Los puestos de El Rastro se ordenarán respetando la vecindad ya existente entre los puestos. La presidenta de la Asociación El Rastro, Carmen Tejera, explicó a EL DÍA que en estos momentos se está elaborando un plano en el se "marcará correlativamente su ubicación". Esto quiere decir que se les asignará un número siguiendo un orden creciente que por ahora se desconoce (o hacia la marea o desde la marea), lo que mantendrá la vecindad existente hoy entre los puestos, pero no el emplazamiento del puesto en sí.

Esta, de hecho, es una de las grandes incógnitas de la reordenación de El Rastro. Que se lo digan al concejal de Ciudadanos de Santa Cruz, Guillermo Guigou, que el 14 de junio de 2014 pidió a la Comisión de Control que se le informara sobre las bases que deciden la distribución de todos los puestos de El Rastro y aún sigue esperando.

El edil de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, zanja siempre el debate diciendo que "está en la ordenanza", pero después pide "un margen" para terminar de realizar el trabajo.

De hecho, la propia ordenanza hace referencia a que la "adjudicación de los puestos ajustados al plano que consta como anexo a la presente Ordenanza", pero dicho plano no está anexo al texto ni tampoco lo está en el que salió publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), lo que Arteaga achacó a algún tipo de error informático.

En esta disposición adicional también se aclara que "el uso común especial normal de los bienes de dominio público representado por la ocupación de los puestos del Rastro de Santa Cruz, sujeto a licencia, podrá ser otorgado directamente en aquellas localizaciones que se establezcan, siempre que se presente una propuesta de ubicación suscrita por la totalidad de los interesados".

Esto viene a decir que si los 631 están de acuerdo con el plano, la numeración y ubicación que disponga el ayuntamiento, todo continuará sin problema.

No obstante, también prevé la posibilidad de que "no exista tal propuesta" unitaria y sin fisuras. En tal caso, "se agrupará a los interesados en grupos de solicitantes atendiendo a la dimensión del puesto pretendida, y la adjudicación de los mismos se efectuará mediante sorteo".

Guigou considera urgente que se elabore "un reglamento de distribución de puestos". Al edil de Ciudadanos le gustaría, por ejemplo, que El Rastro contara con un espacio para ONG que lo solicitaran. No de carácter fijo, sino para que hicieran sus campañas informativas o divulgativas.

El problema de fondo es que la distribución la ha hecho siempre hasta ahora Carmen Tejera, debido, entre otras cosas, a que se dio una licencia única a la Asociación de El Rastro. Así, siempre ha sido Tejera la encargada de distribuir y ordenar. "No he tenido una sola queja en 20 años", afirma, para añadir "y eso que somos 17 asociaciones diferentes". Tejera sostiene que durante estos años ha "ahorrado al Ayuntamiento tener un funcionario en El Rastro".

Denuncias "ignoradas" y un fallo del TSJC

El concejal de Sí se Puede, Pedro Fernández Arcila, se quejó en declaraciones a EL DÍA de que el alcalde de Santa Cruz de Tenerife haya mantenido "al frente de la gestión de El Rastro" a la asociación "a pesar de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que anulaba la licencia colectiva".

"Durante todo este tiempo los vendedores de El Rastro han estado completamente desprotegidos", dijo, para añadir que hay "múltiples denuncias de los vendedores", pero que el alcalde "ha decidido ignorarlas".

Tanto Arcila como Guigou sostienen que el problema hunde sus raíces en que Carmen Tejera es afiliada al Comité Local de Coalición Canaria (CC).

El concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, se queja de que la oposición no deja trabajar al grupo de gobierno. "No se sabrá la ubicación de cada puesto hasta que no se haga el replanteo y se otorgue una licencia a cada uno", dijo, para lo cual, añadió, tienen primero que comprobar que los 631 cumplen los requisitos de la nueva ordenanza.