El pase del ministro Salvador Illa a la primera línea de la política catalana, donde optará el 14 de febrero a la presidir al Generalitat como candidato del PSC, dejaría en manos de Carolina Darias el ministerio de Sanidad y, por ende, la estrategia nacional contra el Covid-19. Al menos ese es plan que sopesa el Gobierno y que ya lleva algunas semanas de recorrido. No en vano la canaria ha venido participando en las últimas semanas en las reuniones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns) –le corresponde como responsable de Política Territorial– he implicándose sobre manera en el programa de distribución de las vacunas que arrancó el domingo pasado.

Tras el verano, finalizado la desescalada del primer estado de alarma, el Gobierno puso en marcha la cogobernanza con las comunidades autónomas y la gestión de la pandemia se trasladó al Consejo Interterritorial. En él participa desde entonces la ministra. De ahí de que la idea de que sustituya a Illa se vislumbre como la más natural a fin de dar continuidad al trabajo que se viene realizando desde la declaración de la pandemia.

Este movimiento serviría además para contentar a los socios de Esquera Republicana, que siempre han puesto en duda el conocomiento de Darias sobre el problema catalán. Ya desde su toma de posesión, hace ahora casi un año, se negó a hacer mención expresa del procés y sólo se acercó a él para reivindicar en su discurso el entendimiento y el acuerdo entre territorios como fórmula de avance y progreso. Su antecesora en la cartera era Maritxell Batet y su sustituto será, al parecer, Miquel Iceta, una vez éste se ha convencido de dar un paso a un lado, tal y como le demandaba la cúpula de la federación socialista. También catalán, contra él no cabrán las andanadas que la diputada independentista Montse Bassa lanzó contra Darias hace apenas dos semanas: “Si de verdad conoce Cataluña, sea honesta y diga entonces que no hubo violencia en 2017, año en el que se produjeron los hechos por los que el Tribunal Supremo ha condenado a nueve personas demócratas y pacíficas, entre ellas mi hermana [Dolors Bassa]. Y si no lo conoce, por favor, infórmese”.

Bassa, y tras ella ERC al completo, pone en duda la capacidad de la canaria para resolver el conflicto precisamente por ser canaria –“¿tiene usted alguna amiga o amigo independentista catalán, o que fuera a votar el 1-O? Y en caso afirmativo, ¿defiende o justifica que la policía le moliera a palos para que no votara aquel día?”, le preguntó a Darias desde la tribuna– . Y es que los independentistas se impacientan y de poco les sirve las continuas llamadas al diálogo que a la ministra tanto le gusta repetir. “ERC tendió la mano, con su abstención, en la investidura y continúa creando un clima favorable para el diálogo pese a los intentos de boicot de los fascistas con toga, pero la paciencia no es infinita”, avisó entonces Bassa. Si su cambio al Ministerio de Sanidad se confirma Pedro Sánchez sí tomó nota.

Aunque no hay fecha para que Illa abandone los pasillos del complejo de oficinas del Paseo del Prado de Madrid, la precampaña catalana estará ya en marca a mediados de enero. Pocos días quedan pues para que Sánchez confirme si finalmente dejará en manos de Darias la estrategia de vacunación. Con el cambio de cartera emulará a otro socialista canario, Jerónimo Saavedra, único que hasta ahora que ha ocupada varios ministerios en el Gobierno central. Esta licenciada en Derecho y funcionaria de profesión engordaría además su amplio currículum político: concejala en el Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria, subdelegada y delegada del Gobierno en Canarias, presidenta del Parlamento regional, consejera del Ejecutivo regional y candidata sin éxito a encabezar la lista del PSOE en las primarias que ganó Ángel Víctor Torres.