Siete mujeres, cinco de ellas canarias, que demandaron a Sanofi-Aventis por los daños provocados por el fármaco Agreal, que les prescribieron para aliviar los sofocos por la menopausia, declararon ante el juez que tras tomar la medicación se sintieron "muertas en vida", cayeron "en picado" y algunas intentaron suicidarse.

La Ciudad de la Justicia de València acogió ayer el juicio de responsabilidad civil por estos daños, en el que declararon las demandantes, cinco de ellas procedentes de Canarias, una de Barcelona y una de Valencia, y tres testigos (las hijas de dos de ellas y el marido de una tercera).

Agreal, cuyo principio activo es la veraliprida, es un neuroléptico que se dio a mujeres sanas que experimentaban sofocos con la menopausia. En 1983 comenzó su comercialización, que cesó en 2005 en España. Hoy está previsto que lo hagan los peritos de ambas partes, aunque los de la defensa podrían no hacerlo porque al haber presenciado ayer en la sala la declaración de la mujeres (cuando deberían haber estado fuera) el juez ha comunicado que no quiere que declaren hoy.

El abogado de las mujeres, Francisco Almodóvar, explicó que le parece "absurdo" que los peritos no puedan entrar dentro de la sala porque las audiencias son públicas, e indicó que intentarán solucionar este error procesal "de alguna manera". Los peritos Antonio Piga y Teresa Alfonso-Galán iban a revelar mañana el contenido de un dossier confidencial que la farmacéutica Sanofi-Aventis en España había ocultado hasta el momento a los médicos y mujeres. En el documento se demuestra con datos de ensayos clínicos y estadísticos que, con un consumo prolongado, este fármaco puede causar daños irreversibles y crónicos de carácter psiquiátrico y neurológico, según fuentes de la defensa.

Según dice la multinacional Sanofi-Aventis en el dossier, este fármaco no podía ser tomado durante más de tres meses (en ciclos de 20 días una pastilla y 10 días de descanso), pero en España algunas mujeres llegaron a consumirlo hasta 9 años porque en el prospecto del fármaco no se hacía referencia a este tiempo máximo de administración ni a los efectos adversos que podría provocar. Aunque desde 2005 se han celebrado varios juicios en España por los efectos nocivos de este medicamento, que ha afectado a al menos dos mil mujeres, es el primero en el que se utiliza este dossier confidencial de la farmacéutica, que consiguió en 2014 el abogado Francisco Almodóvar de la Agencia Europea del Medicamento a través del Defensor del Pueblo.

La defensa de las afectadas busca que la farmacéutica reconozca los daños y pide indemnizaciones de entre medio millón y un millón de euros para cada mujer.

Las secuelas

Las mujeres dijeron que, al tomar la medicación y tener que dejarla de forma brusca cuando se suspendió su comercialización, sufrieron, entre otros, síntomas como fatiga, depresión, ansiedad, pérdida de memoria, temblores, arritmias, dolores de cabeza y "ganas de no salir de la cama". La canaria Francisca Gil sufrió un síncope al acabar las declaraciones y permaneció durante algunos minutos en el suelo sin saber dónde estaba.