El exjuez Salvador Alba, condenado por los delitos de prevaricación judicial, cohecho y falsedad en documento público a seis años y medio de prisión y 18 de inhabilitación, no ingresó este viernes en prisión. Después de recibir la notificación oficial del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) el jueves por la tarde, tenía 24 horas para personarse en alguno de las cinco centros penitenciarios en los que puede entrar en calidad de su cargo -Estremera (Madrid); Sevilla I; Castellón II; Monterroso (Lugo) o Logroño (La Rioja) son las instalaciones dotadas con módulos de seguridad para quienes hayan perseguido delitos-. No lo hizo. Su defensa presentó nuevas alegaciones con la intención de anular el auto judicial y evitar entrar en la cárcel.
En un escrito registrado este viernes al que tuvo acceso Efe, el letrado Nicolás González-Cuéllar aduce una serie de posibles irregularidades en la tramitación de anteriores recursos de su cliente, que considera que deberían suspender su ingreso en prisión.
De esta forma, el que fuera magistrado trata de nuevo de evitar su ingreso en prisión. Este periódico trató de ponerse en contacto con Alba sin éxito para conocer cuáles eran sus intenciones, una vez se conoció la resolución de sus recursos.
Alba tiene pendiente de cumplir la condena de seis años y medio de cárcel que le impuso el TSJC por haber manipulado una instrucción penal para perjudicar a la jueza Victoria Rosell, cuando ésta era diputada de Podemos en el Congreso, sentencia que es firme desde el pasado mes de noviembre, cuando la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo la ratificó. Desde entonces, la estrategia legal de su defensa se ha basado en una serie de acciones que buscaban alargar -e incluso suspender- su ingreso en prisión.
El exmagistrado recusó a varios de los miembros de la Sala de lo Penal que debían hacer cumplir ese fallo y alegó una serie de problemas de salud cuyo tratamiento o seguimiento, sostenía, era incompatible con el ingreso en prisión. Sin embargo, varios informes forenses encargados por el Tribunal aclararon ya en febrero que no existen impedimentos médicos para que el exjuez entre en la cárcel.
El abogado dice que no se ha respondido a la petición para suspender la pena a la espera del indulto
Según recoge Efe, el jueves, a las 17.35 horas, la Policía le notificó personalmente -como reconoce su letrado en las alegaciones que presentó ayer- que sus recursos han sido desestimados y que se le daba un plazo de «un día» para ingresar de forma voluntaria en un centro penitenciario, o se darían instrucciones a las fuerzas del orden para que lo llevaran preso. Sin embargo, Alba alegó este viernes, a través de su abogado, que había una magistrada a la que también había recusado, Gloria Poyatos, en la sala que debía decidir sobre otra de sus recusaciones, la de presidente del TSJC, Juan Luis Lorenzo Bragado, y que ésta intervino en ese asunto antes de que a él le notificaran formalmente que no se aceptaban sus argumentos para apartarla de tal expediente.
Para la defensa, se incurrió en una nulidad de actuaciones que debería hacer que el TSJC dejara sin efecto su orden de ingreso en prisión.
También sostiene el abogado que no se le ha contestado a su petición secundaria: pues no solo pedía que se le exonerara de ingresar en prisión por motivos de salud (argumento que han desmontado los informes de los médicos forenses), sino que también planteaba que al menos se aplazara su encarcelamiento hasta que se curara.
Y por último dice que no se ha respondido a su petición de suspensión de la ejecución de la pena en tanto se tramita el indulto que ha solicitado al Ministerio de Interior y que lo estudia.
Recusación extemporánea
El TSJC dio a conocer este viernes el auto que inadmitía la solicitud de recusación a la jueza Gloria Poyatos al considerarla «extemporánea» según los plazos legales previstos, sin llegar a entrar en el fondo del mismo. Fue esta última notificación judicial, fechada el 11 de octubre, la que dio pie a la del jueves, en la que se desestima la petición de suspender la ejecución de la pena en base a la enfermedad que padece el exjuez, dejando sin efecto la anulación que se acordó en su día del plazo de ingreso voluntario del condenado en prisión, al que le restaba un día. Así, se le requirió que ingresara en la cárcel contando 24 horas desde que le llegara a su domicilio particular la notificación.
Por su parte, tras conocerse que el exjuez no ingresaría en prisión pese a la orden judicial, la magistrada Victoria Rosell publicó en sus redes sociales un mensaje en el que lamentó que la ley «es para los demás». «El ex juez corrupto no ha entrado en prisión. Ojo: No por una hábil maniobra legal como sugiere su letrado», apuntó la actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, quien recordó que, en su época de juez, Alba «no daba un día más para un desahucio ni un penado».
