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Albares alerta: la crisis alimentaria intensificará los flujos migratorios

El ministro de Exteriores alaba la labor del Programa Mundial de Alimentos en el Puerto de Las Palmas | Torres viajará a Marruecos con empresarios canarios

El ministro de Asuntos Exteriores visita la base del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en Las Palmas de Gran Canaria. | | JUAN CASTRO

Las hambrunas y la desesperación por no tener cosechas como tradicionalmente se tenían en muchos países ejercen un efecto de empuje hacia la migración, afirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. Durante un breve encuentro con los responsables del Programa Mundial de Alimentos (PMA), con base en el Puerto de La Luz y de Las Palmas, el ministro analizó la coyuntura internacional actual y lamentó que «los alimentos se han convertido en un arma con la que someter a la población». Albares destacó que los países más afectados por la falta de grano proveniente de Ucrania y por el incremento del precio de los fertilizantes se encuentran en el África Occidental y en el Sahel, a poco más de 100 kilómetros de Canarias. «No vamos a bajar los brazos ante esta dificultad», aseguró el ministro, quien relató que el director del PMA jamás se había enfrentado a una situación como la actual a lo largo de sus 30 años de experiencia al frente del programa.

Un ejemplo directo de cómo afecta la carestía de los alimentos a las acciones humanitarias es que los campamentos de Tinduf están al límite del desabastecimiento. Tanto el PMA, como Unicef, Acnur y el consorcio de oenegés que trabajan sobre el terreno advirtieron en agosto de la situación extrema que atraviesan para atender las necesidades de los refugiados saharauis. Sus almacenes, en los que ya no quedan alimentos básicos como arroz, gofio o pasta, se quedarán vacíos en menos de dos meses si no reciben ayuda de la comunidad internacional. El PMA, dependiente de las Naciones Unidas, proporciona el 95% de la comida que llega a los campamentos, pero se ha visto obligado a reducir las raciones en un 75%. Por esto, señalan que la solidaridad de la comunidad internacional es «imprescindible» para garantizar la atención de los refugiados y prevenir las graves consecuencias que pueden derivarse de la inseguridad alimentaria incrementada por el impacto de las consecuencias de la guerra de Ucrania y la falta de financiación.

En el encuentro, en el que también estuvieron presentes la subdelegada del Gobierno en Canarias, Teresa Mayans, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, el ministro aseguró que España demuestra su compromiso con el PMA, a la vez que con la lucha contra la crisis mundial de la inseguridad alimentaria con la aportación de soporte económico, ya que el Gobierno ha destinado casi ocho millones de euros a lo largo de 2022 a esta causa. Asimismo, anunció que están preparando un paquete financiero «más robusto» para luchar contra la hambruna del que su Ministerio dará más detalle cuando tengan definidas y cerradas todas las medidas que llevarán a cabo. «España va a estar junto al PMA y a los países más afectados por la falta de alimentos para garantizar que la inseguridad alimentaria sea paliada», aseguró el responsable de Exteriores. Por esto, destacó que «es una suerte» que el PMA pueda contar con un puerto como el de Las Palmas, porque sus condiciones climáticas permiten mantener una temperatura óptima para almacenar alimentos y, además, posibilita llegar en dos días a Mauritana y en siete días al resto de África Occidental.

El ministro apuntó que uno de los factores que recrudece la crisis alimentaria es el cambio climático. El PMA, señaló, ofrece una «respuesta humanitaria de emergencia» a la hambruna pero existe «una respuesta más de fondo», que sería lograr reducir el impacto del cambio climático. Por esto, recordó que ayer arrancó en Egipto la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27), un encuentro multilateral en el que 200 países trabajan para alcanzar acuerdos que ayuden a frenar las cada vez más graves consecuencias del calentamiento global. «Nunca en la historia hemos tenido una mezcla tan terrible de incremento de temperaturas, malas cosechas y una guerra con consecuencias devastadoras para la exportación de grano y fertilizantes», lamentó el ministro.

Negociar la mediana

Por otra parte, Albares garantizó ayer que Canarias «participa» en las reuniones entre España y Marruecos para delimitar las aguas «y se sienta» con la delegación española. En un foro informativo, recogido por Europa Press, valoró que la comisión de trabajo entre ambos países no se reunía desde hace 15 años y ahora, el Gobierno regional ha nombrado a un representante que participa en los encuentros en los que se debaten asuntos que competen al Archipiélago, aparte de que también han participado en las reuniones preparatorias.

Canarias ha estado presente en tres de las cuatro reuniones que han mantenido los gobiernos de España y Marruecos desde junio para tratar de alcanzar un acuerdo sobre los espacios marítimos. Sin bien la participación no está siendo tan determinante como el Gobierno autonómico esperaba, puesto que se han creado subcomisiones dentro del grupo de trabajo que debilitan la capacidad de influencia y la posibilidad de defender los intereses isleños.

Albares defendió también que la nueva relación diplomática entre España y Marruecos es «mutuamente beneficiosa» y se enmarca en el tipo de relación que quiere mantener el Gobierno con los países vecinos, puesto que aboga por un trato basado en el respeto mutuo, la ausencia de acciones unilaterales y el principio de «no injerencia» en asuntos internos.

En este sentido, afirmó que desde que en abril Pedro Sánchez viajó a Marruecos y firmó la declaración bilateral con el rey Mohamed VI «se están cumpliendo todos los puntos» suscritos en el acuerdo hispanomarroquí, que incluye la apertura de los pasos fronterizos con Ceuta y Melilla y la reactivación de la conectividad aérea y marítima. Además, subrayó que se ha incrementado la colaboración en materia migratoria y de lucha contra las mafias que trafican con personas. Así, Albares vinculó la nueva etapa de las relaciones Madrid-Rabat con la menor presión migratoria hacia Canarias.

A su juicio, el refuerzo de la colaboración bilateral en materia migratoria ha provocado una reducción del 14,1% en la llegada de embarcaciones precarias al Archipiélago en lo que va de año. En los primeros diez meses de 2022 alcanzaron las costas isleñas 14.457 personas de manera irregular, frente a las 16.827 que lo hicieron en el mismo periodo de 2021. Albares indicó que entre las prioridades de España cuando ocupe la presidencia de la Unión Europea figura la de impulsar un pacto equilibrado en materia migratoria, ahora que se están incrementado todas las rutas hacia Europea excepto las españolas, donde se está reduciendo la presión.

Además, el responsable de Exteriores avanzó que el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, prepara un viaje oficial a Marruecos junto a una delegación de empresarios de las Islas para explorar posibilidades de negocio en el país vecino.

«No hay ningún indicio» sobre una guerra nuclear

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró ayer que tanto España como Europa están dispuestas «a cualquier posibilidad de encauzar» la guerra de Ucrania desde el diálogo y la diplomacia, dentro del respeto a la integridad territorial del país agredido, aunque no ha sido optimista con el final de la guerra a corto plazo. «Ojalá me equivoque», pero durante la presidencia española de la UE en el segundo semestre de 2023 «la guerra seguirá presente» y, si no es la guerra, «serán sus consecuencias sociales y económicas», vaticinó Albares durante su participación en un foto informativo. El ministro advirtió que Rusia lleva su guerra de agresión a un escenario de guerra convencional a gran escala con la que se busca causar el mayor sufrimiento posible y señaló que «no hay ningun indicio de que se esté planteando usar una bomba nuclear tactica». Pero los ataques rusos a las infraestructuras energéticas ucranianas pueden generar un nuevo éxodo este invierno de dos millones de personas que se sumen a los siete millones que ya abandonaron el país, apuntó. Albares señaló que la política española y europea se dirige a conseguir la paz lo antes posible y proteger a los ciudadanos de las consecuencias económicas y sociales de la guerra. En esta guerra, prosiguió, están en juego los valores europeos, décadas de tolerancia, pluralismo y estado de derecho, además de la soberanía e integridad de un país que en ningún momento ha amenazado la seguridad de Rusia. La misma dicotomía entre los valores democráticos y la confrontaciones que se da en el panorama internacional se está produciendo en el interior de las sociedades europeas, alertó el ministro. Albares indicó que, por lo tanto, la primera prioridad de la presidencia española de la UE será afrontar as consecuencias de la guerra, incluida la reforma del sistema energético europeo que ya se está produciendo, «todo ello desde la unidad y no desde el sálvese quien pueda».

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