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Jorge González Músico de Vetusta Morla

«El confinamiento nos hizo buscar una música más caliente, un sonido que arropa»

«Las canciones siguen teniendo la misma energía pero ahora tienen un color muy especial», asegura el músico de Vetusta Morla

Vetusta Morla en una imagen promocional reciente. E. D.

La primera edición del Canarias Primavera Live, que debutó ayer en Telde, trae mañana hasta Tenerife la gira del nuevo disco de Vetusta Morla, ‘Cable a tierra’. Será en el ‘parking’ del Palmétum.

Llegan a Canarias después de un periodo de dos años convulso en todos los sentidos. Ustedes ya hace tiempo que han retomado los grandes conciertos. ¿Cómo está siendo la experiencia de ese regreso?

Realmente a los escenario volvimos el verano pasado. Los conciertos que teníamos antes del confinamiento se quedaron parados y los retomamos ahí, cuando pudimos dar cierta actividad a nuestra necesidad de tocar en directo. Pudimos reunirnos ya con nuestra familia y eso hizo que en cierta manera todo se rodara de cara a lo que viene ahora, que es la presentación de Cable a tierra. Estamos haciendo siete shows un poco únicos.

Es la puesta de largo que el disco se merecía...

Tiene un hilo conductor muy claro en el que intentamos conectar con esa parte más ancestral nuestra. Nos une más a eso que nosotros llamamos la tribu. Toma elementos de las músicas o formas populares o folclóricas de forma universal, no solo nos limitamos a España. También tenemos elementos de Latinoamérica, por ejemplo.

Pasados cuatro años desde la publicación de Mismo sitio, distinto lugar, ¿afrontaron la elaboración de este nuevo disco de otra manera?

Bueno sí, los procesos cambian. De hecho, justo antes de hacer este disco hicimos una banda sonora para una película: La Hija. Investigamos ahí muchos nuevos procesos de composición y creación. En este caso trabajamos más de forma online y pudimos hacer el nuevo disco sin tener tanta presencia todos juntos. Cuando nos juntamos ya teníamos las canciones más avanzadas al haberlas trabajado previamente de forma telemática.

En Cable a tierra se incorporan otro tipo de instrumentos que dejan su propio sello en las canciones. Hay ahí un equilibrio entre lo nuevo y lo de siempre.

Eso viene también, en parte, de esa forma de trabajar un poco más telemática. Usamos instrumentos acústicos que no tienen tanto volumen. Normalmente, en el local de ensayo, cuando hacemos canciones, hay una batería o una guitarra eléctrica que genera mucho volumen. Los elementos acústicos, como un tambor o las guitarras de nailon, no tienen espacio en un lugar así porque no se oyen. Al hacerlo desde casa, íbamos grabando los sonidos directamente y tuvimos un periodo en el local en el que fuimos de uno en uno con nuestro productor para grabar por separado. Al quedarse ya en las pistas se puede jugar con ellas y darles más volumen. Siempre comentamos que uno de los hallazgos que tuvimos fue poder mezclar la parte tradicional de los elementos más acústicos con la modernidad que nos pueden dar los diferentes secuenciadores o los software de ordenador con los que puedes distorsionarlos o ganarles distintos aspectos.

Pero Vetusta sigue siendo Vetusta...

Seguimos siendo nosotros, claro. Hemos utilizado elementos más armónicos porque se dio así y seguramente la situación del covid, del confinamiento –esa parte de refugio– nos hizo buscar esa parte de música más caliente, que te arropa. Pero evidentemente seguimos siendo nosotros. Vetusta es Vetusta.

La gira arrancó a principios de mes, ¿cómo les ha acogido el público?

Ha sido increíble, la verdad. Hemos hecho un ejercicio en este show de cómo compactar todas estas ideas para poder adaptar canciones de discos anteriores también a esto. Está quedando genial. Las canciones en directo siguen teniendo la misma energía pero ahora tienen color y un trasfondo, dentro del código general del concierto, muy especial. A Canarias vamos con dos conciertos que son dos festivales y por lo tanto son shows distintos a los que estamos haciendo en la península. Pero sí es verdad que ese repertorio lo hemos empezado a trabajar en una gira que hicimos por Europa. Estuvimos en Amsterdam, en París y en Bruselas. Luego hemos estado también en México gestando esa síntetis entre el repertorio en directo de Cable a tierra con el catálogo anterior. Estamos muy contentos porque da mucho de sí.

Y el verano, ¿cómo se presenta para la banda?

Tenemos conciertos muy masivos por toda la península, incluyendo sobre todo el Wanda Metropolitano de Madrid. Nos parece más interesante centrarnos en lo que queríamos hacer. Además, hemos invitado a unos amigos de música tradicional y hemos generado una orquesta con El Naaán, un grupo palentino, y las chicas allegas de Aliboria. Ellos nos han ayudado a hacer todavía más grande este concierto de Cable a tierra. Es una pena no poderlo trasladar a los festivales. Pero queríamos contar esto de una forma profunda y por eso era necesario dejar un espacio para respirar y cuando volvamos haremos otro tipo de conciertos, ya después del verano.

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