El Hospital San Juan de Dios, en Tenerife, ha inaugurado este mediodía el primer Centro Psicopedagógico de Canarias destinado a la atención de personas adultas con discapacidad intelectual, trastornos de conducta y trastornos mentales, con edades comprendidas entre los 17 y 64 años de edad, y cuya finalidad es la de mejorar la calidad de vida de estas personas y de sus familiares, intervenir sobre los trastornos de conducta y proporcionar una atención integral.

El acto de inauguración celebrado hoy contó con la presencia del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero; del subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Batista; de la consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias, Inés Rojas; del presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior; del superior provincial de la provincia bética de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, el Hermano José Luis Muñoz; entre otras personalidades.

El nuevo Centro Psicopedagógico tiene una superficie total de 3.413 metros cuadrados construidos y 2.708 metros cuadrados útiles, distribuidos en planta alta, baja y semisótano. La instalación tiene, además, una capacidad para cuarenta camas en régimen residencial y alrededor de unas veinte personas más externas en la Unidad de Día del Hospital.

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, señaló que si las cosas "se valorasen por su presupuesto o por el tamaño, hoy no se estaría inaugurando una gran obra, pero si se miden por lo que significa avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria, hoy se está poniendo en servicio de los ciudadanos una de las grandes y mayores obras de Canarias".

El jefe del Ejecutivo canario resaltó el avance que supone contar en el archipiélago con este Centro Psicopedagógico, "en primer lugar, para los propios pacientes, para que sean tratados con dignidad; y en segundo lugar, para las familias que, pese al esfuerzo que realizan, se les han cercenado oportunidades en otros ámbitos". "Por tanto, la inauguración de este centro debe servir para generar conciencia y seguir sensibilizando a la sociedad, que debe aspirar a ser más cohesionada desde el punto de vista social", sentenció.

Rivero valoró también que la sanidad canaria, en apenas quince años, ha cambiado "espectacularmente". No obstante, admitió que queda "muchísimo por hacer para lograr una sociedad más justa". "Éste es el camino por el que tenemos que seguir apostando para que las personas con discapacidad puedan ser atendidas con dignidad, con el máximo cuidado y con una mano siempre tendida y llena de cariño", apostilló.

UNA LABOR DE CONTINUIDAD

En noviembre de 2001, el Hospital San Juan de Dios inauguró la Unidad de Día del Centro de Atención para Discapacitados Adultos con Trastornos de Conducta en su recinto hospitalario. Debido a la demanda y escasez de recursos, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife propusieron a la Orden San Juan de Dios construir una nueva residencia y un centro de día más amplio en los terrenos anexos al Hospital, una construcción que ha sido cofinanciada por ambas entidades y por el Gobierno del Estado.

El nuevo Centro Psicopedagógico tendrá a su disposición una plantilla formada por psiquiatras, psicólogos, diplomados universitarios en Enfermería, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, educadores, cuidadores, así como demás personal de apoyo en función de las necesidades.

La permanencia de los pacientes en régimen residencial es de carácter temporal, es decir, el necesario para la rehabilitación y la reinserción social de estas personas, proporcionándoles alojamiento, manutención, habilitación, cuidado y apoyo personal y social para las actividades de la vida diaria durante el tiempo que precisen hasta que sea posible su reincorporación a la familia y la sociedad. Por ello, los objetivos que se pretenden lograr con estas personas son, precisamente, los propios de la educación especia.

Las características de los trastornos de conducta hacen que se requiera un personal especializado que ponga en marcha programas y estrategias adecuadas para que el desarrollo de la actividad sea lo más óptimo posible. Así, el Centro facilita un amplio horario de actividades funcionales de tipo formativo, terapéutico, ocupacional y lúdico, entre las que se incluyen talleres de psicomotricidad, lectoescritura, manualidades, habilidades de la vida diaria, emociones y sentimientos, relajación, ocio y deporte.

"UNA DEMANDA HISTÓRICA"

El subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Batista, resaltó que con la puesta en marcha del Centro Psicopedagógico San Juan de Dios viene a atenderse "una demanda histórica" que supone, además, un "notable avance" para los pacientes y sus familiares. Sin embargo, admitió que un centro de este tipo en el archipiélago "no es suficiente".

De igual forma, consideró que una tarea pendiente para las administraciones públicas es "la atención de personas dependientes", ya que, en su opinión, "no seremos una sociedad moderna mientras haya personas sin la atención debida", y aunque apuntó que en España se ha avanzado en este sentido, "aún queda mucho por hacer y más en estos momentos de crisis, que es cuando más hay que reforzar la prestación social".

Mientras, el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, valoró la labor que está realizando en el centro hospitalario la Orden San Juan de Dios, y especialmente, en la atención a las personas más necesitadas. Al mismo tiempo, destacó la labor conjunta de las administraciones y de la Institución religiosa para que este centro haya sido una realidad, y expresó su deseo de que "ojalá en un futuro exista un centro similar en la región porque se necesita".

Finalmente, el Hermano José Luis Muñoz incidió en que la inauguración de este Centro significa poner de manifiesto "la extensión del carisma y de la solidaridad del fundador de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, atendiendo a las necesidades existentes en cada lugar y en cada momento". Asimismo, reconoció que esto es "sólo el principio, pues una vez inaugurado el centro, se nos pide trabajo diario, cualificado y un proceso continuo de mejora". "Somos conscientes de que queda un largo camino por recorrer, que nos exigirá un trabajo duro, pero esto es parte esencial de nuestra vocación de servicio a los más necesitados", concluyó.