Los países que integran la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) expresaron ayer en Damasco su solidaridad con el régimen de Bachar al Asad y aseguraron que no se van a quedar "de brazos cruzados" en su apoyo al pueblo sirio. Así los manifestaron en una rueda de prensa televisada los cancilleres venezolano y cubano, Nicolás Maduro y Bruno Rodríguez, respectivamente, el ministro boliviano de Comunicación, Iván Canelas, el subsecretario ecuatoriano de Exteriores Pablo Villagómez y la representante de Nicaragua en la ONU, María Rubiales.

Los representantes latinoamericanos se reunieron ayer con Al Asad y con el ministro de Exteriores, Walid al Mualem, que también estuvo en la rueda de prensa. Maduro aseguró que no se van a quedar "de brazos cruzados" por lo que ocurre en Siria y manifestó su "apoyo integral" al pueblo de este país para que supere sus dificultades.

El canciller venezolano señaló que lo primero que van a hacer es decir la verdad ante "la guerra mediática y psicológica" que hay contra Siria.

Además, van a "a apoyarlos en todos los organismos internacionales empezando por la ONU. La ONU no puede ser una instrumento de guerra para los países imperialistas o el sionismo", advirtió el responsable de Venezuela.

Sobre las entrevistas con al Asad y Mualem, Maduro detalló que la delegación de la ALBA les transmitió su solidaridad "con el pueblo sirio y con el Gobierno en sus esfuerzos de canalizar de forma política y pacífica los asuntos internos en este hermoso país".

El responsable latinoamericano apuntó que también manifestaron su rechazo "a la agresión y el intervencionismo de las potencias occidentales en los asuntos internos que solo deben ser de manejo del pueblo sirio", al que acompañan en la búsqueda de un diálogo nacional que obtenga "soluciones sirias" al conflicto. Asimismo, Maduro denunció "la manipulación, la mentira a través de los medios de comunicación".