La murga, la rondalla, la agrupación, la Canción... es pueblo y el pueblo, Carnaval

La calle de La Noria revivió el Carnaval tradicional que protagonizaban los grupos, cuando cantaban a pie de calle. Ocho años después de la primera experiencia emprendida por la rondalla El Cabo, la céntrica vía capitalina fue el escenario del mano a mano entre la formación lírica que fundó Faustino Torres y de la que Israel Espino es signo sucesor con Bambones, compañeros de viaje con El Cabo desde los inicios, si bien en la tarde noche del pasado Lunes de Carnaval se sumaron la murga femenina decana Marchilongas, la agrupación musical que suma cinco primeros premios de Interpretación consecutivos, Caña Dulce, y el grupo de la Canción de la Risa, Los Dibujos Animados.

Y a la exhibición de cinco grupos que pertenecen a cuatro modalidades diferentes que muestran los diferentes estilos que existen en la fiesta, se sumó un componente emotivo para poner el valor le magisterio del compositor de Santa Cruz en Carnaval, considerado popularmente el himno de la fiesta. Por este motivo, el presidente de la Unión Artística ElCabo, Joe Socorro, fue el encargado de sorprender con la entrega de la insignia de plata de la sociedad al músico AgustínRamos, padre del himno, que se encontraba entre el público y a quien Israel Espino lo invitó a dirigir a la macrorrondalla que formaron los propios componentes de El Cabo, más Bambones y Marchilongas –que fueron invitadas con motivo de su 35 aniversario, por lo que recibieron una placa–. Los tres grupos prepararon la versión para rondalla de la obra, a la que se sumaron también Los Dibujos Animados y Caña Dulce.

‘Encuentro Triqui’ en la calle de La Noria entre Cornucas y nuevas generaciones

La ausencia de orquestas y de música de baile en la zona y el característico ambiente familiar de la calle de La Noria facilitó este número que estremece las entrañas, una cita con la esencia del Carnaval, donde el público privilegiado que sabe de esta costumbre desde hace ocho años se hace el encontradizo cada Lunes de Carnaval, después de las nueve de la noche.

Fue en 2016 cuando la Unión Artística El Cabo, con Israel Espino al frente, se le ocurrió sacar la tarima a la calle de La Noria para interpretar parte de su repertorio. Ocurrió ya entonces, y desde entonces se ha convertido en costumbre, que Bambones se suman a la cita porque en aquella fecha los de Primi Rodríguez tenían en la calle de La Noria su cuartel general, donde cambiarse, en la llamada Bambocueva, la justificación ideal para que la rondalla y la murga vecinas hicieran Carnaval.

Con la salvedad de la edición que la fiesta se suspendió por la pandemia –2021–, siempre se ha celebrado este encuentro que ha ido a más; este año con Marchilongas, Caña Dulce y Los Dibujos Animados.

La cita estaba preparada gracias a la colaboración entre Israel Espino y Julio Alexis Fernández, que compartieron la versión de rondalla del Santa Cruz en Carnaval con el que se iba a sorprender al maestro Agustín Ramos, y el presidente de la sociedad, Joe Socorro, lo bordó con la decisión de entregar por primera vez de forma pública en este acto, en la calle de La Noria, la insignia de plata de la Unión Artística El Cabo, un reconocimiento que es la máxima distinción que otorga la rondalla de Faustino Torres a una persona ajena a las filas de la institución. Y con la relevancia e importancia que entraña el premio lo recibió un Agustín Ramos que si se emocionó con la mención, mantuvo la ilusión, o incluso fue a más, cuando se vio en plena calle de La Noria dirigiendo a una macrorrondalla con casi medio millar de personas.

Y guiños, gestos entre los protagonistas de los concursos que también protagonizaron la cita con la solera de ser los primeros premios de interpretación de rondallas, murgas y agrupaciones musicales y el tercer premio de disfraz de Marchilongas o el segundo de Interpretación de los Dibujos Animados... Hasta el mismísimo Besay Pérez, hoy más cantante profesional que solista de rondallas, hizo un paréntesis para interpretar Oh, sole mío, enfundado en su disfraz de hippie de Lunes de Carnaval. Pero lo más importante fue que, ajenos a los cartones, la murga, la rondalla, la agrupación, la Canción de la Risa... es pueblo y el pueblo, Carnaval.