La cantautora lagunera Ana Guerra (1994) da la impresión de tener siempre una sonrisa en la cara, incluso cuando hablas con ella por teléfono y no las ves, quizás por ese motivo ha titulado su autobiografía 'Con una sonrisa', obra editada por Planeta que presentó el pasado sábado en la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, donde concitó a numerosos seguidores que la adoran. Esta simpática cantante y compositora, que saltó a la fama tras su paso por Operación Triunfo 2017, narra en esta obra, complementada con numerosas fotografías e ilustraciones, retazos del acontecer de su existencia desde cuando tenía siete años, recuerdos todavía presentes en su mente despierta, hasta la actualidad.

¿Qué cuenta en 'Con una sonrisa'. Qué quiere compartir?

Sobre todo es un libro donde hablo de que lo más importante de un artista, a pesar de la suerte que hemos tenido todos los que estamos en Operación Triunfo (OT), no nace de eso. Nace de mucho trabajo, del tiempo que estás en el conservatorio, tuve mucha formación, estuve cantando en la calle, tuve muchos noes en muchas ocasiones, que tiene un recorrido como para que la gente se acerque un poco más a mi y vea eso.

¿Cómo fue ese camino hacia el triunfo y la fama?

Bueno, inesperado. Creo que es la palabra que mejor lo define. Nunca esperas que te pase algo así porque siempre ves que les pasa a los demás y fue superbonito. Todavía sigo descubriendo cosas de este mundo maravilloso, pero lo mejor es el hecho de levantarme cada mañana dedicándome a lo que me gusta.

¿Porqué escribió este libro?

Alguna vez lo pensé, no te lo voy a negar, pero es algo que de repente salió de la editorial , que tuvo la idea loca de animarme a escribir un libro. Lo único de lo que podía hablar era de mi propia experiencia hasta la edad que tengo. Me dijeron que si, pues adelante.

¿Cuenta toda su vida o sólo la etapa de OT y la posterior?

No, desde los siete años, mi encuentro con la música, de todo, hasta cómo lo pasé en OT, cómo lo viví, cómo fue la salida...

¿Qué quiere aportar al lector?

Solamente que quien quiera acercarse un poquito más a mi y conocerme un poco más a mi tiene la posibilidad de hacerlo a través de mi libro Con una sonrisa. Al final, en cada capítulo tengo una participación con el lector donde siempre quiero que me escriba, le animo a escribir sobre algo diferente en cada capítulo y siempre están los hashtag por si lo quieren compartir en las redes conmigo. Les animo a participar conmigo de alguna manera en cada capítulo

¿Qué es lo que menos le ha gustado de esta experiencia?

No hay nada que no me haya gustado de la experiencia. Hay cosas que no son tan agradables, como tener que leerte el libro un montón de veces, porque tienes muchas correcciones. Tienes que releerlo, encontrar fotos..., pero todo forma parte del proceso de escribir un libro. No es que no me haya gustado, pero llegó un momento que me decía estoy leyendo otra vez mi libro. Me lo se de memoria.

¿Es la primera vez que escribe un libro?

De niña me encantaba escribir siempre, sobre todo cuando tenía un mal día. Mi padre, que hizo el prólogo, cuenta que tengo un montón de relatos escondidos en cajones, pero no me he considerado nunca una escritora, sino que era algo que me ayudaba, como la música, a desahogar mi mente.

¿La publicación de este libro la anima a escribir otro de relatos?

Eso son palabras mayores. Para eso hay que saber más de lo que yo se y estudiar más de lo que yo he estudiado. A eso le tengo mucho respeto. No es igual contar mi vida, que lo puede hacer como yo quiera, que meterme en una fantasía o en un relato. Eso son palabras mayores.

¿De que tratan esos relatos que escribió de niña?

Son como reflexiones de la vida que yo hacía en algún momento. Soy una persona muy dramática y muy intensa, entonces eran reflexiones de la vida de momentos que estaba viviendo. Algunos se convirtieron en canciones, pero bueno, nada importante.

¿Qué es lo más importante para usted en la vida?

Tengo un frase que la digo en el libro, que la explica muy bien, pero sacada de contexto puede sonar fuerte. Yo trabajo para vivir, no vivo para trabajar. No significa que no me emocione mi trabajo, ni que no lo haga con el mayor amor del mundo, con todo el alma y todas las ganas, y que me pegue trabajando sin querer 24/7 -24 horas los siete días de la semana-, porque no soy capaz de hacerlo de otra manera. También le doy valor a otro tipo de cosas, como la familia, la salud, la amistad..., sobre todo el tema de la salud y tener alguien con quien compartir las alegrías, llorar las penas, tener alguien a tu lado de verdad. Mis amigos siguen siendo los de antes.

¿Cuál es su escala de valores, qué aprecia más de las personas?

Por encima de todo el respeto, la lealtad. Me gusta que la gente que me rodea sea alegre y optimista. Yo me guío mucho por la energía que me transmiten las personas. No puedo estar con un persona que no me trasmita buena energía, que me transmita oscuridad. No puedo trabajar con ella, porque tengo muy en cuenta la energía de las personas. Tampoco puedo estar en mi vida con alguien pesimista, porque soy una persona muy empática con los demás y absorbo mucho el estado de ánimo de la gente que me rodea. Por ejemplo, si alguien querido sufre yo sufro mucho también, entonces valoro sobre todo esas cosas.

¿Hay algún lema que presida su vida?

Querer es poder y lo llevo por bandera. Siempre he pensado que si una persona puede escalar el Everest haciendo el pino yo también. Otra cosa es que quiera. Las fronteras y los límites te los pones tu en tu vida.

¿Tiene algún lema más?

El hecho de como vivo. Por ejemplo, si quiero algo lo visualizo mucho para que me salga.

¿Qué echa de menos de su anterior vida. Echa de menos el mar?

Dormir más, soy muy dormilona. No paro. Odio madrugar con toda mi alma. Lo echo de menos y sobre todo venir más por casa, estar más con mi familia y mis amigos, pero ellos lo tienen muy claro y nunca me echaran en cara no estar tanto como antes. Todo lo contrario, por eso tengo mucha relación con mi familia y mis amigos. También echo un montón de menos el mar, por eso me escapo cada vez que puedo.

¿Cómo es su esquema de vida diario, monótono?

Es que varía tanto... No sería capaz de decirte una rutina. Lo único que no cambio es que tomo un café por la mañana y que veo Netflix antes de dormir. Sí puedo elegir la hora de acostarme y a la que levantarme. Soy supernocturna. A lo mejor me acuesto a las tres de la mañana, pero estando en casa, no me gusta salir de fiesta. No soy una chica a la que le guste ir a las discotecas. Estando en casa me encanta si puedo acostarme a las tres de la mañana y levantarme a las doce del mediodía, pero normalmente no puedo.

¿Casi vida de estudiante universitario?

Sí, sí, pero es maravilloso no tener una rutina, lo agradezco un montón.

¿Ha merecido la pena poner la vida patas arriba como comenta en su libro 'Con una sonrisa'?

Si, claro, sobre todo merece la pena cuando estás encima de un escenario, con la gente. Estas percibiendo la energía de tus seguidores. Ahí es cuando de verdad dices, merece la pena.

¿Qué ha cambiado en usted desde que se fue a vivir a Madrid?

He cambiado mucho, pero porque la experiencia te cambia un montón como persona, pero sigo siendo la misma chica que vendía perfumes en el Corte Inglés. Todo mi entorno lo sabe, lo aprecia y lo nota.

¿No se la ha subido el éxito y la fama a la cabeza?

La verdad es que no, sino ya me habrían llovido un par de collejas hace tiempo.

¿Cualés son los temas predilectos de sus composiciones musicales, de qué le gusta hablar?

No tengo una predilección por un tema, pero si tengo claro de lo que no me gusta hablar; pero puedo hablar de cualquier cosa, historias que me cuentan, cosas que me pasan, ideas que se me cruzan...

¿Compartir sentimientos y vivencias con sus semejantes?

Normalmente cuando te sientas a componer empiezas a compartir cosas de tu vida y de ahí sale algo.

¿Está presente su tierra en sus canciones?

Obviamente. De hecho estuve componiendo en Miami y teníamos un montón de cosas en común, sobre todo porque tenemos el mar. Tenemos unos ritmos y unos sonidos diferentes porque es diferente la música que se consume en Canarias de la que se consume en la península. Nosotros somos más latinos. Claro que mi tierra influye, pero de una forma indirecta.

¿Antes interpretaba boleros y tangos, que canta ahora?

También tengo boleros, lo que ocurre es que al pasar por un programa como OT y estando donde estaba te abre mucho la mente musical y pasas de escuchar y cantar el mismo tipo de música a confiar en gente. Tenías las canciones que te pusieran y punto. Ellos veían un potencial en ti que tu no eras capaz de ver, entonces me dieron otros géneros y de momento no soy cantante de un solo estilo.

¿Le hubiera gustado cantar en Eurovisión con los palos que le están dando a España?

La verdad es que no es algo que me hiciera verdadera ilusión, sobre todo por el respeto que le tengo a la historia de representar a un país. Creo que lo hubiera pasado peor por los nervios que haberlo disfrutado. En ese momento no me sentía preparada.

¿Ha hecho muchos duetos con diferentes artistas, hay alguien en especial con el (la) gustaría hacerlo?

Me gustaría mucho con Juan Luis Guerra y Alejandro Sanz.

¿Qué proyectos tiene en mente , además de promocionar su libro?

Estoy de gira con mi disco Reflexión por distintas partes de España, paso el 29 de junio por Las Palmas. Luego arranco otra gira, en la que vendré a Tenerife a finales de año. También seguiré trabajando música nueva y componiendo y a ver con qué me sorprende la vida, porque me dejo llevar.

¿A la espera del libro de oro o el de platino?

Jajaja. Siempre lo digo, no me considero para nada una escritora. Soy cantante, pero si a la gente le gusta. Me han ayudado mucho a escribir el libro, aunque refleja como hablo yo y ha sido revisado por mi muchas veces. El último capítulo, que se titula Gracias, está escrito por mi sola. Este libro soy yo.

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