Los chistes de JOSECA

– Doctor, tengo tendencias suicidas.
 ¿Qué hago?
– En primer lugar, pague la consulta.

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El psiquiatra incentiva al paciente:
– Cuénteme todo desde el principio.
– Y bien, doctor! Al principio
 yo hice el cielo y la tierra.

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El psiquiatra al paciente:
– Mi amigo, tengo una mala y una buena noticia para Ud.
La mala es que tiene fuertes tendencias homosexuales.
– Dios mío, doctor! ¿Cuál es la buena noticia?
– La buena es que Ud me resulta muy atractivo.

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– ¿Sabe cómo diferenciar al psiquiatra de su paciente?
– El psiquiatra es aquel que tiene la llave del consultorio
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El paciente llega al psiquiatra tímido y cabizbajo:
– Doctor, tengo doble personalidad.
– No se preocupe, mi’jo .
Siéntese que vamos a conversar los cuatro.

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En el consultorio psiquiátrico:
Paciente: Doctor, le voy a contar un secreto:
yo soy un gallo!
El psiquiatra resuelve profundizar la anamnesis:
Y desde cuándo es que cree que es un gallo.
Paciente: Ah, desde que era un pollito.

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¿Saben cuál es la diferencia entre un clínico,
un cirujano general,
un psiquiatra y un patólogo?
El clínico: Sabe todo y no resuelve nada.
El cirujano: No sabe nada pero resuelve todo.
El psiquiatra: No sabe nada y no resuelve nada.
El patólogo: Sabe todo, resuelve todo,
pero siempre llega tarde.

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Psiquiatra al paciente borracho:
– Ud va a parar de tomar cerveza;   
durante un año sólo beberá leche.
– ¿Otra vez, doctor?
– ¿Cómo,  Ud ya hizo ese tratamiento?
– Sí, durante los primeros meses de mi vida.
 
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