«A ritmo de Rock and Roll», artículo de Cristo Hernández

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Sección: La bombilla

 Título: «A ritmo de Rock and Roll»

Autor: Cristo Hernández

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«Los grupos clásicos de rock and roll nunca defraudan. Cada cual tendrá los suyos, incluso habrá quien no tenga ninguno. Pero quien suscribe tiene preparado siempre en la recámara de la nostalgia, para casos de fuerza mayor, un repertorio selecto que va de Status Quo a Metallica pasando por Queen y la Electric Light Orchestra.

Del mismo modo, hay equipos de básquet que son un clásico de este deporte por el juego que despliegan sobre una cancha de baloncesto. Dan siempre la nota justa, lo que uno espera de este deporte que nace de la rebeldía defensiva para estallar en una explosión de colores ofensiva donde los primeros segundos del ataque son los que cuentan.

El CB Canarias se está convirtiendo en un clásico del rock and roll de la Liga ACB. Ejecuta la partitura clásica con suma exquisitez, dirigido por un director de orquesta, Txus Vidorreta, que ha convertido la Biblia del baloncesto en una obra de obligada lectura que está al alcance de cualquiera por la sencillez de su lenguaje.

Pero lo sencillo encierra, en el fondo, una gran complejidad organizativa y una estructura bien definida donde pocas cosas se dejan en manos de la improvisación, aunque luego a la vista de un profano todo reluzca tan natural. Esa es la magia de este deporte, la genialidad de hacer fácil lo difícil y, además, divirtiendo. La magia del arte, en definitiva. Como un buen tema de rock and roll.

El CB Canarias suma un nuevo hito en esa autopista hacia el cielo en que se está convirtiendo esta temporada después de derrotar con cierta comodidad al Divina Joventut (89-76) en un partido que los Doce de Vidorreta encarrilaron en una segunda parte ejecutada a golpe de triple y ritmo de pick and roll.

Se esperaba de los badaloneses un rival luchador, muy similar a los aurinegros en el andamiaje ofensivo: provocativo desde la larga distancia y duro bajo el tablero, con dos pívots natos, intimidadores, de una envergadura por encima de los 2,15 metros.

Las sospechas se hicieron patentes en un primer cuarto en el que a los aurinegros les costaba parar el juego alegre de los verdinegros que, dirigidos por un Albert Sabat certero desde la línea de 6,75, empezaron marcando el territorio y advirtiendo a los canarios de que llegaban a La Laguna con la intención de refutar su baja posición en la tabla clasificatoria.

Los de Diego Ocampo contaban por aciertos sus primeros lanzamientos a canasta y los locales devolvían la moneda a los visitantes de forma eficaz, pero con el riesgo de caer en la lotería del intercambio de canastas cuyo vencedor es siempre imprevisible.

La solución estaba en la defensa y los laguneros se marchan al receso del primer asalto con 20 puntos encajados que creaban unas expectativas finales demasiado desalentadoras para un equipo de naturaleza defensiva como el aurinegro cuya media de puntos encajados está en torno a los 73.

La ventaja de los catalanes era mínima (18-20), dos puntos que al final del segundo cuarto se volvieron a favor (36-34), aunque quedaba mucho por hacer en defensa. La segunda unidad verdinegra no anotaba con tanta facilidad como los titulares, pero los tinerfeños perdían más balones de los acostumbrados que daban a los visitantes segundas opciones que corrían el peligro de materializarse.

Tras los ajustes realizados en el vestuario, los Doce de Vidorreta saltaron al parqué con mordiente y una sola idea en la cabeza: liquidar el partido cuanto antes y colocar el marcador en una diferencia plácida en torno a los 10 puntos, un mar de las calmas en el que los aurinegros normalmente se desenvuelven como gato panza arriba.

Los canaristas desplegaron toda su artillería en este tercer cuarto: los lanzamientos triples eran de matrícula de honor con un Tim Abromaitis especialmente acertado (MVP del partido con 24 de valoración) y el pick and roll entre Davin White (14 puntos y 6 asistencias) y Fran Vázquez terminó desarbolando la zona visitante donde los gigantes Jordan y Stutz no podían evitar que los nuestros se colgaran del aro en reiteradas ocasiones.

Con once puntos de diferencia, los aurinegros afrontan el último cuarto sabedores de que los catalanes no tirarían la toalla, como así demostraron enseguida rebajando la diferencia y creando cierta incertidumbre que nunca llegó a materializarse porque, con el apoyo de la grada, los laguneros volvieron a marcharse en el marcador y sentenciaron un partido en el que habría que destacar, sobre todo, el gran afinamiento en los tiros de campo: 60% en tiros de 2 y nada menos que un 54% en tiros de tres.

Con estos números y el gran trabajo coral del equipo tanto en defensa como en ataque, donde seis jugadores alcanzaron los dobles dígitos, no extraña que los laguneros ocupen el lugar que ocupan en la tabla clasificatoria: colíderes con el Real Madrid, si bien los merengues con un partido menos. Quince victorias a estas alturas de la temporada parecen demasiadas. Con poco más se puede optar a playoff en una liga de 17 equipos.

Si en octubre nos cuentan que el CB Canarias iba a estar liderando la Liga ACB a estas alturas de la temporada, nos toman por locos. Pero con trabajo y con esfuerzo, con espíritu de equipo y un sacrificio que ha superado incluso el trago amargo de las lesiones de jugadores importantes, lo que parecía otro caso más de grupo revelación poco a poco se va materializando en una apuesta segura para estar entre las primeras guitarras de la mejor liga de Europa.

¡Dios salve a la Reina!