El periodista hondureño Félix Molina resultó hoy herido de bala en un atentado que sufrió en Tegucigalpa, donde es atendido en el Hospital Escuela Universitario.

"Lamentablemente seguimos habitando un país de alto riesgo donde los periodistas que ejercemos la profesión de manera independiente y tocamos los temas sensibles estamos expuestos a estos hechos", dijo Molina en una escueta comunicación telefónica desde el hospital.

Agregó que el conductor del taxi en que viajaba le "salvó la vida porque aceleró el vehículo al ver que estaba en peligro".

"Me considero sobreviviente de la violencia porque las heridas pudieron afectar partes vitales de mi cuerpo", indicó Molina.

Añadió que pudo haber recibido dos disparos de bala porque tiene "cuatro agujeros, dos en cada pierna", que serían orificios de entrada y salida de cada uno de los balazos.

Molina trabaja como periodista independiente y apoya a diversas emisoras de radio comunitarias de su país.

Según el portavoz del Hospital Escuela Universitario, Miguel Osorio, Molina habría recibido cuatro disparos en las piernas, todos con orificio de salida, lo que no coincide con lo dicho por el periodista.

Añadió que según informes de los médicos las balas no le tocaron partes vitales, "solamente músculos", y que "está fuera de peligro".

La coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva, a quien Molina pidió que le visitara en el hospital, dijo que "estamos ante otro atentado criminal contra periodistas hondureños" y condenó el "hecho repudiable".

"Confiamos en que la situación de su salud no se complique, por ahora su situación es aparentemente estable. Al parecer, por lo que he visto en sus piernas, recibió dos disparos, con orificio de salida", agregó.

Unas seis horas antes del atentado, Molina hizo circular un mensaje en el que decía que "un hombre y una mujer, jóvenes, armados, no tienen feriado en el semáforo del Clarión", un hotel de Tegucigalpa.

"No hay policías, ni militares. El taxista espera turno en el semáforo, es un día caliente y uno se siente algo pesado. Dos malabaristas golpean machetes falsos enfrente de todos y distraen y atraen", añade el mensaje.

Señala, además, que "la joven rubia se desliza sigilosa con el arma en la mano pegada al taxi, mientras el hombre tira de mi brazo derecho y me ordena entregarle el teléfono y, a la vez, ordena a la mujer !dispárale!".

"El conductor, que los sigue por el retrovisor, arranca, brusco, oportuno, y escapamos de los rapaces. !ufff, el país que habitamos!", indica Molina.

Más tarde, en el mismo sector, sufrió el atentado, según indicó Molina en la breve comunicación telefónica.

En 2013 Félix Molina fue galardonado con el Premio Samuel Chavkin para la Integridad en el Periodismo Iberoamericano, otorgado por el Congreso Norteamericano sobre América Latina (NACLA).

Ese galardón es otorgado cada 18 meses a un destacado periodista investigador o documentalista en América Latina o el Caribe, cuyos publicaciones periodísticas denuncien las injusticias, opresiones y luchas de los movimientos a favor de la justicia social y la democracia.