El juicio por abusos sexuales contra Francisco R.D.A., natural de Santa Cruz de Tenerife, acusado de abusar de una niña de 13 años de edad , quedó ayer visto para sentencia por el magistrado presidente de la sala después de escuchar las conclusiones de la defensa y los argumentos del Ministerio Fiscal contra el acusado. En este sentido, la Fiscalía mantuvo en su escrito final la imposición de una pena de 7 años de prisión por un delito consumado de abuso sexual, mientras que la defensa reforzó sus provisionales pidiendo la libre absolución basándose en los distintos cambios de versiones realizadas por la víctima reflejadas en los informes judiciales y forenses. Francisco se reconoció no culpable, aunque ante el Ministerio Fiscal señaló "no recordar nada".

Lo cierto es que la fiscal consideró como un hecho probado que la víctima sufrió por parte del acusado un ataque sexual "valiéndose del miedo y la superioridad física ejercidas" sobre una menor de 13 años, edad que tenía en ese momento la joven, y reconociendo que a pesar de la vida azarosa que ha tenido la chica siempre ha mantenido en su versión que Francisco abusó de ella. Se intuye, además, que Francisco ejerció presión sobre la niña a través de mensajes de móviles en las que el acusado le pedía "hacer lo que tú sabes".

La Fiscalía, además, se basó en el informe realizado por la psicóloga que la trató en el centro de menores y que por el caso especial que se trataba se mantuvo el seguimiento. Sobre ello, plasmó la idea de que existe un antes y un después de la agresión con penetración sufrida, afirmación confirmada por la propia implicada. Todo esto es "suficiente" para mantener con firmeza el escrito de acusaciones.

En cambio, la defensa apuntó que "la acusación desvirtúa la presunción de inocencia" de Francisco y viendo la historia de la niña y sus circunstancias, que ha sido objeto de abusos por parte de familiares directos. Considera que la chica siempre "ha caído en distintas contradicciones" y con una personalidad cambiante y con el objetivo de manipular y distorsionar la realidad, dijo.