Hoy va de amigos. Ojalá se recupere pronto Jorge Bethencourt, querido amigo y compañero, un tanto maltrecho de salud. No lo llamen: no coge los teléfonos. Cuando se recupere celebraremos una fiesta. Sin embargo, Juan del Castillo ha vuelto a la vida, tras un lapso no deseado. Lo celebré con él en el Real Casino, en donde me encontré que Gregorio Pérez Cruz ha cogido por su cuenta el restaurante. Me alegro, porque Gregorio es un gran profesional que estoy seguro de que va a hacer de aquello un santuario gastronómico. Los socios tienen motivos para estar contentos: comerán bien. Como cuando estaba en "La Riviera" o en "Los Limoneros".

ace tiempo dije que por qué no se le había concedido la Medalla de Oro de Canarias al presidente de Meliá, Gabriel Escarrer. ¿ay alguien que, desde fuera, haya hecho más por Canarias que este hombre? Meliá está muy bien representada en las islas por mi amigo Carmelo Pérez Abréu, uno de los mejores profesionales de la hostelería que conozco. ace tiempo que no veo a Carmelo, pero el otro día -sin llamarlo- me fui al "Palacio de Isora" a pasar el fin de semana. Muy bueno el "Red Level", la zona VIP que tan bien cuida Meliá. Los precios, sin discusión, aunque a mí me invitaron unos amigos que se apiadaron de mi extrema pobreza. Vuelvo a lo de Escarrer: este hombre merece un reconocimiento público por lo que ha hecho por las islas. De acuerdo, es su negocio y Canarias le ha ido bien, pero no cuesta nada reconocer ese esfuerzo.

a llegado a la isla, desde Venezuela, o desde Miami, Paco González Yanes. Qué bonita finca ha comprado en Tacoronte, plantada de viñas para comercializar próximamente un excelente caldo: no más de 22.000 botellas al año, a partir de 2014. Todavía no tiene nombre el vino pero es tanto el amor de este hombre por el Puerto de la Cruz que se va a construir un templete para, desde su umbría, contemplar de lejos el pueblo de su familia.

Marcos Brito, alcalde portuense, y Carlos Alonso, vicepresidente del Cabildo, no se dirigieron el otro día la palabra en un acto en la corporación. Coño, no me extraña porque Carlos dijo que Marcos era un alcalde del pasado. No se lo perdona, o sí, porque el edil portuense es una buena persona. Y Carlos también.

Me quedé sorprendido con los precios -bajos- de El Corte Inglés. Pasé por allí el otro día y encontré pantalones de la marca propia rebajadísimos, a unos 15 euros cada uno. Me compré tres, porque me hacían falta. Pero buenísimos, no se sienten, algodón puro. Me cité allí con la bella -y muy inteligente- letrada Verónica Rodríguez, concejal de Cultura portuense, que me comentó que la biblioteca municipal se abre, como fecha definitiva, en octubre. Como ahí ha ido a parar parte de mi biblioteca y la colección completa -y única- del desaparecido boletín "Canarias Confidencial", pues me llevé una gran alegría. Cuiden esa colección donde están casi treinta años de mi vida profesional. Ah, Verónica organiza un congreso sobre literatura de viajes. Muy interesante, ya lo verán.

Les hablé de la tienda de Santa Úrsula que comercializa réplicas de coches antiguos. Pues localicé un "Seat 124", el fabricado en España, muy difícil de conseguir y relativamente barato. Será mío mañana, lunes, Dios mediante. Ahora me ha dado por buscar las réplicas de coches que me digan algo de mi vida. Será laborioso, no crean. Manías de viejo; el coleccionismo siempre ha sido mi pasión. Lo que ocurre es que antes, con más posibles, podía dedicar más dinero a la cosa. Ahora tengo tiempo pero no tengo perras.

Bonita la feria de artesanía que tiene lugar en la plaza de Europa portuense los domingos. ay que extenderla, vale la pena. ay que meter no sólo artesanía sino ropa y de todo, incluidas viejas postales y otras antigüedades, como en los mercados de las pulgas. No es incompatible con el comercio local; antes al contrario, lo potenciará.

Y a los que me recriminan que hablo demasiado del Puerto les digo que no han escuchado a Paco González Yanes. Dice Juan-Manuel García Ramos que le aburre estar con nosotros porque siempre hablamos de lo mismo, pero con matices para que parezcan distintas las mismas historias. Joder, qué mala leche.