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Arte

Cristino de Vera vuelve a La Laguna

La Fundación que lleva el nombre del artista expone 24 obras inéditas del autor tinerfeño, Premio Nacional de Artes Plásticas, hasta el próximo 29 de enero

Presentación de 'Cristino de Vera y la palabra poética' El Día

Cuando Cristino de Vera (Santa Cruz de Tenerife, 1931) era aún muy joven le hizo una promesa a su padre. Le aseguró que, si algún día se convertía en un artista reputado, se preocuparía por donar parte de su producción a Canarias, su tierra. 

El creador, Premio Nacional de Artes Plásticas y Premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación, nunca ha olvidado esa promesa. Durante años ha intercalado los donativos a salas tan importantes como el Museo Reina Sofía o el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) con su amplia generosidad tanto con el Gobierno de Canarias como con la Fundación que lleva su nombre en La Laguna. Como tampoco olvida, a punto de cumplir 90 años el próximo 15 de diciembre, las estrofas completas de algunos de sus poemas favoritos.

Precisamente su Fundación, con sede en la calle de San Agustín y gestionada por CajaCanarias, acoge hasta el próximo 29 de enero de 2022 la exposición Cristino de Vera y la palabra poética. Se trata de una muestra única que no solo coincide con su 90 aniversario sino que vuelve a poner de relieve a una de las figuras artísticas más importantes de la contemporaneidad española. 

En total, incluye 24 piezas. De ellas, más de 90 por ciento pertenecen a colecciones privadas de toda Canarias y no han sido expuestas hasta ahora. Son lienzos creados en un amplio abanico temporal, un periodo casi tan extenso como la carrera del autor, que se cifra ya en unos 70 años. Concretamente, estos cuadros fueron ejecutados por el artista tinerfeño entre 1956 y 2006.

La presentación de la muestra tuvo lugar en La Laguna pero contó con un gran ausente. Cristino de Vera no ha podido viajar hasta Tenerife por motivos de salud pero mandó un mensaje muy sentido a través de la directora de su Fundación, Clara de Armas. «Me ha pedido que les traslade su agradecimiento, empezando por el que considera su amigo, Andrés Sánchez Robayna, que se ha tomado este proyecto con tanto esmero como comisario», explicó De Armas. 

También agradeció a todos los coleccionistas que han cedido sus piezas para la muestra y que durante todo este tiempo han admirado y atesorado su trabajo. Por último, el artista envió un mensaje de cariño a todos los miembros y trabajadores de la Fundación que lleva su nombre.

El acto de apertura de la muestra estuvo presidido por la presidenta de la Fundación Cristino de Vera, Margarita Ramos, que tildó al creador tinerfeño como una de las figuras más «relevantes de la contemporaneidad» y aseguró que la exposición que inaugura la Fundación permitirá hacer un recorrido por su obra más emblemática. También citó unas palabras extraídas de la autobiografía que el pintor publicó en 1975 y que dan cuenta de su especial vínculo con las Islas. «Nací, pues, en un lugar donde la naturaleza, las cosas, la vida misma era una ecuación de luz y sombras, de vida y muerte, de paz y terror, de alegría y melancolía», leyó.

A juicio de Ramos, Cristino de Vera y la palabra poética explora una doble vertiente: aborda el acercamiento del artista hacia la poesía y los poetas y descubre, también, lo que los poetas han escrito sobre sus cuadros.

El comisario de este proyecto, el poeta y ensayista Andrés Sánchez Robayna, fue el encargado de dar cuenta de algunos de sus detalles. «Quien conoce a Cristino se asombra de que sea un lector tan riguroso y serio. Es uno de esos pintores muy cultos. Desde joven leía poesía y tiene a la poesía como una referencia creadora fundamental», detalló.

Los intereses del creador son variados y durante toda su vida ha dedicado tiempo al estudio de la teología, la metafísica, la filosofía o a la lectura de los místicos. No obstante, pese a que es prácticamente imposible registrar toda la relación del pintor con la poesía, es innegable la deuda que mantiene con este género. «Toda su obra está marcada por la experiencia poética. Se enfrenta a la visión del mundo exterior e interior como algo esencialmente misterioso y tiene preferencia por la poesía ascética, espiritual y mística». 

Por este motivo, los cuadros aparecen en esta muestra custodiados o relacionados con textos escritos en referencia a su obra o que de alguna manera han inspirado al pintor. «Todos los textos que ven aquí al pie de las obras son debidos a los poetas. No se ha contado con la crítica sino con lo que los poetas han dicho y escrito sobre sus creaciones», destacó. 

Entre esos escritores figuran Adriano del Valle, Gerardo Diego, José María de la Rosa, José Hierro, Carlos Edmundo de Ory o Lázaro Santana, entre otros. También hay fragmentos de autores que le han marcado profundamente como Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez o Juan de la Cruz.

Además de esa «intercomunicación» tan evidente entre poesía y pintura que se personifica perfectamente en la figura de Cristino de Vera, hay otra característica que define también esta propuesta: el hecho de que la mayor parte de las obras que se exponen son desconocidas y pertenecen a colecciones privadas. «Eso le da un valor añadido, el 90% de ellas son inéditas y seguro que al maestro le hará especial ilusión reencontrarse con lienzos que hace mucho tiempo que salieron de su estudio».

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