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“En la novela histórica he encontrado un espacio en el que me siento confortable”

"Lo máximo a lo que se puede aspirar en este país es a un Premio Planeta o un Premio Nadal", señala la escritora Pilar Torres

“En la novela histórica he encontrado un espacio en el que me siento confortable”E. D.

Su segunda novela, titulada La llave del espejo, estuvo entre los cinco finalistas al Premio Nadal de este 2021. Parece un buen regalo de Reyes y una estupenda manera de comenzar este 2021.

Sí. Se me había olvidado por completo que salían los resultados el día 6 de enero. Me enteré de que era finalista a través de un compañero escritor en Madrid, que me mandó la nota de prensa y me felicitó. Ni me lo esperaba ni lo estaba buscando. Son estas cosas de la vida que aparecen inesperadamente y que son las más maravillosas de todas. En un primer momento me quedé impactada, después me desahogué y lloré. Luego ya disfruté de la alegría de compartirlo. Se había replicado la noticia en un montón de medios de comunicación porque la editorial sacó una nota de prensa al respecto. Ahí ya pude ver mi nombre y comprobé que era cierto.

Además, esta edición del Nadal ha sido la que más originales ha recibido con un total de 1.044 manuscritos. Figurar en el grupo de los cinco finalistas es casi como haber ganado un premio, ¿no cree?

Efectivamente. En todos los premios siempre hay una criba inicial de los manuscritos recibidos. En este caso supongo que esa selección ha sido bastante importante. Haber pasado por esa fase, llegar a la mesa del jurado especialista y entrar después entre los cinco finalistas para mí es como haber ganado. Aún más si se tiene en cuenta el número de ejemplares que se presentaron, que triplican a los recibidos el año anterior, que fueron unos trescientos y algo si no me falla la memoria. El dato de estar entre los cinco de 1.044 no es lo mismo que estar entre los cinco de trescientos. Así que estoy doblemente agradecida y contenta. Muy contenta.

Leía que ha presentado esta novela a muchos de los certámenes que se convocan en España pero que el Premio Nadal era especial, ¿por qué le hacía esa ilusión este galardón?

El Nadal es un premio que tiene su propio histórico y su propio caché. Además, es un galardón que respalda una editorial con muchísima antigüedad. Es una distinción que los entendidos de literatura consideran que favorece a los manuscritos con calidad. Está dentro de los premios que no son comerciales y que premian a la literatura. No es lo mismo estar premiada en un certamen de una diputación o de un ayuntamiento que en un premio con este recorrido histórico y prestigio. Obviamente, lo máximo a lo que uno puede aspirar en este país es un Premio Planeta o un Premio Nadal.

¿Y cuándo podremos leer su novela? ¿Hay fecha para su publicación?

Esa es la pregunta (risas). Nos estamos moviendo y espero que a lo largo del año ya la tengamos. Hay muchas expectativas, estamos moviendo los hilos para que sea lo antes posible pero no te puedo adelantar nada porque no está cerrado, de momento.

¿Y qué nos puede contar sobre el libro? ¿Se atreve a adelantarnos algo sobre la trama?

El libro se encuadra en dos momentos históricos: uno a finales del siglo XIX y otro en la época actual. La presencia de estos dos escenarios implica que el lector esté transitando de una época histórica a la otra. La primera tiene una forma de hablar, moverse, escribir o vestirse distinta. La segunda, una que le resulta más mucho más conocida, incluye móviles, internet y la gente habla de forma más rápida. Entre esos dos momentos históricos ocurre la historia. La novela arranca con un viaje en barco que viene desde Liverpool hasta Santa Cruz de Tenerife. En esa embarcación viajan dos de nuestros protagonistas, padre e hija, que vienen buscando un sitio amable y cálido. Canarias estaba saliendo de la crisis de la cochinilla y empezaba a despuntar como destino del turismo de salud. Ese enganche, ese traslado hacia Santa Cruz visto en los ojos de unos ingleses, va a ser el comienzo de la novela. Paralelamente, la segunda parte se desarrolla en la Casa Christie’s de Nueva York. Es una parte ambientada en el mundo pictórico, en el ambiente del arte. En esta parte el lector aprenderá los entresijos del mundo de las compras y las ventas de arte moderno, las tasaciones y se verá conducido a una irrefrenable búsqueda de respuestas a preguntas que plantea constantemente la trama.

¿Le gusta encuadrar esta novela en un género concreto?

La novela está encuadrada en unos hechos históricos. El lector puede encontrar guiños a la historia de las Islas y a la forma de vida en aquella época. Va a aparecer el Hotel Taoro, cómo era la bahía de Santa Cruz de Tenerife en aquella época o el mundo de las tejedoras de La Orotava. Hay detrás todo un trabajo de documentación. Pero también va a encontrar una novela que yo definiría como de ficción y de aventura. Hay también una parte que es una pesquisa, una búsqueda que va a tener Gabriel, que es el protagonista de esa parte actual.

Esta segunda novela. La primera fue La Quinta Bella Vista, editada por Idea. ¿De dónde le viene la vocación por la escritura?

La faceta literaria me viene desde que soy adolescente. ¿Por qué la novela histórica? Pues porque he encontrado un espacio donde me siento confortable. Me gusta mucho la parte de la investigación, que siempre me lleva un tiempo. Me gusta mucho ver cómo vivía la gente en otras épocas. En los dos libros, de esa investigación ha salido una historia que se ha ido montando a medida que voy trabajando. Para mí es una fórmula para crear historias sobre un tejido que ya está compuesto. Luego yo voy entrando y averiguando. De este tejido ya creado surgen personajes que se me ocurren a mí en mi cabeza. Quizás porque fui estudiosa o porque me gusta entrar en esos mundo desconocidos que ya existieron hace un montón de años.

Quizás me precipito dado que La llave del espejo aún no ha salido a la luz. ¿Haber sido finalista en un certamen de la relevancia del Nadal le ha animado a empezar a trabajar en otra de esas historias?

Trabajando no estoy. No estoy encima de otra nueva historia pero sí que me estoy documentando. Hay una idea que ha surgido en mi cabeza. Estoy buscando ese tejido que te comentaba antes para ir montando encima –sobre la base de la documentación– una historia. Tengo una intuición pero simplemente es una imagen en mi cabeza y espero que en un par de años pueda ofrecerla a la gente.

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