Solo falta una semana para su estreno y ya se han agotado las entradas para uno de los tres pases de Lucrezia Borgia, la esperada producción de Ópera de Tenerife. En concreto, ya no hay tickets disponibles para la función del sábado 28 de noviembre. Casualmente esta será la última ocasión para poder ver este espectáculo, que tuvo que ser suspendido en los últimos momentos de ensayos el pasado marzo a causa de la pandemia. Previamente, el estreno tendrá lugar el martes 24 y habrá una segunda función, además, el jueves día 26. El horario para los tres pases en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife se ha fijado para las 19:00 horas, media hora antes de lo habitual.

Esta coproducción con el Teatro Comunale di Bologna, Ópera de Oviedo y el Teatro de la Maestranza es, sin duda, una de las espinita clavada en el corazón de los gestores de Auditorio de Tenerife. Ocho meses después de que su estreno tuviera que ser cancelado apenas unos días antes a causa de la declaración del estado de alarma en España, por fin podrá levantar el telón. Con todo, la Lucrezia Borgia que la semana que viene se estrenará en la Isla dista mucho de la que se preparó originalmente en marzo. La causa de esos cambios son, evidentemente, las medidas sanitarias.

El escenario de la Sala Sinfónica, reconvertido en un espeluznante matadero para la ocasión, acogió ayer la presentación de la nueva ópera con la presencia de buena parte de sus protagonistas. Como anfitrión, el consejero insular de Cultura, Enrique Arriaga, aseguró sentirse “orgulloso” del esfuerzo realizado por todo el equipo para hacer de esta ópera un espectáculo completamente seguro tanto para el público como para los artistas que se subirán al escenario. “El Auditorio de Tenerife es uno de los pocos espacios culturales que pueden seguir programando a este nivel y con todas las garantías”, destacó.

La soprano canaria Yolanda Auyanet será la encargada de ponerse en la piel de Lucrezia y reconoció sentirse “encantada” de poder “por fin, mostrar el trabajo que hicimos en marzo y el que hemos estado haciendo de nuevo estos días”. La célebre cantante insistió en que este estreno es todo “un acontecimiento” y dio las gracias tanto a Ópera de Tenerife como al Cabildo por haber apostado por Lucrezia Borgia. “Lo más fácil hubiera sido cancelarla”, reconoció.

Todo el equipo lleva varios días ensayando porque muchas cosas cambiarán en el escenario y en el foso que ocupará la orquesta para cumplir con la normativa sanitaria. Por ejemplo, la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST) se presentará en un formato reducido de 32 músicos.

El director musical, el maestro Andriy Yurkevych, adelantó que se ha realizado una adaptación de la partitura para este número de intérpretes que, además, deben tocar más separados que antes y sin compartir el atril. “Todo cambia y es más difícil para la orquesta pero hemos conseguido el mismo sonido”, destacó.

Mientras, el tenor Antonino Siragusa es una de las nuevas incorporaciones al elenco. Se pondrá en la piel de Gennaro. “Es una gran satisfacción pisar ahora un escenario. Las medidas de seguridad aquí son extremas”, insistió. El famosos cantante debutará este rol en Tenerife, todo un reto porque se trata de un personaje “introvertido, que tiene muchas cosas dentro”, dijo.

Finalmente, y como responsable de la dirección de escena, la maestra Silvia Paoli ha sido la encargada de introducir todas las modificaciones para adaptar esta ópera a la normativa sanitaria en apenas cuatro días de ensayos. Toda la figuración y hasta el coro llevarán mascarilla y los cantantes podrán prescindir de ella solo en el momento de la interpretación y manteniendo una suficiente distancia de seguridad. Los cambios son tan evidentes que en muchas escenas no se podrá cantar frente a frente, sino que cada uno tendrá que hacerlo en una dirección para limitar cualquier posible riesgo.

“Ópera de Tenerife es como mi familia, los siento como si esta fuera mi casa y agradezco mucho todo el amor que me dan”, dijo Paoli. “Es tremendo ver el esfuerzo tan grande que está haciendo todo el equipo para que esto pueda ser una realidad. La cultura nutre la mente y el espíritu. Da esperanza, que es algo muy necesario: es la esperanza de poder volver pronto a la normalidad”, concluyó la maestra italiana.