El Tenerife Espacio de las Artes (TEA) de Santa Cruz, que en un principio se iba a denominar Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea (IODACC), dedica, por fin, una sala permanente al pintor lagunero, cuya colección, una de las más completas del mundo, servirá como uno de los más importantes reclamos para atraer a visitantes al centro museístico tinerfeño. Cabe señalar que la entrada será gratuita para los residentes en Canarias.

Esta iniciativa se materializará desde hoy en una exposición permanente, "Óscar Domínguez: Entre el mito y el sueño", en la que se mostrará una selección de obras de los fondos reunidos por el Cabildo de Tenerife durante dos décadas, periodo de tiempo en el que se han adquirido medio centenar de piezas entre pinturas, objetos, decalcomanías (técnica que inventó el artista) y dibujos, entre otros materiales. También se exhiben algunas cuadros procedentes de colecciones particulares y de varias instituciones canarias.

El comisario de la muestra y conservador de la colección del TEA, Isidro Hernández, explicó que esta propuesta en torno a Domínguez, uno de los máximos exponentes del surrealismo en España junto a Salvador Dalí y Joan Miró, "es una selección de los fondos que se han ido completando de forma selectiva por etapas durante los últimos veinte años".

"La idea es dejar una sala permanente. El compromiso es con el espacio, dedicado a O.D. y su contexto histórico, de tal manera que la exposición varíe de forma dinámica. Estará abierta durante un año y medio, pero se organizarán otras desde otro punto de vista de O.D., desde otras perspectivas. Habrá diversas miradas, encuentros, otras maneras de tratar a O.D., porque es muy rico debido a sus diferentes etapas. Hay muchos frentes donde se puede abrir un discurso sobre él y su obra".

La estructura que se ha dado a la exposición está concebida de una forma muy didáctica y sencilla, con la intención de que atraiga tanto al público adulto como a los escolares. "Hay textos, fotografías, cajas de luz y vídeos, entre otros recursos, para que de una manera sencilla y divertida le guste a todo tipo de público".

Hernández comentó que, obviamente, todas las piezas de la colección del TEA del artista tacorontero no se pueden exhibir en la muestra, pero se irán incorporando en otras propuestas.

El recorrido por la vida y obra de Domínguez (La Laguna, 1906 - París, 1957), comienza por su etapa surrealista daliniana de principios de los años 30, de la que hay testimonios como el cuadro titulado "La bola roja" (1933). "También hay un apartado que trata sobre sus objetos surrealistas, de los que poseemos dos".

Otra de las secciones versa sobre las decalcomanías, una de sus principales aportaciones al mundo del surrealismo, utilizada después por otros artistas inscritos en el movimiento.

Asimismo, se incluye "Los platillos volantes" (1939), de su época cósmica y relacionada con la guerra, entre otras piezas realizadas durante el período metafísico y el estilo picassiano, hasta desembocar en la década de los años 40, con "La mujer del diván", o la técnica del triple trazo y la etapa informalista, con cuadros como "Delphes" (1957).

Por último, "Óscar Domínguez: Entre el mito y el sueño" incorpora dos significativos retratos del pintor, como son en el que aparece con gesto suicida, con un corte en uno de sus brazos, fechado en el año 1933, y el autorretrato con cabeza de toro, de 1941.

La feliz iniciativa del Cabildo de Tenerife, que estuvo representado por su presidente, Carlos Alonso, y por el consejero de Cultura, Cristóbal de la Rosa, es un gran acierto, porque implica "sacarle jugo" a una considerable inversión económica cuyo resultado salía a la luz pública en ocasiones muy puntuales, como en el caso de la excelente exposición que se hizo bajo el título "Una existencia de papel", sobre la faceta desconocida del artista, o cuando se prestaron diecinueve obras al Museo Reina Sofía de Madrid para un homenaje al pintor que organizó la citada pinacoteca.