Carnaval 2024 | Concurso coreográfico

LS Tribu revalida su título por partida doble en el concurso coreográfico

Yu-Funk, segundo en Interpretación, seguida de Loli Pérez –también tercero de Presentación–, y accésit para Ballet Dance; en Presentación, segundo para Bohemios, y accésit, paraAzahar.

Pablo Gutiérrez

De Alicia en el País de las Maravillas en 2023 a la Bella Durmiente de esta edición que le permitió revalidar por partida doble el primer premio de la pasada edición cuando se daba sin distingo a diferencia de este año que se otorga por primera vez en Interpretación y Presentación.

En Interpretación, detrás de LS Tribu, que logró el máximo galardón, el segundo fue para ⁠Yu-Funk; el tercero, para ⁠Loli Pérez y accésit para Ballet Dance.

En Presentación, LS Tribu hace doblete. El segundo al mejor disfraz fue para Bohemios, tercero, ⁠Loli Pérez; y accésit, Azahar.

Entre los ganadores se echó de menos a Onys Escuela de Baile en Interpretación y tal vez oro para el disfraz de la decana Bohemios.

Premios Interpretación

1.- LS Tribu

2.- ⁠Yu Funk

3. -⁠Loli Pérez

Acc. Ballet Dance

Premios Presentación

1.- LS Tribu

2.- ⁠Los Bohemios

3.- ⁠Loli Pérez

Acc. Azahar

Diecinueve grupos coreográficos protagonizaron el primer concurso coreográfico del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife que otorga premios de Interpretación y de Presentación; hasta ahora y desde hace cinco años solo otorgaba tres galardones en modalidad única.

Esta modalidad puede presumir de registrar le mejor entrada, al llegar tres cuartos del aforo del recinto ferial.

Esta edición abre la reflexión sobre si grupos formados en academias están en igualdad con formaciones coreográficas de toda la vida y sin más ambición que pasarlo bien y, de paso, ganar un premio en Carnaval.

El grupo Moana abrió el concurso coreográfico del Carnaval.

El grupo Moana abrió el concurso coreográfico del Carnaval. / Andrés Gutiérrez

1.- Moana (2005).- Dirigidos por Sonia Callejo, lucieron una fantasía de Vicente Vargas Jr. Los pequeños componentes lucieron una fantasía en la que predomina el azul sobre el oro del tocado.

Abrieron el repertorio los más pequeños de esta formación llegada desde Puerto de la Cruz para dar paso sobre el escenario a sus adultas al son de la rumba.

Unas pequeñas con una mezcla más urbana para dar paso a las mayores que apuestan por algo más latino en la música, que se quedan algo flojas en coordinación y actitud. Dificultad de ser quienes inauguran el concurso.

Yu-Funk Danceschool (2008), de Yurena de la Rosa.

Yu-Funk Danceschool (2008), de Yurena de la Rosa. / Andrés Gutiérrez

2.- Yu-Funk Danceschool (2008).- Sesenta componentes con diseño de Yurena de la Rosa, 'alma mater' de esta formación a la que también hace el diseño. Arrancan con la proyección en el que revive el casting de Fama, para dar paso a The Golden 954. Ella, Yurena de la Rosa. Así se presenta esta formación. Se distribuyen en tres grupos sobre el escenario, con un movimiento milimétrico que contagia y transmite vértigo. Y para vértigo... ¡A dos segundos se quedaron de los diez minutos de duración del repertorio!.

Gran dificultad por coordinar a más 60 bailarines en el escenario, apuestan por una mezcla musical puramente urbana. Hay acrobacias, juegos de alturas, portes, en cuanto a pasos hay desde el hip hop old school, waves, figuras hasta el wacking. Muy bien la distribución de espacios y grupos. Para los nostálgicos el guiño al audio del casting de su directora en fama revolution

Onys Escuela de Baile

Onys Escuela de Baile / Andrés Gutiérrez

3.- Onys Escuela de Baile (2021).- Ciento doce componentes... Ahí es nada. Con cuartel general en El Sobradillo, en el distrito Suroeste, este colectivo está dirigido por Olga López y sus coreógrafas: Paula Concepción, Laura Hernández y Olga López, que lucen un diseño de Toñi Rodríguez de la Paz.

Homenajes a Beyoncé y Rihanna, haciéndolo más difícil llegando a tener más de 110 bailarines en el escenario. Un gran ejemplo de coreografía inclusiva y adaptada, para todas las edades. Homenajes al hip hip clásico, el empoderamiento de Missy Elliot, llevando el urbano al rap. Destaca la buena coordinación y actitud de todo el grupo.

Azahar, de Ana Manrique de Lara

Azahar, de Ana Manrique de Lara / Andrés Gutiérrez

4.- Azahar (1991).- La conversión del festival coreográfico en concurso plantea precisamente el reto de cómo puntuar a grupos de diferentes estilos en la misma categoría de Interpretación. El jurado puntúa en el mismo capítulo el baile urbano como el flamenco... En cuarto lugar llegó uno de los clásicos del Carnaval, Azahar, con su fantasía Al-Andalus, una creación de la mentora del grupo, Ana Manrique de Lara, que representa los orígenes del Flamenco, patrimonio inmaterial de la humanidad, del que las danzas árabes son unas de las danzas que forman parte de sus orígenes.

Comienzan con un guiño a Aladdyn y las Mil y una noches. Influencias árabes en su musicalidad y fusionan con pasos clásicos del flamenco como nos tienen acostumbrados, con líneas limpias con los ritmos árabes y danza del vientre. Se atreven a incluir un elemento como un abanico con tela que suma fluidez a su movimiento.

Star Dance, dirigidos por Ylenia Pérez y llegados desde María Jiménez.

Star Dance, dirigidos por Ylenia Pérez y llegados desde María Jiménez. / Andrés Gutiérrez

5.- Star Dance (2016).- "De Oca en Oca, los chicos del parchís llegamos este año al Carnaval" es el título de la fantasía que luce esta agrupación que tiene sede en María Jiménez. Entre las satisfacciones de Ylenia Pérez, su directora, el incremento de componentes, pues este año superan los 40 integrantes, incluyendo al pequeño de 4 años que buscaba a su tía abuela antes de salir al escenario. Esencia de Carnaval, que se transmite de generación en generación.

Aprovechan sonidos y canciones clásicas mezcladas con bases más actuales. Apuestan por acrobacias, con transiciones que no quedan claras y no parece que haya buena gestión del espacio y las participantes dentro de la coreografía.

Ballet Dance, dirigida por Silvia Paredes.

Ballet Dance, dirigida por Silvia Paredes. / Andrés Gutiérrez

6.- Ballet Dance (2007).- Con coreografía de Cristin Martín y Pablo López, esta formación lució una creación del propio grupo. A las órdenes de Silvia Paredes, heredera de Carnaval. Su padre, Paco, referente de murgas con los recordados Chichiriviches.

Presentan el repertorio Súper Bowl de Riahnna.

Mucho riesgo en las acrobacias. Lo que empieza como casi una réplica del número de rihanna en la súper bowl, evoluciona a base de riesgo, con dinámicas limpias y transiciones que van a favor de la musicalidad. Figuras coordinadas y mejor actitud grupal.

Odali, de Davinia Pérez y Omayra Torres.

Odali, de Davinia Pérez y Omayra Torres. / Andrés Gutiérrez

7.- Odali (2010).- Dirigidos por Davinia Pérez y Omayra Pérez, llegan desde Arafo para rendir homenaje al 1, 2, 3... Odali responde otra vez, con una fantasía de Ana Ramos.

Homenaje al programa 1,2,3 en su disfraz y con la música. Apuestan por un acting que desdibuja cualquier intento de coreografía. Un guiño a los nostálgicos con más espacios para las poses y la quietud, que para el propio baile. Quizás para una exhibición de gimnasia rítmica…

Luther King San Miguel (1992), dirigidos por Moisés Delgado.

Luther King San Miguel (1992), dirigidos por Moisés Delgado. / Andrés Gutiérrez

8.- Luther King San Miguel (1992).- Bajo la coordinación de Moisés Delgado, estos setenta alumnos del Luther King de San Miguel presentan el trabajo preparado en las clases extraescolares. Tercer año de participación de Santa Cruz.

Outfit no cohesionado, posiciones atropelladas, transiciones más marcadas que bailadas. A ritmo de Sean Paul aparecen uniones interesantes. Acusa más la falta de fuerza en los pasos que la descoordinación entre el frente y el fondo del escenario.

Primer concurso de Carnaval de CD Andreína Acosta.

Primer concurso de Carnaval de CD Andreína Acosta. / Andrés Gutiérrez

9.- CD Andreína Acosta (2010). Son 83 componentes y lucen la fantasía "De oca a oca", una creación de Israel Henríquez y Andreína Acosta, la mentora de este grupo que se estrena en el escenario de Carnaval. En sus filas, componentes de edades comprendidas entre los tres y los veinte años.

Un calentamiento de ballet que rompe con la sintonía del Grand Prix para hacer una exhibición de flexibilidad, acrobacias y figuras a distintas alturas. Guiño a los nostálgicos con el Juego de la Oca. Un 'baile de secuencias' bien ejecutadas más que de coreografías propiamente dichas.

Ibaute, de San Andrés, dirigida por Elizabeth Simón.

Ibaute, de San Andrés, dirigida por Elizabeth Simón. / Andrés Gutiérrez

10.- Ibaute (2001).- Desde San Andrés, "En la tele y en la tienda estoy y ahora... ¡Al Carnaval me voy!" es la fantasía creada por Elizabeth Simón, también su coreógrafa.

El guiño al ‘Barbie girl’ de Aqua parece evidente desde el comienzo de su puesta en escena. Aparece el dancehall fusionado con urbano actual, pero con dobles tiempos excesivos que no ocupan el espacio como requiere el ritmo. La mención de Los Peques mezclado con Bad Bunny merece al menos una reflexión.

Wild Dance, de Puerto de la Cruz.

Wild Dance, de Puerto de la Cruz. / Andrés Gutiérrez

11.- Wild Dance (2010).- Formación llegada también desde Puerto de la Cruz con una coreografía de Airam Rodríguez y el diseño de Jonathan Suárez.

Ritmos latinos con una puesta en escena y unos pasos más propios de una comparsa que de un grupo coreográfico. La propuesta musical, con interludio eurovisivo del ‘Dime’ de Beth y reflejos rock entre la batucada, revela algo de caos en el escenario y sus posiciones.

Loli Pérez, llegados de Güímar.

Loli Pérez, llegados de Güímar. / Andrés Gutiérrez

12. Loli Pérez (2005).- Participan en el Carnaval desde hace veinte año y mantienen esencia de grupo coreográfico, más allá de su vínculo con el deporte. Desde Güímar, fabrican carnaval con su baile.

Efectista inicio con potente mensaje en lengua de signos. Otro grupo que apuesta por el riesgo y no sé queda en acrobacias simples. Mortales, figuras y pasos para que brillen todas las edades. Excelente gestión del espacio, teniendo en cuenta el número de componentes bailando a la vez. Calidad acrobática y de posiciones, en la que se echa en falta algo más coreografiado, pero que pone en pie al recinto por méritos propios.

LS Tribu, que vienen de ganar el festival coreográfico de 2023.

LS Tribu, que vienen de ganar el festival coreográfico de 2023. / Andrés Gutiérrez

13. LS Tribu (2001).- El grupo coreográfico de la escuela de danza del mismo nombre ponen en escena una coreografía de Diana Rucabado, basado en Maléfica.

Un acting que funciona con toda la narrativa y donde no pierde el foco de lo importante: el baile. Cautivadores en todo momento. Pasos clásicos, coordinación, hip hop potente. Transmiten emoción de principio a fin. Brillantes.

Crazy Dancer

Crazy Dancer, con un diseño de Ana Ramos. / Andrés Gutiérrez

14.- Crazy Dancer (2011). Dirigidos por Lourdes Franquis, también su coreógrafa, esta formación reúne a tres generaciones. Con sede en la asociación de vecinos Santiago Apóstol, lucen una fantasía de Ana Ramos.

Popurrí eurovisivo que comienza con un slomo algo descafeinado, para la fuerza que se le espera. Bonito recuerdo al fuego de Eleni para dejarnos con un Waterloo algo agridulce y acariciar los flecos de Salomé. La intensidad de Conchita y Loreen también aparecieron, aunque algo tarde, como la coreografia del grupo.

Mi Escuela de Baile Los Realejos.

Mi Escuela de Baile Los Realejos. / Andrés Gutiérrez

15.- Mi Escuela de Baile Los Realejos (2023). Se estrenan en Santa Cruz con la dirección de Mírian Lorenzo y la fantasía de Joran Torres.

Acrobacias grupales, en un escenario que se les queda algo grande a pesar de la cantidad de componentes, quienes parecen luchar todo el rato contra una selección y edición musical que no rema a su favor. A pesar de las posiciones y acentos confusos, de los grupos que mayor actitud han dejado en el escenario.

Crew of Dreams, de Besay López.

Crew of Dreams, de Besay López. / Andrés Gutiérrez

16.- Crew of Dreams (2014). El carismático Besay López vino a plantear el debate entre el bien y el mal, con el diseño de Carlos Santana y la labor del equipo de coreógrafas.

Los momentos efectistas, revelaciones y mensajes que se dan deben ir a favor de la coreografía, cosa que no ocurre en la actuación. Lo más problemático es la gestión del espacio, con todas las transiciones, junto a una selección musical incoherente entre sí. La fuerza que transmiten y la buena actitud son sus ases.

Patronato Cultural Arona, con diseño de María Victoria Alcaide.

Patronato Cultural Arona, con diseño de María Victoria Alcaide. / Andrés Gutiérrez

17.- Patronato de Arona (2007). Laly Cruz realiza un collage coreográfico de los éxitos en los que desarrolla su coreografía y que aúna los diferentes colectivos llegados desde Arona con la fantasía diseñada por María Victoria Alcaide.

Llevan la literalidad de la temática del carnaval a un extremo innecesario, mezclando un acting que interrumpe la pequeña coreografía que debe haber marcada. Una selección musical con una edición que va en contra de las participantes, que suplen con ilusión la descoordinación en escena.

Funkyguachi, de Mónica Dorta.

Funkyguachi, de Mónica Dorta. / Andrés Gutiérrez

18.- Funkyguachi (2005). La sección coreográfica de la murga infantil Guachi está dirigida por Mónica Dorta, su coreógrafa; son grupo de Carnaval, no una extensión de academia de baile.

Propuesta interesante, buen uso del espacio, transiciones limpias y aparecen bloques coreográficos bien delimitados a los que le falta la fuerza que solo te dan las horas de ensayo y pisar muchas veces el escenario. Te dejan con una sonrisa y con una selección musical que va totalmente a su favor. Así sí.

Los Bohemios cierra el concurso coreográfico.

Los Bohemios cierra el concurso coreográfico. / Andrés Gutiérrez

19. Los Bohemios (1971). De la mano de Mabel Guiance, es la agrupación coreográfica madre de la modalidad y viene con una fantasía japonesa, anunciando el fin de su trayectoria.

Su punto fuerte ha sido la presentación de la fantasía, ya que apostando por la tradición japonesa en las colocaciones y pasos han podido lucirla. El contrapunto latino del bloque final no consigue destacar el movimiento del grupo en conjunto; su apuesta es el disfraz, su punto fuerte.