El Ayuntamiento de Santa Cruz destinará parte del superávit del año 2017, que ascendió a algo más de 32 millones de euros, a la adquisición de 17 nuevas guaguas -en el marco del convenio con Titsa-.

En concreto, se invertirán alrededor de 3,4 millones de euros en la compra de esos vehículos, cuatro de los cuales serán eléctricos.

Así lo avanza el concejal de Hacienda de la capital, Juan José Martínez, quien detalla también que la intención del consistorio es que la deuda municipal, que ahora mismo está cifrada en 57,6 millones, se reduzca a cero en 2019.

El edil hace esta previsión en función de los datos de la ejecución presupuestaria del año 2017, otro ejercicio que volvió a confirmar la recuperación de la economía municipal.

Así, mientras que el mencionado superávit alcanzó los 32 millones, el remanente de tesorería -superávit acumulado en varios años- se situó en 55,8 millones.

Estas cantidades, subrayó Juan José Martínez, permitirán al consistorio reducir en 30 millones de euros la deuda municipal a lo largo de 2018. De ahí que remarque que el consistorio se está situando en condiciones de "eliminarla por completo" el próximo ejercicio.

Además del gasto previsto en las 17 guaguas citadas, y en el marco de las inversiones financieramente sostenibles que permite la ley, el consistorio de la capital destinará otros 3 millones del superávit de 2017 a la repavimentación de varias vías de la capital, y 1,3 en la conocida como "vía sostenible", un proyecto con el que se quiere hacer de la avenida de Anaga la primera 100% sostenible, de tal modo que todo el consumo energético de la vía se suministre mediante fuentes de energías renovables.

Según aseveró Martínez, este será el primer bloque de distribución del superávit. La intención es que sea aprobado en el pleno de mayo. El siguiente está aún en fase de valoración. De cualquier forman, serán proyectos con características "similares": fácil ejecución, coherentes con las políticas del grupo de gobierno (CC-PP) y necesarios.

"Hasta ahora los ayuntamientos estaban constreñidos a no poder usar los superávit que generaban cada año e iban engrosando los remanentes", recordó Martínez, quien matizó que esto no era "algo inocente". "Lo hacía la Administración Central del Estado para, con ese superávit, camuflar su creciente déficit", añadió.

El edil sostuvo que, con esta situación, los grandes sacrificados durante la crisis han sido los ayuntamientos, que no podían gastar el dinero "sobrante" de un año para otro. Y cuando se permitió hacerlo, hace dos años, los criterios eran tan restrictivos que era difícil acogerse a ellos.

Por eso insiste en que la reivindicación de los consistorios "ahora mismo" con respecto al superávit es que se permita el uso no solo del año en curso, sino también de los anteriores. "En nuestro caso, la bolsa que tenemos es de 55 millones de euros, que solo podemos destinar a amortizar deuda", puntualizó. En concreto, se van a derivar 30 millones a este concepto, para mantener el resto como "colchón" de tesorería, "porque los ingresos y los gastos no siempre van a la par".

Con esta medida, sostuvo Juan José Martínez, mantenemos también otro de los éxitos que ha tenido el presupuesto: el pago a proveedores. En febrero, el periodo medio se situó en 19,6 días.

En el pleno de hoy se dará cuenta de la liquidación del presupuesto de 2017, con algunos de los datos referidos. Las inversiones se debatirán en el siguiente.