La familia del veterano político Domingo González Arroyo disputa al Cabildo de Fuerteventura la propiedad de la Casa del Inglés, un inmueble construido en el siglo XVIII en la localidad majorera de La Oliva, declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) en 2005, y que fue adquirido por la corporación insular por la friolera cantidad de 314.398 euros. El entorno del inmueble ha aparecido vallado y con un cartel que reivindica que es propiedad de los herederos de Ramón González Brito, padre de la amplia familia González Arroyo, y abuelo de la actual alcaldesa de La Oliva, Pilar González.
El histórico inmueble apareció con una valla que impedía el acceso y con un cartel que donde se puede leer: «Casa del Inglés propiedad de Ramón González Brito. Adquirida en escritura pública el 27 de enero de 1933. Aquí vivió con su esposa Candelaria Sánchez Espinosa. Hoy es propiedad de sus herederos». Además, el cartel recoge que se prohíbe el paso a toda persona ajena a la propiedad».
Los herederos, que se declaran propietarios, vallaron el inmueble y prohíben el acceso
El Cabildo de Fuerteventura anunció el pasado 21 de diciembre la adquisición de la Casa del Inglés para rehabilitarla y darle un uso de carácter social y cultural. El inmueble es una vivienda del siglo XVIII que constituye una muestra relevante de la arquitectura desarrollada por el poder económico burgués agrícola y comercial que se asentó en La Oliva.
El Cabildo inició el expediente para la adquisición del inmueble en 2019. Los máximos mandatarios de la corporación insular anunciaron que pretenden convertir la Casa del Inglés en un área sociocultural, con dependencias destinadas a resaltar los propios valores arquitectónicos e históricos de la casa, así como la investigación, artes escénicas, música, exposiciones y otros usos.
La institución insular tenía conocimiento de la disputa de la propiedad desde el pasado mes de octubre cuando algunos miembros de la familia González Arroyo le comunicaron vía registro oficial que eran herederos legítimos de la citada propiedad.
Sin embargo, la institución anunció que había adquirido la misma a otros herederos vinculados a la familia Manrique de Lara, que eran los herederos naturales que figuraban en el Registro de la Propiedad como titulares del histórico inmueble.
La incertidumbre se ha apoderado del futuro de la Casa del Inglés con la disputa de la propiedad entre dos familias: los González Arroyo y los Manrique de Lara y todo apunta que serán los Tribunales quienes deberán decidir sobre la titularidad del inmueble.
La corporación anunció el 21 de diciembre su compra para destinarla a uso sociocultural
Desde el Cabildo de Fuerteventura se defiende el procedimiento seguido para la adquisición de la Casa del Inglés, desde hace años totalmente abandonada y en peligro de derrumbe, con el objetivo de su protección, conservación y restauración, al margen de los proyectos que existen para destinar el inmueble a uso público, de carácter histórico, social y cultural tras su rehabilitación.
