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Crisis del coronavirus

Páginas para luchar contra el Covid-19

Los gestores de la cultura en la Isla afrontan la celebración de este inusual 23 de abril marcado por la pandemia con el recuerdo de los títulos que les han cambiado la vida

Páginas para luchar contra el Covid-19Carsten W. Lauritsen

Mañana, 23 de abril, debería ser un día de celebración. Así lo ha sido desde 1995, cuando la Unesco dedicó oficialmente la jornada al fomento de la lectura, la industria editorial y el arte de crear con palabras. Este 2020 ya nada será lo mismo, incluidas las conmemoraciones del Día del Libro. La fecha coincide con el fallecimiento de dos de los escritores más ilustres de la historia: Cervantes y Shakespeare. Mientras el mundo lucha contra la pandemia y los canarios sueñan con volver a disfrutar del aire libre, varios gestores culturales de la Isla se prestan a hablar de los libros que les han marcado o influenciado. Valgan estos personales consejos literarios para ampliar las limitadas miras del confinamiento.

Juan Márquez. El viceconsejero de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Canarias es, además, licenciado en Música en el Koninklijk Conservatorium de La Haya y miembro de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC). Como no podía ser de otra manera, Márquez se decanta por un autor canario, uno de los mejores, el surrealista Agustín Espinosa. En concreto, el dirigente habla de su primera obra: Lancelot 28º - 7º. "Su lectura nos adentra en una aventura tan épica como surrealista de Canarias. Con Lanzarote como principal protagonista, la isla es observada desde la rebeldía de un arte nuevo que, además de inspirar la visión creativa y ambientalista de César Manrique, situó a Canarias en las vanguardias de la primera mitad del siglo XX", comenta. Justo en noviembre del año pasado, el Gobierno de Canarias e Itineraria editorial publicaron esta obra.

Leopoldo Santos. Experto universitario en Gestión y Planificación Cultural y profesor de piano en el conservatorio, actualmente ocupa el cargo de Director Insular de Cultura y preside de la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST). Como es comprensible, le resulta difícil escoger un solo título. "Podríamos empezar en tiempos de primero de BUP, cuando me dieron a leer Las inquietudes de Shanti Andía, de Pío Baroja, por ejemplo", recuerda. No obstante se inclina por señalar un libro que leyó hace apenas un año y que le ha hecho replantearse algunas cosas. "Se llama Contra la empatía y es de un psicólogo norteamericano que se llama Paul Bloom. Es un ensayo un poco flojo desde el punto de vista literario pero muy importante en cuanto a divulgación", explica. "Lo que dice me afectó: que la empatía es una herramienta peligrosa para la toma de decisiones, muy al contrario de lo que en general se suele creer. El libro dice que, en general, las decisiones que se toman desde la empatía como emoción principal suelen ser anuméricas y sesgadas. No se trata de reivindicar a una persona sin corazón, la compasión comprensiva puede ser una vía más imaginativa y útil de sentir al otro", detalla Santos.

Gilberto González. El director artístico de TEA Tenerife Espacio de las Artes elige dos novelas. La primera se llama La Lengua del Tercer Reich, de Víctor Klemperer (1947). "Redacta un diario desde que el nazismo llega al poder hasta que acaba trabajando en una fábrica para judíos", recuerda. "Me parece muy pertinente para entender cómo el lenguaje nos va ayudando o va haciendo que lo que no es normal ni aceptable lo parezca", añade. El segundo ejemplar data de 1980, aunque la traducción al español es de 1997, El Imperio de Kalman el Lisiado, de Yehuda Elberg. "Es una historia de distintas generaciones de una familia de Europa central en torno a un hombre que nace sin apenas poder mover las piernas pero que acaba fundando un pequeño imperio económico", precisa el gestor de la sala de arte contemporánea.

José Luis Rivero. "Oigo las noticias de la televisión pública con la misma perplejidad con la que Marlowe escuchaba los tambores en El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, y me retumban en la cabeza la vacuidad de ciertas palabras, como en Lo real y en La conquista del aire de Belén Gopegui", reflexiona el director artístico de Auditorio de Tenerife, José Luis Rivero. "Todo parece un laboratorio de ficción como en las novelas de Ricardo Piglia", añade continuando con las referencias literarias. Rivero se confiesa un lector de filosofía y poesía que alterna en sus afectos entre Kierkegaard y Ramón Xirau, por poner un solo y sacrificado ejemplo. Pese a que se resiste a elegir y no es "tan ateo como heterodoxo, pienso en un plano maravilloso del From Hell de Alan Moore. No revelaré cuál", sentencia.

Francisco Sáenz. El director de la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife también se muestra contrario a la idea de aportar un único título. Como a cualquier buen bibliotecario, le gustaría poder ofrecer un listado completo. Aporta "una serie de recomendaciones absolutamente subjetivas y personales de libros de narrativa que me han dejado huella. Están hechas desde la persona y no desde los criterios profesionales, aunque en algunos casos ambos puedan coincidir". Su seleccionado principal es Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, de Pablo Tusset. "Normalmente cuando uno lee un libro y ocurre algo gracioso, te ríes por dentro y como mucho te saca una sonrisa, pero Pablo Miralles, el personaje principal de esta novela, logró arrancarme risas a carcajadas. Creo que algo así nos conviene a todos en estos tiempos", valora. Por si acaso, añade "algún suplente, por si se lo acaban pronto": En Canarias se ha puesto el sol, de Jordi Sierra, y Los renglones torcidos de dios, de Torcuato Luca de Tena.

Elena Cotarelo. La directora de la Biblioteca Municipal de La Laguna tampoco quiere centrarse en un solo título. "Me es muy difícil porque recuerdo con gratitud que llegaran a mis manos multitud de ellos en el inicio de mi etapa adulta", asegura. Tras hacer el sacrificio de la elección y teniendo especialmente en cuenta la situación actual, elige uno. "Tengo más presente Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago. Fue uno de esos libros que desde las primeras páginas me enganchó". Haciendo gala de su oficio, no deja pasar la ocasión de recomendar libros para los pequeños y más jóvenes de la casa. "Cualquiera de los libros de Adela Turin, Michael Ende, Jordi Sierra I Fabra o Carlo Fabretti, entre muchos otros", enumera.

La tristeza de los libreros tinerfeños

"Es un Día del Libro triste para todos". Remedios Sosa lleva años al frente de la Asociación de Libreros de Santa Cruz de Tenerife. Vivió la crisis de 2008, de la que el sector apenas ahora empezaba a recuperarse, y lamenta de nuevo que la cultura no sea una prioridad. "Estos hubieran sido unos meses de respiro para nosotros gracias a las ferias del libro, que se celebran prácticamente en todos los municipios", explicó. Esa pequeña "temporada alta" se truncó, de lleno, con la llegada de la pandemia y la declaración del estado de alerta. "No entra nada pero los recibos siguen llegando aunque estemos cerrados", lamenta. Las librerías tinerfeñas necesitan medidas de apoyo porque muchas apenas lograron sobrevivir a la anterior crisis y si lo hicieron fue renunciando a parte de su personal y "porque creen profundamente en la cultura y la democracia", apunta Sosa. El famoso bonolibro, la suspensión del cobro de impuestos hasta final de año y la compra de ejemplares por parte de los Ayuntamientos a través de estos puntos de venta son solo algunas de las peticiones que el sector lanzó el viernes pasado en el encuentro de los profesionales del mundo de la cultura con el ministro José Manuel Rodríguez Uribes. "Si no hay acciones concretas no sabemos qué va a pasar", asegura la portavoz de los libreros de la Isla. Los distintos gobiernos, continúa, "nunca se han planeado la cultura como prioridad". Conforme se avanza en estos planes de apoyo, los libreros se han propuesto realizar un análisis de la situación del sector y han enviado encuestas por todo el Archipiélago para tratar de saber cuántas empresas corren peligro y cuántas han tenido que acogerse a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). "Esperamos tener los datos en breve", adelantó. Las ferias del libro han empezado a cancelarse y la de mañana será una celebración del Día del Libro meramente online porque no se activarán los tradicionales descuentos del 10%. De hecho, se plantea posponer la jornada hasta el 23 de julio con la esperanza de que en ese momento la situación haya mejorado y se aplique la rebaja. Sobre la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, que tradicionalmente organiza la asociación que preside Sosa, la idea es celebrarla a principios de diciembre.

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