El Organismo Autónomo de Fiestas confía en que el Ejecutivo de Canarias formalice en el Consejo de Gobierno que se celebrará mañana, jueves, la modificación o aclaración del decreto que dictó el pasado 6 de septiembre en el que autoriza a los colectivos profesionales del mundo de la cultura a actuar, pero restringe dicha actividades a grupos como las murgas, comparsas, agrupaciones musicales, rondallas, al hacer constar que no se podrá cantar ni bailar.
La organización chicharrera considera que tanto el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife como el de Las Palmas de Gran Canaria han cumplimentado los trámites a los que se comprometieron con los responsables del Ejecutivo en las dos reuniones que se han celebrado desde el 7 de octubre pasado, al margen de los continuos correos que se han intercambiado para informar de los preparativos y caminar de la mano para fijar el protocolo que garantice el retorno de los grupos a los locales con las máximas garantías de seguridad.
De hecho, en la primera reunión la celebró el alcalde con el consejero de Sanidad, y dio paso a la continuidad de los trabajos, en un segundo nivel, con los responsables de Fiestas de las dos capitales, así como los máximos responsables del Servicio Canario de Salud y de Salud Ambiental.
Entre los compromisos, Santa Cruz y Las Palmas han elaborado un protocolo covid que entra al detalle en cómo se tiene que desarrollar la actividad en cada local, fijando un tope de 20 componentes y hasta una duración máxima de ensayos de una hora y media. Además, el concejal de Fiestas de Santa Cruz de Tenerife, Alfonso Cabello, junto al director del plan de seguridad para garantizar el retorno a los locales, Manuel Asensio, acordaron hacer una preinscripción, para saber qué formaciones salen y pedir la designación de un delegado covid por colectivo. Estos representantes fueron convocados a la reunión del pasado lunes en el recinto ferial donde se les hizo partícipe del compromiso que asumen –velar por el cumplimiento de la normativa–, a la vez que tienen que transmitírsela a cada uno de los componentes, que deben firmar tanto una declaración en la que admiten conocer el protocolo, así como su compromiso de que lo cumplirán.
Toca ahora el momento del Gobierno, con una muestra de que se permite el regreso a los locales condicionado a las medidas de seguridad. Ayer mismo se estudiaba si es preciso una modificación de la norma dictada el pasado 6 de septiembre o si por el contrario la actual situación permite que murgas, comparsas, rondallas y agrupaciones retomen la actividad conforme a las medidas de seguridad adoptadas por los ayuntamientos de Santa Cruz y Las Palmas en coordinación con los responsables sanitarios del Gobierno de Canarias.
De hecho, el Organismo Autónomo de Fiestas pidió de forma expresa a los grupos del Carnaval chicharrero que, aunque inicialmente les había dicho que no comenzaran a ensayar hasta recibir el curso covid que impartió Manuel Asensio el lunes, se espere a la modificación del decreto –o en su lugar a que el Ejecutivo permita de forma expresa el retorno a los locales– antes de comenzar a ensayar, y fijó para la próxima semana el momento de volver a los cuarteles generales, dando por hecho que el Consejo de Gobierno formalizará mañana su visto bueno a los protocolos de seguridad que han desarrollado las dos organizaciones carnavaleras.
En paralelo a la parte administrativa para garantizar ensayos con seguridad, el equipo artístico que lidera Javier Caraballero, responsable de los concursos del Carnaval, se ha centrado en las últimas cuarenta y ocho horas en llamar a todos los grupos preinscritos para conocer si precisan del local compartido que ha ofrecido la organización, y que pasa por elaborar un cuadrante para distribuir los preparativos con el compromiso de que todos los grupos de la misma modalidad tendrán el mismo número de ensayos. Fiestas celebra mañana un consejo para aprobar las bases de los concurso y el plazo de inscripción.
