Los de Vitoria se llevaron… ¡una derrota!

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Lo dije en la previa y se vio sobre el parquet. «No hay milagros en el baloncesto; hay trabajo en E-QUI-PO«.

 El Iberostar Tenerife, a pesar de las notables ausencias de Thad McFadden y Gillet, y con San Miguel y Richotti con apenas sesiones de entreno tras regresar de Alemania, firmó un extraordinario primer tiempo ante el Baskonia, segundo de la ACB, que venía de vencer en Tel Aviv al Maccabi, sacándolo de la cancha y abriendo una diferencia en el electrónico que en el descanso se elevaba a la increíble cifra de +21 (45-24).

 

¿Las claves? fueron evidentes: sensacional trabajo defensivo, con cada jugador pegado al atacante, al tiempo que se agrupaban muy bien cuando de  cerrar el juego en la «pintura» se trataba. Ese excelente quehacer ya se vio reflejado al término del primer cuarto, al dejar en solo 8 tantos a uno de los más atinados ataques de la ACB. Otro aspecto fundamental para llegar a situar la máxima renta en los +23 (47-24), fue el alto porcentaje de efectividad cuando se atacaba la cesta del equipo de Vitoria con ese 62% en triples (8/13), que contrarrestaba con el raquítico 2/15 (13%) del rival.

Cuesta recordar un primer tiempo tan brillante como el vivido este día 15 en La Laguna. Un Staiger abriendo la lata del 6,75 en los primeros 10 minutos con sus dos aciertos, y Bassas aportando uno; en el segundo acto ese protagonismo desde la línea lo asumió Tim Abromaitis con un 3 de 3, uniéndose al festival triplista Staiger y Richotti, con lanzamiento en el último segundo y con la ayuda del tablero.

En las otras facetas del juego se brilló a la misma altura, como las acciones en la «bombilla» a cargo de un castigado Iverson o los dos alley hoop que firmó Niang Petit, en sus mejores 6:44 minutos de la temporada, acertando, incluso, con sus dos tiros libres tras recibir un «cogotazo» de un defensor en un hombro. Además, Beirán ya tenía 4 rebotes y 3 asistencias en el descanso, brillando la ayuda de Brussino, con 5 capturas.

En resumen, motivos suficientes para vivir una auténtica fiesta en las gradas cuando la gran mayoría temía un correctivo del Baskonia por su tremendo poderío. Pero los de Perasovic no ofrecieron argumentos para neutralizar el vendaval que le caía encima, valorando en estos 20 minutos +24, por el +45 del Iberostar Tenerife. Y es que les resultó complicado impedir el recital exterior, al tiempo que fueron incapaces de desplegar todo su arsenal en ataque. Vamos, que ni las «bombas» de Huerta ni la magia de Vildoza o Granger, como tampoco los centímetros de Shengelia, Poileir, Diop o Voigtmann salieron en defensa de un superado conjunto de Euroliga.

… Y los árbitros quisieron ayudar en la remontada del Baskonia

Se pasaron tres pueblos. Dejando al margen eso de que «siempre terminan ayudando al poderoso», lo de este sábado por parte de los árbitros fue de juzgado de guardia. Es más, los visitantes, que superaron la línea de la legalidad a la hora de sacar sus manos y brazos a pasear, hubiesen ganado este partido y el titular sería algo así como «Manos arriba, esto fue un ATRACO».

Trato de ser lo más justo posible con los árbitros porque presumo de conocer lo complicado que es verlo todo en décimas de segundo, pero cuando hay acciones tan evidentes y se decide «dejar jugar», cuando no se aplica ese mismo criterio en el ataque del rival, no lo tolero y me indigna, como a la gran mayoría de quienes nos dimos cita en el Santiago Martín. 

Y todo este recital de los de las camisetas naranja en plena remontada visitante y en momentos en los que no les quedaba otra opción para meterse en el partido que defender con el cuchillo clavado en manos, brazos, hombros o cara de los atacantes aurinegros ante la permisividad de unos colegiados que se limitaban a indicar con sus manos eso de ¡sigan jugando!…

Contando con esa importante ayuda, el Baskonia regresó del descanso con el mono de trabajo puesto y decidido a mejorar esa imagen que Iberostar Tenerife estaba poniendo en su peor versión. Del +24, tras bandeja de San Miguel en la primera acción del tercer acto (47-24) se pasó en un abrir y cerrar de ojos en un 47-35, es decir un 0-11. El «fantasma del tercer cuarto» volvía a planear por la grada del pabellón. A los aurinegros no le entraba el triple con la generosidad del primer tiempo, con un 0/5 en los primeros compases. ¡Por fín! llegó el «minuto» de Vidorreta, esperado por todo el graderío.

Fue Sebas Sáez, otra vez convertido en un buen «4» quien rompe la sequía con un triple (50-35). El ritmo del Baskonia seguía siendo alto y eso les lleva a dejar aquellos 24 tantos en 10 (50-40). Aquí hay una clara antideportiva que solo se queda en falta cuando el ruido del castañazo se oyó desde la Concepción. Txus, atento a todo detalle, manda al médico atender a Petit tras recibir un palo y se disponía a lanzar dos tiros libres. El acierto en el 4,60 del senegalés había desaparecido y Vidorreta optó por el «cambio por lesión», entrando en su lugar un Sáiz con altos porcentajes desde el tiro libre. Y los metió los dos.

En la acción siguiente hay técnica a Poirier tras otra personal, concediendo un tiro a Sebas y dos a Bassas, que se transforman en puntos (55-42) para cerrar el tercer cuarto, cuyo parcial fue de 10-18.

Empìeza el último asalto y Tim es castigado con una dudosa falta personal cuando fue su atacante quien le «golpeó». Era la cuarta y se fue al banquillo, ocupando su lugar Sebas Sáiz. La misma acción sobre Petit que motiva el enfado de Txus, sancionado con técnica. 

Dos canastas consecutivas de Poinier hace que Baskonia baje de los 10 puntos (58-50) cuando restaba todo un mundo (6:25). Encima, tras errar en ataque, el rival vuelve a acortar merced al triple de Janning (58-53), a 5:20 del final. La incertidumbre marcaba el momento, con dudas sobre las opciones aurinegras de llegar vivos a la orilla después de tan excelente nadar.

A 4:51 Grander anota uno de dos libres y pone el 58-55. En el ataque canarista es Beirán quien anota a 4:08 (60-55), con rebote defensivo de Iverson de inmediato, con balón de nuevo para Javier en el poste bajo quien hace su jugada y con un semigancho pone el esperanzador +7 (62-55), con el electrónico indicando 3:29. Hay tiempo de Perasovic.

El Canarias ya había recuperado su intensidad defensiva del primer tiempo, lo que era una excelente señal. En el ataque visitante se consigue presionar y robar el balón, pero Rodrigo comete «pasos». A 2:21 hay jugada de 2+1 de Shengelia para el 62-58. El Baskonia seguía con su excesos defensivos y los árbitros parecen sentir «vergüenza» y se deciden a pitar, llevando a los locales al 4,60. Lo hace San Miguel a 2:17 pero… ¡falla los dos!. Canasta de nuevo de Shengelia y 62-60 a 1:59. El infarto rondaba el graderío.

Tim Abromaitis, de nuevo en pista, se juega un triple liberado que no entra, dando opción al Baskonia de empatar o ponerse arriba si mete de tres, pero Granger pisa línea de fondo y se recupera la posesión con 81 segundos por jugarse.

Se mueve en busca del mejor posicionado y el balón, cuando más quema, llega a las manos de Beirán, quien con total descaro y naturalidad asume el riesgo desde la línea y clava un triple muy importante, ya que ampliaba la renta a 5 (65-60) a 1:03. «Minuto» de Perasovic. Saca en campo contrario el cuadro vitoriano y, tras un «corte de pie» de Staiger Vildoza falla desde el 6.75, con rebote para Iverson, quedando pocos segundos.

A escasos 19 y coincidiendo con la bocina se saca de la manga un triplazo Ferrán Bassas que establecía el 68-60. Recupera en defensa los locales y el propio «10» anota en contraataque una bandeja (70-60). ¡Más 10!. En el último ataque del rival es Janning quien cierra el resultado con un triple para el +7 definitivo (70-63) y estallido de júbilo en las gradas.

El respetable, que de esto entiende un montón, despidió con una sonora pitada a los árbitros, quienes estuvieron a punto de convertirse en los protagonistas si los de Vitoria no se hubiesen llevado la derrota de La Laguna.

FICHA TÉCNICA

70 – Iberostar Tenerife (24+21+10+15): Staiger (9), San Miguel (4), Beirán (11), Abromaitis (9), Iverson (5), -inicial-, Richotti (5), Niang (7), Brussino (2), Sebas Saiz (6), Bassas (12).

63 – KIROLBET Baskonia (8+16+18+21): Vildoza (6), Granger (7), Poirier (9), Shengelia (18), Shields (-), -quinteto inicial-, Voigtmann (2), Huertas (4), Janning (14), Diop (3), Hilliard (-)

Árbitros: Benjamín Jiménez (andaluz), Sergio Manuel (vasco), Carlos Merino (madrileño). Sin eliminados.

Incidencias: Encuentro disputado en el Pabellón Santiago Martín correspondiente a la jornada duodécima de la Liga Endesa. 4.762 espectadores.