Desde que el exsenador de La Gomera por el Partido Socialista Canario (PSC), Casimiro Curbelo, fue detenido en Madrid junto a su hijo tras protagonizar un incidente con la Policía comenzaron a oírse voces dentro de su propio partido que pedían su dimisión a ese cargo y desde ese mismo instante la organización política en las Islas optó por guardar -e imponer- un silencio sepulcral. Ayer Curbelo presentó de forma oficial la renuncia a su acta de senador, que será sustituido en la Cámara Alta por Nuria Gámez Vera, concejal del municipio gomero de Valle Gran Rey que era su suplente en las elecciones de 2008.

Aunque la dirección federal nunca se pronunció de forma oficial al respecto, la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE y directora de campaña de esta fuerza política exigió de forma reiterada durante el pasado fin de semana la dimisión de Curbelo de su escaño en la Cámara Alta. Su planteamiento encontró apoyo en el vicesecretario general, José Blanco, y el presidente del Congreso, José Bono, que solo bajaron la guardia el lunes por la tarde, tras hacerse pública la renuncia de Curbelo al Senado.

En Canarias, mientras tanto, el secretario general del PSC, José Miguel Pérez, evitó pronunciarse sobre el asunto hasta la reunión de la comisión permanente que tuvo lugar ayer en Las Palmas de Gran Canaria y solo habló para decir que la decisión partió solo de Curbelo -si bien "coincide"- con la del partido y que estuvo justificada en que el todavía presidente de La Gomera busca probar su inocencia "sin privilegio" como aforado ante la Justicia.

Pérez ayer se ratificó casi en los mismo términos e insistió en que el partido adoptará una medida "adecuada" solo cuando haya una sentencia de los tribunales.

Por su parte, el secretario de Organización, Julio Cruz, insistió en que Curbelo ya dio las explicaciones sobre el tema y dejó claro que su organización política "no contempla la dimisión ni la expulsión del partido" del dirigente gomero. "No se ha planteado la expulsión", aseguró antes de matizar que cualquier petición al respecto "no cuenta con el apoyo del partido".

Como hizo Pérez el lunes, Cruz insistió en que la decisión de dimitir a la Cámara Alta obedece "estrictamente" a efectos de ser tratado en este asunto en los juzgados ordinarios "conforme a un ciudadano normal y no acogido a un aforamiento, que implica una votación del Senado y ser tratado en una sala especial del Tribunal Superior". En todo caso, "lo que diga el atestado es lo que dice el atestado. Tiene la misma credibilidad que un periodista", sentenció Cruz. "Todos los días hay 40.000 atestados que llegan a los tribunales. Se hacen diligencias: unas veces se condena y otras no. Siempre hay un atestado y los tribunales absuelven a mucha gente. Nosotros no somos quienes tienen que juzgar", explicó.

Lo que está claro es que el silencio impuesto en las filas socialistas favorece que Curbelo pueda conservar la presidencia insular al evitar que se genere una polémica a nivel nacional y regional entre los suyos a cuenta de mantenerse en ese otro cargo pese a la renuncia a su escaño en el Senado.

El PSC presume de que Curbelo fue el único presidente insular que ganó en las pasadas elecciones locales por mayoría absoluta en el Archipiélago a pesar del enorme desgaste que sufrió su partido en el ámbito regional, sin contar con que Curbelo tiene un "importante" respaldo entre los socialistas gomeros.

La excepción al silencio ha sido, una vez más, la voz del ex secretario regional del PSC, Jerónimo Saavedra, que ayer calificó como "desproporcionadas" las declaraciones públicas realizadas por miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE, si bien no citó a nadie en concreto. El dirigente del PSOE cree "paradójico" que Curbelo renuncie por "una denuncia policial" al Senado, donde se sentará Miguel Zerolo, de CC, pese a estar imputado en el "caso Las Teresitas", y ve "correcta" su actitud al tiempo que rechaza los "ensañamientos posteriores" que, a su juicio, ha habido contra él. En su opinión, este "tema afecta al Senado" por lo que, la dimisión de Curbelo al Cabildo, que reclaman PP y CC-PNC-CCN, "ya lo considerarán" los socialistas gomeros.

la clave

Los nacionalistas también tienen opiniones encontradas

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, se abstuvo de comentar la dimisión de Casimiro Curbelo como senador. Es un asunto "que raya entre lo personal y lo político y por lo tanto nada que comentar", señaló, pero el portavoz del grupo nacionalista canario, José Miguel Barragán, afirmó que Curbelo cometió un error importante y es lógico que haya dimitido. Su partido cree que ante una imputación no se debe dimitir y añadió que "parece que ha habido presiones de su partido para que abandonara el cargo". Más contundente fue el diputado regional y secretario de Organización de CC, José Luis Perestelo, que afirmó que "no parece razonable que renuncie al Senado y no al Cabildo". Por su parte, el presidente de CCN, Ignacio González, apuntó que cuando se hace doblete "se hace con todas las consecuencias y si dimitió como senador por unos hechos, por esos mismos hechos debería haber dimitido como presidente del Cabildo". Y es que si no, "parece como Doctor Jekyll y Mr. Hyde, y no sé si dimitió como uno o como otro". Así, criticó el silencio de los socialistas canarios y aplaudió la actitud de la Federal. "Hay cosas que son lo que son, se ponga como se pongan: todos metemos la pata y Curbelo la metió, lo que pasa es que la volvió a meter cuando no lo reconoció y dio una rueda de prensa donde, lejos de pedir perdón, arremetió contra los policías. Y además mintiendo, como quedó demostrado después. Son más graves los hechos posteriores a la bronca que montó que los propios hechos porque posteriormente mintió y no se disculpó".