La Policía Nacional detuvo a 49 personas implicadas en un entramado internacional de web pedófilas que distribuían pornografía infantil por encargo y previo pago a través de tarjetas de crédito o pasarelas de pago. Según explicó la Policía, es la primera vez que se detectan páginas web de estas características, cuya gestión la llevaban miembros de organizaciones criminales de carácter internacional ubicadas en Bielorrusia y con infraestructuras España, Reino Unido y Estados Unidos.

La organización delictiva ofrecía el acceso, previa suscripción, a más de 200 sitios web cuyo contenido era inequívocamente pornografía infantil protagonizada por menores de edad prepúberes, en la mayoría de las ocasiones menores de 13 años.

Durante la operación, los agentes investigaron más de 50.000 IP desde donde se realizaron los accesos y descargas a las páginas y las tarjetas de crédito con las que se han efectuado los pagos durante un periodo de nueve meses, así como los datos identificativos introducidos por los usuarios a la hora de suscribirse. Así se ha demostrado por dos vías la compra del material ilícito.

En España

En cuanto a las investigaciones realizadas en España, la Policía ha informado que se centró únicamente en aquellos usuarios que habían efectuado "pagos confirmados" por acceder a sitios web de carácter restringido controlados por la organización delictiva. Los agentes siguieron a aquellos usuarios que realizaron la transacción con éxito y a los que, en consecuencia, tras la suscripción, se les facilitaba el acceso al "Sitio para miembros".

Los investigados habían pagado cantidades que oscilaban entre los 80 y 100 dólares por la suscripción a las web por periodos de 30 ó 35 días. En este sentido, la Policía señaló que la trama llegó a recaudar dos millones de euros.

En España fueron identificados un total de 74 usuarios que habían procedido a efectuar pagos para acceder a estas páginas. Los agentes realizaron 62 registros domiciliarios y detuvieron a 49 personas e imputado a otras 15. Uno de los arrestados en la operación, en la provincia de Valencia, era productor y distribuidor de pornografía infantil ya que realizaba grabaciones domésticas en las que aparecía él abusando de un menor, según reconoció también en su declaración.