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Luz Gabás (1968 - Monzón).E. D.

«Una novela no puede convertirse en una lección de historia»

Aunque le gusta la escenografía histórica con la que suele envolver sus novelas, Luz Gabás (1968, Monzón), ganadora del Premio Planeta 2022 con ‘Lejos de Luisiana’, asegura que lo que más le agrada es ver cómo crecen psicológicamente sus personajes. Eso es lo que hizo desde la orilla del río Mississippi que Francia entregó a España en el siglo XVIII.

Que la novela que le dio el Planeta ya esté en modo lectura y en varios formatos es la mejor prueba de que todo lo que le ha pasado es real, ¿no?

No crea [sonríe]... Hay días en los que aún me pellizco para ver si estoy despierta y esto no es un sueño. Todo lo que ha ocurrido alrededor de Lejos de Luisiana me lo he tomado como un gran honor.

¿Ha cambiado su mirada hacia Lejos de Luisiana después de esa victoria?

Yo creo que no [silencio]. Esta es una novela río, por esa razón está tan presente el Mississippi, sobre la vida. ¿Y ahora es cuando me pregunta qué es la vida para mí?...

...aprovechando que el río Pisuerga pasa por Valladolid, que no el Mississippi, ¿qué es la vida para Luz Gabás?

La vida son muchas cosas... Los sentimientos, las personas que conoces, el hombre o la mujer de la que te enamoras, los problemas, las decepciones... Lejos de Luisiana es una historia de aventuras, de amor, de amistad. Es esa calma aparente que domina tu vida y, de repente, se excita como su volcán (Tajogaite). También son los hechos históricos que te tocan vivir y se atraviesan en tu día a día.

Salvando las distancias cronológicas e históricas, ¿esta es una trama muy distinta a Palmeras en la nieve?

Tienen en común que ambas se desarrollan en unas antiguas colonias españolas, aunque como muy bien apunta, el espacio cronológico es distinto porque hay 200 años de margen. España tuvo bajo su control entre 1763 [en base al Tratado de Fontaineblau] y 1803 del corazón de Norteamérica, es decir, lo que hoy serían diez estados. Francia nos entregó esos territorios al oeste del Mississippi y el desembarco de los españoles fue traumático. Ante una situación como esa solo puedes tomar una decisión: o estás a favor o en contra.

¿Usted es una escritora que le gusta rebuscar en la historia para dar forma a uno de sus libros?

Me gusta leer y eso me acaba llevando a un lugar que despierta mi curiosidad. A la hora de tirar de hilos para dar forma a una novela encuentras muchas cosas que debes saber utilizar para crear una buena historia, pero las que yo escribo nacen a partir de una frase, un pálpito o una idea. En Regreso a tu piel –una historia de amor localizada en los Pirineos oscenses– quise partir de la base de que la muerte no puede ser el final, pero ese latido lo fusioné con un contexto social que era el de las brujas... Como soy de las que creen que cualquier tiempo pasado fue peor, siempre encuentro un conflicto para levantar una trama.

¿Hay novelas que son capaces de enseñar más que dos horas de clase de Historia de América?

Eso puede suceder en el género histórico, pero en ese caso el autor o autora debe buscar un equilibrio entre lo que es real como la vida misma y la ficción. Una novela no puede convertirse en una lección de historia.

¿Por su condición de exdocente de la Universidad de Zaragoza, hay algo de deformación profesional al crear una trama?

Los escritores recorremos la historia, no la enseñamos... Es verdad que esa capacidad para enseñar algo que después debe ser ampliado por un alumno ayuda a la hora de marcar algunas pautas en la escritura, pero ahora mismo me siento mucho más escritora que docente. Soy una de esas lectoras agradecidas que disfrutan cuando un autor disuelve la historia y me la presenta bonita y entretenida.

¿Y su faceta política?

Eso fue una parte de mi vida que ya queda muy atrás... ¡Es pasado!

Sí, pero la historia, nunca mejor dicho, dirá que usted fue la primera alcaldesa del municipio oscense de Benasque.

Sí, pero eso ocurrió hace mucho tiempo [tuvo el bastón de mando entre 2011 y 2015] y no deja de ser una etapa más de las que cubrimos todos a lo largo de nuestras vidas.

¿No le hace mucha gracia hablar de ello?

Es un periodo superado, prefiero hablar de lecturas y libros.

O de películas, ¿se imagina Lejos de Luisiana en formato televisivo o cinematográfico?

Buena pinta tiene pero que se haga o no es algo que depende de otras personas. La gente del cine no tiene nada que ver conmigo porque maneja otras claves. Ahora, si la pregunta es: ¿Luz, a ti te gustaría que a Lejos de Luisiana le pasara algo similar a lo que ocurrió con Palmeras en la nieve? Pues la respuesta es sí... Yo sí que me la imagino y, además, creo que es bueno para el cine y la literatura que haya este tipo de trasvases en ambas direcciones. Lo que cuenta es la cultura.

¿Eso significa que le agradó la película Palmeras en la nieve?

Yo escribo novelas, no dirijo películas. Eso se lo dejo a los que saben. Fernando González Molina hizo un trabajo excelente y, además, ganó dos Goya. Aprovechando su pregunta no me voy a ir sin mencionar un asunto sumamente importante: ¿cuántos jóvenes tuvieron la oportunidad de conocer algo de la Guinea Española a través de ese rodaje? Lo de menos es el formato... El audiolibro es una bendición para las personas que no pueden ver pero que sienten las mismas emociones que nosotros, ¿no?

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