Saida Prieto: «Hay que aprender a sentir la grandeza de nuestro Carnaval para ser su embajadora»

¿A qué se dedica?

Trabajo como personal de sala en eventos de cultura y estudio para ser Auxiliar de Enfermería.

¿Cuáles son sus aficiones?

Tengo muchísimas. Como comparsera que fui, la danza me ayuda y me saca de los días de estrés. Me gustan el cine, la playa y viajar. Pero siempre busco tiempo para pasarlo en familia con mi hija y mis padres.

¿Cómo se convierte en candidata a reina del Carnaval?

Para mí es la segunda vez (obvia la primera en la que no llegó a desfilar). Me tocó trabajar en el Recinto Ferial un día, me paró el diseñador, Jonathan Suárez, al que conozco hace años de la comparsa Los Rumberos, y me lo propuso. Le di el sí porque hay mucho sentimiento de Carnaval en este corazón.

¿Qué sintió cuando le dijeron que sería usted?

Yo no me lo esperaba y ahora mismo, a falta de unos días, estoy muy nerviosa.

¿Es muy carnavalera?

Muchísimo. Vuelvo cinco años después y ser reina del Carnaval de Santa Cruz va más allá, eres la embajadora de la fiesta durante todo el año y tu nombre quedará grabado ya en la historia para siempre. Es algo demasiado grande representar al mejor carnaval del mundo. Es un sentimiento profundo por piedras, purpurina y lentejuelas.

¿Sale mucho o va más bien a los días grandes?

Salgo a ratitos, pero no hasta las cuatro de la mañana. Me gusta compartir y bailar las canciones de la época de cada uno.

¿Carnaval de noche o Carnaval de día?

Veo muy bien el de día, una idea acertada, porque soy madre y la niña me pide bajar a la feria. Allí nos encontramos con otros papás y mamás y se crea un buen ambiente. Das un paseo y es muy familiar. La noche es para gente más mayor, aunque salgan de todas las edades.

¿Cuál es su primer recuerdo del Carnaval?

Cuando de niña y adolescente le decía a mi madre, Dulce, que quería ser comparsera o desfilar como candidata a reina. Dos sueños que se hicieron realidad con los quince años que estuve en Cariocas y con ser aspirante la vez anterior (se refiere al año 2018). Mi madre me bajaba –nació y reside en El Toscal– al concurso de comparsas cuando era en la plaza de España y al de Ritmo y Armonía. También me llevaba a la gala de la reina y yo decía que quería estar dentro de una de aquellas fantasías. Y l o conseguí.

¿De qué le gusta disfrazarse?

Me disfrazo de cualquier cosa porque aquí llevamos el carnaval en la sangre y salimos a compartir, disfrutar y divertirnos, da igual lo que te pongas, como si es un pijama o una bata.

¿Qué cree que necesita una candidata para ser reina?

Todas tenemos ilusión, pero hay que aprender a sentir la grandeza del Carnaval que representas y vas a defender como embajadora de la fiesta y de la Isla, eres su imagen. Es un sentimiento muy profundo. Las candidatas deben poner alma, ilusión y ganas, pero sobre todo ser buenas personas y humildes porque con la humildad se llega lejos.

¿Cómo se ve en cuanto a las opciones de ganar?

Estoy feliz y es algo inexplicable. Me veo demasiado yo dentro de esa fantasía. Nunca había estado tan nerviosa. El sentimiento lo llevo siempre por delante. No me gusta, me encanta y me brillan los ojos cada vez que la veo.

¿Sería partidaria de que se eligiese el rey del Carnaval?

Por supuesto, no hay nada de malo. Ya se ha hecho, creo que en el Puerto de la Cruz y se trabaja en ello. No hay que juzgar sino respetar gustos y elecciones. Sería un acto más que aportar a la fiesta.

¿Y de una gala ‘drag queen’?

Me alegro mucho de que se celebre este año por todas las personas que lo han intentado y no han podido. La gala drag de Las Palmas es espectacular. Nuestro Carnaval crecería y eso es lo importante.

¿Cómo le describiría el Carnaval a un extranjero?

En inglés le diría beautiful. Que lo grabe en su vida y en su retina porque es donde siempre lo podrá ver y disfrutar. Las ganas le harán volver seguro.

¿Sigue a alguna murga o grupo del Carnaval?

Lo sigo todo, lo vivo, cada uno tiene su punto y su sitio, un color especial. Fuimos a entregar los premios a la final de murgas y se me erizaban los pelos oyéndolas.

¿Le gustaría dedicarse al mundo de la moda?

Me ha encantado siempre, antes del accidente y después, aunque no pensé que me presentaría a miss en varios certámenes nacionales e internacionales y menos aún en ganar unos cuantos. Mi equipo y yo dijimos sí podemos y pudimos. Me gusta mucho la moda porque conoces otros sitios y a otras personas, pero sobre todo te conoces más a ti misma y sacas las cosas buenas que tienes dentro.