario del plantel, pero se llevan muy bien y son la embajada insular en una constelación de jugadores venidos de muy diversas procedencias.
«El fútbol sala de aquí me ha sorprendido bastante. Es un país que está cogiendo fuerza porque están viniendo muchos extracomunitarios. Se nota mucho el salto de calidad y estamos muy contentos por cómo nos tratan», afirma. Dificultades, las esperadas. «El idioma es complicado y las comidas, completamente diferentes a lo que estamos acostumbrados allí. Pero en todo caso lo importante es que estamos ya perfectamente adaptados y cumpliendo objetivos». El más inmediato, imponerse al Rekord y proclamarse campeones en un martes que puede ser histórico para los dos.
Ni por asomo pensaba Lucas –el sobrenombre se lo pusieron cuando jugaba a fútbol siete– que aquel día que salió de un campus, al que fue apuntándose año tras año, iba a iniciar una carrera tan fulgurante como brillante. Con 16 años se fue al Tudela y desde entonces, empezó a fraguar un idilio con el fútbol sala que hoy puede brindarle un premio en forma de Copa. Un título muy especial y que confirmaría lo que ya sienten en primera persona Ixe y Lucas. Que el fútbol sala les ha hecho casi como reyes, solo que a casi 5.000 kilómetros de casa.
Daniel e Ixe tienen características que los hacen distintos sobre la pista, pero los dos canarios del Lubawa comparten muchas semejanzas. La principal, la pasión por el fútbol sala, y también que ambos se han curtido dentro y fuera de España hasta llegar a consolidarse en el extranjero.
En la frontera de la invasión
Ixemad y Lucas tranquilizan estos días a todos los familiares y amigos que les llaman para preguntarles por la invasión de Ucrania, país limítrofe con la Polonia donde viven. «Nosotros estamos lejos de las ciudades importantes del país, pero por supuesto que surge cierta preocupación por las noticias que llegan», cuenta el tinerfeño. «Está llegando gente ucraniana. La mayoría de las personas que salen, lo hacen vía Polonia, sobre todo a Varsovia, Gdansk y otros grandes núcleos poblacionales. Hace cuatro semanas estuve en la capital y vi sobre todo niños y mujeres. Hombres, ninguno, que se han quedado a combatir», relata.
