Las altas temperaturas, los cambios de horarios y de alimentación, el mayor número de horas de luz y el aumento de las siestas en esta época provocan el llamado "insomnio de verano".

La ola de calor de estos días incrementa el riesgo de sufrir este trastorno que "suele ser pasajero" e incluso puede afectar a personas que de manera habitual suelen conciliar bien el sueño, apunta Alberto Sacristán, especialista en medicina familiar.

El doctor, miembro del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), ha recomendado para conciliar el sueño hidratación, cenar ligero y, en caso de necesidad, la toma de preparados de Pasiflora, Amapola de California y Valeriana, que no provocan los efectos secundarios de los somníferos sintéticos.

"Se estima que la calidad del sueño disminuye a partir de los 26 grados y, teniendo en cuenta la ola de calor que atravesamos, será difícil conciliarlo con más de 30, ya que una mayor temperatura corporal hace que nuestro cerebro genere menos melatonina, la hormona responsable del sueño", añade.

Entre las recomendaciones para conciliar bien el sueño de forma natural se encuentran el "ventilar las casas el tiempo justo para no dejar pasar el calor y tener las persianas bajadas mientras dé el sol para evitar en la medida de lo posible dormir con aire acondicionado".

También es conveniente darse una ducha de agua fría antes de acostarse, tomar agua u otra bebida sin cafeína ni estimulantes, y usar pijamas de algodón que no provoquen una sudoración excesiva.

La somnolencia diurna es también muy habitual en verano pero hay que tener precaución porque "supone una de las principales causas de accidente de tráfico y laboral".