Cinco muertos: un niño y cuatro varones engrosan desde ayer la nómina de los engullidos por el mar en la ‘ruta canaria’. Al muelle de Arguineguín solo llegó en la madrugada de ayer uno de los cuerpos, apiñado junto a otros 48 superviventes de una travesía que les mantuvo sin rumbo durante diez días. El cayuco en el que viajaban fue rescatado por Salvamento Marítimo a 250 kilómetros al sur de la Isla después de que un velero los avistara y diera aviso de su posición.

Estas cinco muertes elevan a 16 las víctimas por los viajes en pateras de las que se tiene constancia en lo que va de año, bien porque sus cuerpos seguían en las embarcaciones en el momento del rescate o perecieron horas después de ser auxiliados (11 casos) o bien porque sus compañeros de travesía han relatado sus muertes, como es el caso del niño que viajaba en la de ayer, que lo hacía con su madre y su melliza.

Dos de los 48 supervivientes fueron evacuados desde el puerto a centros sanitarios con problemas, en principio, de carácter leve –uno con hipotermia y otro con dolor abdominal–. Además, de los posibles menores que viajaban en la embarcación, unos 14 según el equipo de emergencias que los atendió en el puerto, uno de ellos tuvo que ser derivado al Hospital Universitario Doctor Negrín para una valoración por parte de los servicios de Psiquiatría debido al importante cuadro de desorientación que presentaba y que los servicios de emergencia atribuyen a la dureza de la experiencia que ha vivido en el océano y al impacto de ver cómo se arrojaban al mar los cuerpos de sus compañeros.

Los supervivientes relataron que llevaban diez días en el mar cuando fueron avistados. Un dato, sin embargo, que desde Cruz Roja ponen en cuestión ya que habitualmente en travesías tan largas y, sobre todo si resultan dramáticas como esta, algunos supervivientes pierden la noción exacta del tiempo.

A falta de todos los detalles, el colectivo Caminando Fronteras –una ONG que da asistencia telefónica a migrantes en ruta– cree que puede tratarse de un cayuco que salió el pasado jueves desde Nuakchot (Mauritania), a unos 1.100 kilómetros de navegación del sur de Gran Canaria. Serían cinco días menos que los relatados por los supervivientes, pero eso es la única alerta que este colectivo tiene pendiente a través de los avisos que recibe de las familias. Además varios detalles coinciden o se aproximan: los ocupantes (53 frente a 56 de la alerta), el tipo de barco y su color (cayuco blanco) y los ocupantes todos varones, relatan desde la organización a Efe.

La Guardamar Talía tardó algo más de cinco horas de navegación a velocidad de rescate en llegar desde Gran Canaria al lugar donde se encontraban. Salvamento también movilizó en su ayuda a un avión, que confirmó la posición del cayuco, y a un mercante que navegaba en las cercanías, que los acompañó hasta la llegada de la Guardamar.

El grupo desembarcó sobre las 6.20 horas de ayer en el muelle de Arguineguín. La mayoría de ello, agotado, necesitaron ayuda para bajarse del barco de rescate y caminar unos metros hasta el hospital de campaña de la Cruz Roja.

Pocas horas después de que se pusiera a salvo a los subsaharianos, en el Parlamento de Canarias en una nueva sesión de control el Gobierno sobre la crisis que tiene a la Comunidad Autónoma en el centro de la política migratoria de España y de Europa desde mediados del pasado año, en consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez, aseguraba que en este asunto “ha fallado la sociedad canaria, española, europea, ya que no se ha avanzado respecto a crisis anteriores”. Respecto al menos a la de 2006, que trajo a las Islas a 31.678 migrantes –el pasado año el número alcanzó los 23.023–.

¿Qué no ha cambiado? Pérez recordó que entonces era presidente del Ejecutivo canario el nacionalista Adán Martín; el mandatario actual, el socialista Ángel Víctor Torres, en su intervención ante la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo el lunes día 1 calcó una buena parte discurso de Martín en ese mismo marco quince años atrás.

Se ha conseguido poco en este tiempo, subrayó el consejero, que puso el foco en que el pacto de inmigración europeo carece de fondos desde 2014. Europa “no puede mirar para otro lado”, insistió Pérez que reconoció como un éxito que de ese encuentro telemático con Bruselas se reconociera por fin que tiene que haber una solidaridad obligatoria “y no a la carta” desde la UE. De forma que Canarias, en este momento, no puede asumir sola la llegada masiva de migrantes.