Cuatro victorias consecutivas, ocho en nueve partidos y 11en las últimas 13 jornadas. Es la mejor racha en la historia del UDG Tenerife, que paladea el momento más dulce desde que se instaló en la élite del fútbol nacional. Las rivales ya temen y veneran a partes iguales el proyecto que comandan Sergio Batista en los despachos y Francis Díaz en el banquillo. La trayectoria de las guerreras es reluciente, hasta el punto de que se han ganado –por méritos propios– el derecho a soñar con las competiciones europeas.
Todo apunta a que las isleñas tendrán la opción de jugarse la tercera plaza a cara o cruz en su venidero duelo a domicilio contra el Atlético (6 de marzo). «Será un partido bonito, pero antes debemos centrarnos en el Villarreal», advierte Francis. A día de hoy, tan solo un punto separa al club blanquiazul del rojiblanco, de ahí que el resultado que obtengan en Madrid pueda ser providencial en la pugna por el último billete para la Champions.
Cuenta el UDG con una ventaja: es el único equipo de los ubicados en la parte alta que ya se ha enfrentado al FC Barcelona, que juega en otra dimensión y suma por triunfos todos sus partidos ligueros. El calendario que le queda por desgranar al representativo es el siguiente: jugará en casa contra Villarreal, Sevilla, Betis, Eibar y Real Sociedad; y visitará –por este orden– a Atlético de Madrid, Rayo Vallecano, Athletic Club y Levante. Además, las tinerfeñas han de ponerse al día y disputar el compromiso pendiente contra el Real Madrid, aplazado en su día por los numerosos casos de covid en la plantilla merengue.
No es la primera vez que el UDG se ve en una posición tan privilegiada, pues el año pasado disfrutó de un liderato provisional durante varias semanas hasta que el Barça recuperó los partidos que entonces tenía suspendidos. En los despachos del conjunto tinerfeño, un logro del que están especialmente orgullosos: el Granadilla Egatesa es el único de los diez primeros clasificados que no depende de un club masculino.
La reciente inyección económica comprometida con el Cabildo Insular (tres millones de euros) y la financiación que recibirán del acuerdo con el Consejo Superior de Deportes para impulsar la nueva liga profesional son excelentes noticias para el UDG. Mientras el club vive su momento más feliz y sueña con Europa, su gran reto es la consolidación. «Y no será posible sin unas infraestructuras a la altura de nuestro crecimiento», precisa su presidente.
