«La cultura del esfuerzo», por Cristo Hernández

SECCIÓN: LA CALCULADORA

TÍTULO: LA CULTURA DEL ESFUERZO

“Cultura del esfuerzo”. Edificante y esperanzador lema para llevar en una camiseta de baloncesto en lugar del frío mensaje del patrocinador de turno. Desgraciadamente este tipo de licencias en la vestimenta de los jugadores no es frecuente. Es indudable que el baloncesto profesional (todo el deporte de élite en general) no podría subsistir sin el apoyo económico de las empresas privadas.

Por esta razón, iniciativas como la del Valencia Basket Club, de prescindir del mensaje empresarial en sus uniformes para apostar por el mensaje educativo, nos hacen reflexionar sobre el hecho de que el deporte es algo más que un negocio y que esta genuina manifestación del espíritu humano tiene un carácter profundamente formativo, pues fomenta entre nuestros jóvenes hábitos saludables y actitudes como el sacrificio, la superación o la camaradería, todas ellas extrapolables luego a cualquier aspecto de la vida.

El próximo domingo se enfrentan sobre el parqué del Pabellón Santiago Martín  (11:15 horas, televisado por la Autonómica Canaria) dos culturas del esfuerzo, dos equipos que tratan de abrirse camino en esta Liga Endesa, cada uno a su manera, con la intención de alcanzar objetivos que hasta hace poco se les había vedado: el CB Canarias, seguir ratificando jornada a jornada la recuperación de su naturaleza ACB; y el Valencia Basket, tratar de romper la hegemonía del binomio Madrid-Barcelona en la disputa del título liguero.

Con la tranquilidad de haber sumado la primera victoria ante el Cajasol sevillano, el CB Canarias afronta este domingo un nuevo partido de esa otra liga que no es la propia y que nos va a medir a un equipo que ocupa actualmente la tercera posición de la tabla con un récord de cinco victorias y dos derrotas. El equipo taronja viajará a Tenerife con la intención de llevarse los puntos para casa después de la derrota que sufrieran como locales el pasado fin de semana ante Caja Laboral (75-79), uno de sus rivales directos en el asalto al título, si la imparable marcha merengue lo permite. Partido, pues, trascendental para las aspiraciones de los visitantes, pero no menos importante para el equipo local que, espoleado por la euforia de la reciente victoria y el apoyo siempre incondicional de su afición, intentará que los valencianos tomen el avión de regreso con las maletas vacías.

Labor complicada la que tiene ante sí el equipo dirigido por Alejandro Martínez. El Valencia Basket Club ha hecho una apuesta importante esta temporada reforzando alguna de sus líneas con jugadores experimentados en esta competición, como es el caso de Pau Ribas, escolta procedente del Caja Laboral, o el alero norteamericano Justin Doellman, que el curso pasado sobresaliera en las filas del Assignia Manresa. A estos dos fichajes hay que añadir el de Marko Keselj (Olympiakos), que viene a suplir la vacante que deja Víctor Claver, uno de sus históricos jugadores franquicia, tras su reciente incorporación al Portland Trail Blazers de la NBA. O el joven ala-pivot Bojan Dubljevic, paisano de nuestro Blagota Sekulic, procedente de la Liga Adriática. También hay que señalar el reciente fichaje del veterano base NBA, Chris Quinn, que ya dejó constancia de su calidad en el partido disputado ante Caja Laboral donde anotó 11 puntos casi bajándose del avión.

El equipo está entrenado, una temporada más, por el exjugador Velimir Perasovic, un entrenador de carácter, que poco a poco se ha ido adaptando al sistema de juego del baloncesto español y que trata de llevar al banquillo la misma impronta que lucía como jugador: un carácter ganador y ambicioso.

El Valencia Basket presenta una plantilla formada por jugadores experimentados, algunos veteranos en esta competición, a los que hay que añadir el talento de algunas jóvenes promesas del baloncesto nacional y europeo. Consideramos que la fuerza de este equipo reside en su potente juego interior. Es la posición que más aporta en el juego ofensivo, donde destaca hasta el momento la actuación del “forward” Justin Doellman, uno de los máximos anotadores del equipo con una media de 13 puntos por partido. El jugador yanqui procede del Assignia Manresa donde la temporada pasada promedió más de 16 puntos de media que lo auparon hasta el segundo escalón del podio de máximos anotadores de la Liga y fue uno de los mejor valorados.

Compartiendo el juego interior con Doellman tras el salto inicial, encontramos al ucraniano Serhiy Lishchuk, un pivot rocoso de 2,12 metros, que suele imponer su fortaleza en la zona. Promedia nueve puntos y casi cuatro rebotes. Completan la nómina de los altos, Vitor Faverani (9,77 puntos y 7,7 rebotes), baja de última hora, que a buen seguro se hará notar bajo los aros; el joven montenegrino Dubljevic (9,3 puntos y 2,5 rebotes); y una de las instituciones del equipo valenciano, el francés Florent Pietrus (5ª temporada), un jugador del que echa mano Perasovic en los momentos delicados por su versatilidad y su capacidad defensiva.

La línea exterior la forman otras dos instituciones del baloncesto nacional: Pau Ribas y Rafa Martínez. Formado en la cantera del Joventut de Badalona, Pau Ribas se incorporó esta temporada al equipo y desde el primer momento contó con la confianza de Perasovic. El jugador catalán es el máximo anotador (13,4 puntos) y el que más minutos disfruta junto con Rafa Martínez. Para el escolta formado en la cantera del Manresa es su quinta temporada en el equipo naranja. Juega tantos minutos como Ribas, aunque su aportación ofensiva es menor (6,7 puntos), comparada con la de la temporada pasada (12,1 puntos). La llegada de Ribas ha provocado que el manresano vea menos el aro, aunque su presencia en el equipo es importante, por sus intangibles, sobre todo cuando los partidos se ponen cuesta arriba. La línea exterior la completa Marko Keselj (12 minutos, 4,3 puntos), un alero serbio procedente del Olympiakos griego que no está teniendo la participación en el juego que se pretendía con su fichaje, ya que estaba llamado a ser el recambio de Víctor Claver.

El puesto de base está bien cubierto, sobre todo con la reciente incorporación de Chris Quinn, jugador norteamericano procedente del Khimki ruso y que atesora una experiencia NBA bastante dilatada, sobre todo en Miami Heat donde militó cuatro temporadas. Quinn es un base director al que no le tiembla el pulso, como bien demostró en su partido de debut donde anotó 11 puntos. Las riendas del equipo, sin embargo, las ha llevado hasta ahora Rodrigo San Miguel, jugador formado en la cantera del Calasancio zaragozano y que llegó a Valencia procedente del Assignia Manresa la pasada temporada. Cuenta con la confianza de Perasovic para dirigir el equipo y en lo que va de curso ha conseguido elevar sus números de la pasada temporada, promediando 5,3 puntos por partido. Completa el puesto de dirección, posición que alterna con la de escolta, el serbio Stefan Markovic (21 minutos, 5,6 puntos), un jugador que atraviesa un buen estado de forma, pero que deberá estar a la expectativa del papel que pueda jugar tras la llegada del norteamericano Chris Quinn.

En resumen, el Valencia Basket presentará el próximo domingo ante la afición aurinegra una plantilla bastante competitiva en todas sus líneas. La baja de Vitor Faverani abrirá un resquicio a la esperanza de la victoria si somos capaces de buscar el equilibrio entre el juego interior y exterior, como hicimos en el partido ganado ante Cajasol. Se prevé una lucha bastante igualada bajo el aro. Los valencianos (32,7 rebotes) no superan en mucho a los aurinegros (30,3) en la estadística oficial. No es un equipo especialmente reboteador, faceta del juego en la que destaca el lesionado Faverani, uno de los mejores cazadores de rechaces de la competición (incluso saliendo desde el banquillo).

En el juego exterior, el perímetro del CB Canarias es ligeramente superior al taronja, especialmente más allá de la línea de 6,75. Los artilleros aurinegros ostentan el segundo mejor balance de la liga (40%), tras el líder Real Madrid CF (43,18%); una estadística que nos acerca a ese equipo temible desde la larga distancia, que el pasado curso creó escuela en la Liga LEB.

No obstante, la defensa aurinegra deberá emplearse a fondo (y seguir demostrando que cada jornada va a más) para neutralizar el ataque de los valencianos (80,14 puntos) que destaca entre los cinco mejores de la liga. De la misma forma, los pupilos de Perasovic se han mostrado muy sólidos en defensa, por lo que el CB Canarias deberá presentar el próximo domingo toda su artillería perfectamente afinada. Los valencianos hacen un juego muy similar al que le gusta a Alejandro Martínez, basado en la presión defensiva y en ataques rápidos que no dejen colocar a la defensa contraria.

El partido del próximo domingo nos presentará la batalla entre dos culturas del esfuerzo, un partido que se presume trepidante por la filosofía que predican los preparadores de ambos equipos desde sus banquillos. Puede ser un partido de muchos puntos, aunque nosotros apostaremos por la decena de los ochenta. Si esto es así, el CB Canarias tendrá sus opciones de victoria. El resto lo tendrá que poner la afición con su apoyo, que esperamos que sea masivo pues la categoría del partido no se merece menos.

¡VAMOS CANARIAS!

Cristo Hernández