La crónica de Cristian Gil Fuentes en «Solobasket.com»

Blagota Sekulic penetra rodeado de defensores grancanarios (Foto: ACB.com)

El Herbalife Gran Canaria se llevó un derbi muy bonito en el Centro Insular de los Deportes tras vencer a un CB Canarias al que le paso factura la primera parte. Los amarillos, comandados por Javier Beirán, fueron machacando en el marcador a los aurinegros a base de lanzamientos exteriores y de un buen juego colectivo. Los canariones se mostraron superiores a sus vecinos en ambos lados de la pista, ganándoles la partida en el rebote y demostrando lo que les ha llevado a mantenerse invictos hasta la fecha. Sin embargo, en la segunda mitad los de Alejandro Martínez apretaron los dientes en defensa y carburaron mejor su ataque, sobre todo, desde el perímetro, donde encontraron una fuente fiable para anotar. Los amarillos supieron contener las envestidas del Canarias y controlaron el resultado durante la mayor parte del segundo tiempo, terminando por cosechar su cuarta victoria consecutiva de la temporada.

El partido daba comienzo con un ambiente en el CID espectacular, como en las grandes citas, intentando intimidar al rival desde el salto inicial. No obstante, ambos equipos querían agradar a sus aficiones y empezaban el partido muy metidos con el objetivo de marcar su territorio, siendo el Gran Canaria el primero en dar una estocada anotando cinco puntos consecutivos para poner una primera ventaja de seis puntos (12-6). Saltaba a pista el MVP del mes de octubre, Blagota Sekulic, generando peligro desde el primer momento. El Gran Canaria dominaba el rebote ofensivo, los amarillos se imponían en esta faceta del juego de manera considerable pero no conseguían materializar sus segundas oportunidades. Javier Beirán asumió responsabilidades, el alero madrileño convertía tres triples consecutivos, uno de ellos con falta, para mostrar el dominio local de este primer periodo y alejar al Granca hasta los diez de ventaja (22-12). Se daban por terminados estos emocionantísimos primeros diez minutos con unos tiros libres de Tavares con el reloj a cero, que dejó al Gran Canaria once puntos arriba en el marcador (25-14).

 

Javier Beirán celebra una canasta (Foto: ACB.com)

Newley iniciaba el segundo cuarto con cuatro puntos seguidos para él y para los suyos, aumentando aún más la ventaja amarilla. Los dos equipos se contagiaban del espíritu guerrero del australiano y le imprimían un ritmo frenético al partido, con mucha velocidad y sin dejar a las defensas plantarse atrás. El Canarias parecía algo perdido, no estaban encontrando buenas situaciones para anotar, con un Gran Canaria muy agresivo, y atrás sufrían mucho con la amenaza constante de los de Pedro Martínez. Sekulic entraba en escena, el montenegrino intentaba tirar del carro anotando para recortar distancias de un marcador muy elevado (39-18). Los amarillos mostraban su mejor versión defensiva, intentando contener, sobre todo, a Richotti y Sekulic, consiguiendo que los aurinegros no estuviesen tan cómodos en ataque como jornadas atrás. Los minutos finales siguieron con el mismo guión del partido, un Granca bastante metido en su papel y un Canarias al que le costaba mucho superar el muro que los locales habían montado en defensa (47-24).

La segunda parte empezaba con el ambiente algo enrarecido y con los dos equipos bastante fríos, aunque el Canarias tiraba de su juego interior para acotar su desventaja en el marcador. Las individualidades ponían algo de sabor a un encuentro que había perdido toda su intensidad. El Gran Canaria tiraba de lanzamientos exteriores, con un Javi Beirán que no había perdido ese estado de dulzura transitoria de la primera parte. El pabellón despertaba y transmitía a sus jugadores ese punto de agresividad que les estaba faltando, consiguiendo que la ventaja se fuera hasta los veintiséis puntos cuando restaba muy poco para acabar el tercer cuarto (62-36). Los aurinegros se encomendaron al lanzamiento exterior para recortarles puntos a sus vecinos, con una mayor convicción y con un Saúl Blanco que por fin había llegado al CID. El Canarias se colocaba cerca, un parcial de 0-8 obligaba al Granca a buscar soluciones ante su inoperancia en ataque, dejando más de una esperanza al equipo de Alejandro Martínez para el último y definitivo cuarto (64-47).

 

Walter Tavares intenta taponar el lanzamiento de Ricardo Úriz (Foto: ACB.com)

El CB Canarias mejoró su nivel defensivo y el Gran Canaria ya no estaba tan suelto en ataque, los aurinegros encontraban el antídoto para frenar el ataque de los grancanarios. Sin embargo, los locales volvían a plantar el muro que tan buen resultado le dio en la primera parte y, además, contaba con la entrega de un Nacho Martín más acertado en sus lanzamientos (71-52). Los minutos se consumían y ninguno de los dos equipos parecía estar por la labor, habían bajado un poco los brazos a merced del resultado. Con tres minutos para el final del partido, viendo como estaban siendo estos últimos compases, Pedro Martínez decidió dar entrada a Óscar Alvarado, quien disputaría sus primeros minutos en esta edición de la Liga Endesa. El intercambio de canastas fue la tónica de los instantes finales, con un Canarias intentando maquillar el resultado del partido. El CID se puso en pie para aplaudir a los dos equipos, mostrando el afecto que le tienen a la afición canarista. Al final, el Herbalife Gran Canaria se llevó un derbi de mucho color, de color amarillo por 79-61 en el que la primera parte dio carpetazo al encuentro para decidirlo.

LAS CLAVES

  • Una primera parte de dominio grancanario: A pesar de que el inicio del partido estuvo igualado el Gran Canaria no quiso esperar por nadie y comenzó a mostrar su superioridad en ambos lados de la pista. Los amarillos no dejaron a los aurinegros sentirse cómodos ni un solo minuto, con una defensa muy agresiva y atacando el aro lagunero a una velocidad difícil de alcanzar. De ahí que el conjunto de Alejandro Martínez solo anotara diez puntos durante el segundo periodo y que, al final, esa losa fuera definitiva para el devenir del resultado. Javier Beirán estuvo especialmente acertado durante esta primera mitad, acabando los diez primeros minutos con trece puntos y cuatro triples, uno de ellos con falta incluida. 
  • La intimidación de Walter Tavares: A priori, no parecía que la participación del bueno de Edy en el partido fuera a tener mucha trascendencia. Sin embargo, el pívot caboverdiano se convertió en protagonista del encuentro cerrando por completo a un Sekulic que no estuvo tan determinante como en otras ocasiones. Edy intimidó, reboteó y además aportó en ataque dejando detalles del jugador que puede llegar a ser. No hay que perder de vista al techo de la Liga Endesa. 
  • El dominio de los rebotes: La superioridad del Gran Canaria durante la primera no solo se tradujo en el marcador, sino también en los rebotes. Los de Pedro Martínez hicieron de la zona un fortín, apoyados por el hambre que mostraban a la hora de ir a por los rechaces sueltos. En los rebotes de ataque también se mostraron muy agresivos, lo que les dio en más de una ocasión alguna segunda oportunidad que acabaría en canasta. Hasta ocho jugadores amarillos alcanzaron o superaron los cuatro rebotes en su estadística personal. 
  • El día negro de Richotti: Nicolás Richotti nos tiene acostumbrados a buenas actuaciones en su haber, a superar a sus adversarios de muchas maneras diferentes, pero en el CID no se le vio. Vimos a un Richotti fallón, menos metido en el partido de lo habitual y eso le pasó factura a su equipo, que echó de menos más puntos del escolta argentino. Seis errores en los lanzamientos de dos puntos, dos pérdidas y cuatro faltas lastraron la participación de Richotti. 
  • El mejor arranque de la historia: La ambición de este Herbalife Gran Canaria no parece tener fin. Después de relizar la mejor temporada de su historia los amarillos han rubricado el buen momento del equipo consiguiendo cuatro victorias consecutivas, que los llevan a marcar en dorado el mejor arranque liguero de sus cincuenta años de existencia. Esto es simplemente anecdótico, pero muestra el hambre que tienen estos chicos por seguir mejorando, ellos sabían lo que había en juego y este apunte fue una motivación más. No obstante, ¿dónde está el techo de este Gran Canaria? ¿Hasta cuándo durará la racha?