El músico tinerfeño José Félix Álvarez afronta estos días el lanzamiento de su primer trabajo en solitario, una propuesta que lleva años gestando y que estos días ve la luz con una cuidada edición en la que la música se entrelaza con las imágenes y la palabra. Galería es el título de este primer trabajo en solitario de Álvarez, que sido gestionado y financiado él mismo. Este disco –que viene acompañado de un cuidado libro lleno de fotografías y textos– ha sido grabado en Estudio9, en Tenerife, y masterizado en Kadifornia Mastering, en Cádiz.
José Félix Álvarez presenta su nuevo disco el próximo viernes en Arucas, en Gran Canaria, y un día más tarde hará lo propio en el Teatro Leal de La Laguna, dentro del Festival de Fado de Canarias. Ahora, el disco podrá adquirirse durante cada uno de los conciertos que ofrezca el músico tinerfeño, quien cuenta con una dilatada carrera artística ya que ha formado parte de diferentes formaciones.
No obstante, este es su primer proyecto en solitario, que si bien ya ha presentado antes en directo, llega ahora acompañado de este disco-libro tan especial para él. En concreto, en el caso de la cita tinerfeña, Álvarez reconoce que es «un regalazo» poder participar además en el Festival de Fado de Canarias, ya que «es una propuesta que yo he consumido mucho, que tiene una gran importancia porque ha traído a Canarias grandes voces del fado y es reconfortante haber contado con todos estos artistas en nuestro entorno». Ahora, celebra además, que su trabajo sea reconocido para participar en esta cita musical.
«Estos fados me acompañaron y fueron mis compañeros vitales»
Galería es el producto de varios años de trabajo del tinerfeño, quien lleva inmerso en el fado desde sus años de adolescencia. Lleva años aprendiendo todos los secretos de este género musical y ha tenido incluso la posibilidad de aprenderlo en el lugar donde se creó, en Portugal, con diferentes residencias y viajes al país luso.
A lo largo de todos estos años, ha seleccionado los fados que más le han gustado a lo largo de su vida y ahora presenta los 16 primeros temas que aprendió y que tanto han significado para él en diferentes etapas. «Pensé que debía devolver la deuda porque gracias a estos fadistas se generó mi amor por ese estilo», reconoce el músico, quien no obstante ahora ha querido plasmar su punto de vista, y por eso ha traducido las letras a su propio lenguaje. Además, «me di cuenta de que les podía dar un orden narrativo y podían describir el viaje a lo largo de una relación amorosa» y reconoce que «esos fados me acompañaron en épocas de desamor y fueron mis compañeros vitales».
Para llevar a cabo esta visión tan personal de la música, Álvarez se ha acompañado de la guitarra española de Gabriel Hernández, ya que «me parece que es el instrumento más natural, que es la acompañante principal de la voz en Canarias». Así, reconoce que aunque podría haberse acompañado de otros instrumentos propios del fado, «todo me parecía impostado» y por eso se alió únicamente con Hernández, con quien trabaja desde hace años y es también amante de la lusofonía.
José Félix Álvarez ha buscado el minimalismo musical, lo que le ha conferido una gran importancia a las letras de los fados elegidos. «Eso repercute en el compromiso que debo tener con los poemas que canto y hace que no sean arbitrarias las letras que elijo para cada canción; además, es un compromiso con la lengua portuguesa, que debo seguir perfeccionado».
«Creo que la guitarra es el acompañante principal de la voz en Canarias»
José Félix Álvarez invita con todo ello a realizar un viaje a una galería de arte con este disco, en el que muestra las obras de arte que han sido importantes para él a lo largo de los últimos años. Ello también se ve reflejado con el aspecto físico del disco, «un espacio longitudinal por el que se puede pasear mientras te encuentras cuadros que te dan la llave para vivir cada uno de los episodios de una vida», reflexiona. El artista también quiere realizar una equiparación a las galerías mineras, porque «hay que cavar hacia dentro para encontrar un material precioso» y en ese sentido precisa que, a nivel personal, «no vamos a obtener ninguna mejoría gracias al exterior sino que todo depende de nuestro trabajo, de la introspección que nos conduce al amor propio».
Este disco-libro está compuesto por 53 páginas diseñadas por Tamara González y las fotografías de Raúl Santana. En el prólogo, Álvarez explica su relación con el fado y el motivo de este trabajo que va mucho más allá de lo meramente musical. Además, en vez de incluir las letras de cada uno de los fados, ha decidido realizar una semblanza con el significado que tiene para él cada uno de los fados elegidos y de «cómo han ido sumando pasos» en el transcurso por el amor de José Félix Álvarez.
